El Tragachicos ha vuelto hoy a reencontrarse con la ciudad en fiestas. Este gigantesco tobogán, que ha ido y venido en las Fiestas del Pilar desde el siglo XIX (cuando Félix Oroz lo creo para que formara parte de una remozada comparsa de Gigantes y Cabezudos), regresó ayer a la plaza de España. El responsable de festejos, Jerónimo Blasco, ha sido el conejillo de indias y, tras él, la chiquillería zaragozana ha respondido en masa a este baturro muerto de hambre.Apenas media hora después de ser inaugurado ya se ha formado una larga fila que ha alcanzado los cines Palafox.

La fiesta había empezado un poco antes, a las 17.30, cuando en la plaza de Aragón, la comparsa de Gigantes y Cabezudos al completo, y las carrozas y amimación de la compañía K de Calle, guiaron, cual flautista de Hamelín, a grandes y pequeños hasta la plaza de España, donde esperaba el Tragachicos, aún cubierto por una lona. “¡Vamos, todos, qué gran acontecimiento, se traga a los niños por la boca y salen por el trasero, también conocido como culo!”, gritaba el maestro de ceremonias. A juzgar por la expectación y la capacidad de convocatoria, el Tragachicos vuelve a demostrar que no entiende de generaciones y ya es un éxito.

El Tragachicos estará en la plaza de España el domingo, lunes y martes (de 18.00 a 21.00); el jueves y el domingo 14 (de 11.00 a 14.00 y de 18.0 a 21.00) y el sábado, solo en horario matinal. El día del Pilar se trasladará a la calle Matilde Sangüesa, de 11.00 a 14.00 y de 18.00 a 21.00.