Las peñas se entregaron en un multitudinario chupinazo

Las peñas se entregaron en un multitudinario chupinazo
Las peñas se entregaron en un multitudinario chupinazo
MAITE SANTONJA

Miles de peñistas se reunieron en la plaza de Santa Engracia para su particular pregón. Otros tantos ya ocupaban Independencia. maite santonja


Hay quien puede pensar que cada pregón es más de lo mismo. Resulta que no. Por lo menos el de Interpeñas. El de ayer lo guardarán con mimo en su memoria miles de peñistas. Porque se celebra el 25 aniversario de Interpeñas, por la desbordada participación en él


-entre 30 y 35.000 personas, calculan desde la organización- y porque, por primera vez, el pregonero fue uno de ellos: Aurelio Merino, un peñista de 80 años y con una marcha que no le cabe en el cuerpo. Por si fuera poco, hubo chupinazo, algo excepcional en este pregón zaragozano. Por cierto, que Aurelio reivindica que se haga oficial este pistoletazo de salida.


“Aurelio, Aurelio”, corearon cientos de peñistas desde la plaza de Santa Engracia. Él respondió emocionado tras ser presentado por el vicepresidente de Interpeñas, Carlos Horte, quien le entregó un regalo de honor: una gorrinera con el emblema de Interpeñas y el de todas las peñas asociadas, destacando el de las dos a las que pertenece Aurelio desde hace unos 18 años, Las Delicias y Las Migas.


“Estoy orgulloso por vuestro apoyo para celebrar este día memorable”, dijo el pregonero, y agradeció al Ayuntamiento que les deje “el cogollo de Zaragoza” para esta celebración. “Tenemos humor, mérito y todo lo que nos quieran decir”, dijo antes de invitar a todos a levantar sus botas, los vasos de vino y las charangas para desfilar. Así llegaron las palabras más esperadas por quienes le aclamaban debajo del balcón de UGT. “Vivan las fiestas del Pilar y vivan las peñas”, gritó Aurelio antes de encender la mecha del petardo que a las 18.05 inauguró las fiestas. También arrancó así un gran desfile de peñistas y charangas por Independencia para llegar a la plaza del Pilar y ocupar los primeros sitios para el otro pregón, el del Ayuntamiento. Aunque llegaron con algo de retraso, porque la gran afluencia de gente ralentizó el recorrido. Y los cubos de agua que les tiraron en la calle Alfonso también.


“El pregonero suele ser algún conocido de Zaragoza, pero este año hemos querido que por primera vez fuera un peñista”, explicó el presidente de Interpeñas, Braulio Cantera. La ocasión lo merecía, y el elegido cumple los requisitos. “Aurelio es el ejemplo de peñista divertido e involucrado. En cuanto tiene los calendarios de los festejos taurinos de Aragón, de Navarra... va a todas las vaquillas que puede. Y da igual que se acueste a las cuatro o las cinco”, contó Ricardo Casasús, ex presidente de la agrupación. Según Aurelio, lleva en la sangre la diversión. “Siempre me ha gustado salir, pero también trabajar, que conste”, explicó el zaragozano, que colabora con muchas peñas de Aragón. Por eso, ayer le acompañaron amigos de peñas de otros lugares.


Y a sus pies miles de peñistas y otros apegados, como el grupo Troko Bloco, que se estrenó con su batukada abriendo el desfile. Timbales, zurdos, repiques y cajas para abrir una fiesta casi sin fin. Aunque las protagonistas fueron las charangas, como la de Los Rolin Pachún, que estas fiestas se sumó a la peña Los que faltaban. Ocho horas sin dejar de tocar, aseguraban Fran, Joaquín y Juan con su saxo alto, trombón y bombo en las manos y con una guasa sin igual, propia del pregón de Interpeñas.