SANIDAD

El Servet estrena tecnología para tratar tumores y lesiones cerebrovasculares

Un nuevo angiógrafo capta imágenes en 3 dimensiones del interior del cuerpo en tiempo real

Parece ciencia ficción, pero ya está aquí. Llegar a las zonas más recónditas del cerebro con herramientas casi milimétricas y repararlas cuanto antes no solo es menos cruento para el paciente, sino más rápido y mucho más seguro. En la carrera por hacerse con la tecnología que mejor consiga estos objetivos, el Hospital Miguel Servet de Zaragoza ha adquirido un angiógrafo digital biplano que es la envidia de muchos hospitales públicos de España.


El aparato, que ha costado 1.400.000 euros, está en pruebas desde junio y es una herramienta muy eficaz para tratar casos de radiología vascular pero, en especial, los que tienen que ver con la neurorradiología. Y es que el cerebro es tan delicado como complicado, y este aparato permite ahora tratar o detectar problemas en ramas secundarias y muy recónditas, antes imperceptibles.


El doctor Julián Hilario, del servicio de radiología vascular, explicó que las principales diferencias del angiógrafo digital biplano radican en que permite obtener imágenes espaciales del paciente, en tres dimensiones, y hacer cateterismos y tratamientos en tiempo real mediante procedimientos mínimamente invasivos.


Como las imágenes tienen más definición y se toman desde más ángulos, el escenario sobre el que se interviene se hace más claro y, los resultados, más concretos. Además, todo está digitalizado y se puede seguir a través de pantallas. El propio aparato hace su plan virtual de cómo colocar un “stent” o tapar un tumor antes de que el médico se ponga manos a la obra.


Todo es mucho menos agresivo e invasivo porque, por ejemplo, se llega al cerebro del paciente a través de un pequeño catéter (un microtubo) que se introduce por una pequeña abertura en la ingle. Así no es necesario, por ejemplo, abrir la cabeza, y el enfermo queda ingresado menos días y se recupera más rápidamente.


Las lesiones o malformaciones vasculares en el cerebro o el tratamiento de tumores son algunos de los fuertes de la máquina. En particular, permite abordar mucho mejor, como especificó el doctor Santiago Guelbenzu, los aneurismas cerebrales.


Además, se está trabajando para tratar con él los ictus (infartos cerebrales). En estos, es importante actuar antes de las 3 ó 4 primeras horas. No obstante, este procedimiento aún no está protocolizado.

En cuanto a radiología vascular, se pueden tratar lesiones desde el interior, entrando a través de una punción arterial, e interviniendo para ocluir vasos enfermos, dilatarlos, reconstruirlos o reabrirlos cuando se ha producido un trombo. A pesar de estas novedosas técnicas, entre el 5 y el 10% de las patologías vasculares se seguirán operando con técnicas más invasivas.

 

Unidad de referencia

Unos 1.800 pacientes al año de Aragón, La Rioja y Soria se podrán beneficiar de este aparato. El jefe del servicio de Neurorradiología y Radiología Vascular del hospital, Ricardo Gómez Pereda, explicó que los diferentes avances en estos campos aconsejaban disponer de un equipo con características muy específicas, que ha supuesto un 50% más de lo planificado por la Administración.


En dicho servicio, de referencia para Aragón, La Rioja y Soria, sobre todo para neurorradiología intervencionista, y en el que trabajan seis médicos, cuatro enfermeras y dos auxiliares, se efectúan alrededor de 1.300 intervenciones al año en radiología vascular y 500 en neurorradiología.


En concreto, dentro de esta última especialidad, se tratan enfermedades del sistema nervioso central, médula espinal, columna vertebral y región de la cabeza y el cuello (a través de los microcatéteres).


En este servicio también se realizan técnicas percutáneas, abordando estructuras como las vértebras o los discos intervertebrales, realizadas por punción directa de la piel.