PILAR 2009

Un capricho en fiestas

Pues me voy a dar un capricho". El cierzo ha hecho acto de presencia en las fiestas, buena excusa para comprar ese pañuelo que proteja el cuello de males mayores. Isabel encamina sus pasos, decidida, hacia el paseo de Sagasta. Sí, no se ha confundido. Las obras del tranvía ha puesto Gran Vía 'patas arriba', y los puestos que habitualmente convertían la céntrica avenida en un mercado multicolor han sufrido una obligada mudanza, que ha pillado al público un poco despistado.


"Tendrían que haber puesto una flecha de indicación para que los ciudadanos sepan dónde estamos", apunta la navarra Edelweiss Orbara, fiel a Zaragoza desde hace una década. Fernando Salazar le acompaña en la caseta número 96, un enamorado "de todo lo relacionado con la física, y los juguetes en miniatura que hacen disfrutar a grandes y pequeños". Así, su producto estrella es el 'mariposol' para colocar en las macetas: "Presenta una pequeña placa solar que, al calentarse, activa un motor que hace que la mariposa revolotee", explica el artista, que no puede evitar lanzar un lamento por el cambio de espacio. Su tenderete se encuentra en la 'isla' que forman el cruce de Tenor Fleta y Camino de las Torres, hacia Ruiseñores. "Se ha notado mucho el cambio de lugar que, además, es más estrecho. La gente no llega hasta el final, y la crisis termina por complicarlo todo. Mucho mirar y poco comprar. Pero somos luchadores", afirma con determinación.


Esencias, aromaterapias, jabones naturales, babuchas forradas de borreguito, bolsos de imitación, flores de madera laminadas y aromatizadas, figuras de papel que brillan en la oscuridad… Los nómadas del 'shopping' dan a conocer su creatividad y acercan su cultura al público. Si no puedes ir a Egipto, Tarek Saleh te muestra una selección del país milenario: "El zaragozano es muy culto y entendido. Con el mismo artículo, en otro sitio no hay tanto éxito como aquí", apunta Tarek, nubio nacido en Alejandría. Perfumes con atractivos nombres -Sherezade, Nefertiti, Flor del Nilo…-, amuletos -la diosa de la felicidad, contra la mala suerte, para el amor-, estatuas de dioses -Set, Anubis, Tutankamon, y un impresionante Men, dios de la fertilidad- y pergaminos engalanan una caseta que invita a soñar con un próximo destino a las pirámides de El Cairo.


Pashminas, cinturones, estatuas de madera de Senegal, banderas de grupos míticos, piedras engarzadas en plata, zapatillas hechas con tatami para evitar el olor, pergaminos con el nombre en japonés… El alquiler de cada puesto supone al comerciante 760 euros todas las fiestas. "Pese al coste, hay que estar en casa", asume Ana Nocito Lorente. La zaragozana ha dado rienda suelta a su imaginación y la plasma en unas camisetas y vestidos pintados a mano "artesanalmente", recalca, que se presentan con la etiqueta 'setevalapinza'. "Solemos hacer unas dos ferias al mes, casi unas 25 al año, y la de Zaragoza está animada. No me puedo quejar de las ventas, van relativamente bien", admite.


De un punto estratégico, a otro con solera y fiel a una plaza, la de los Sitios. La Asociación Profesional de Artesanos de Aragón ofrece una rica variedad de artículos que tienta a la compras. No faltan las clásicas cerámicas de Muel, los esmaltes a fuego, los muebles de forja, las maderas rústicas con motivos infantiles... La diseñadora Marta Blanco se estrena en el popular mercado con Equiliqua, propuestas con vidrio de Murano que adquieren formas caprichosas en pendientes y colgantes. Escudos heráldicos, murales, cueros, platería... Fernando Piró anima su puesto de "orfebrería de autor" con trabajos en plata de ley donde triunfa la medalla de la Hispanidad. En sentido circular, los pequeños puestos vestidos de blanco combinan la modernidad con la tradición, como la propuesta de Teresa Pueyo y sus encajes de bolillos: "El cliente no falla. El habitual y el visitante, que encuentra un tipo de regalo diferente para llevarse a su ciudad".