ZARAGOZA

El Ayuntamiento de Zaragoza pagó antigüedades para la Casa Solans con fondos sociales

La Casa Solans combina en su decoración muebles de diseño con artigüedades de diverso tipo
El Ayuntamiento de Zaragoza pagó antigüedades para la Casa Solans con fondos sociales
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El Ayuntamiento de Zaragoza se gastó, con cargo a partidas de las áreas de Acción Social y Juventud, más de 65.000 euros en muebles de época y diversas antigüedades para decorar la Casa Solans. En concreto, se adquirieron a anticuarios de Barcelona y Zaragoza veladores ingleses, lámparas art decó, armarios, sofás o incluso una escultura, a pesar de que la Casa Solans, un edificio modernista de gran valor arquitectónico que ha superado un largo proceso de restauración, no se puede considerar un equipamiento social ni juvenil.


Las compras las firmó en noviembre de 2007, poco después de la inauguración del edificio como sede provisional de la Oficina de Naciones Unidas para la Década del Agua, el teniente de alcalde de Presidencia y Acción Social, Fernando Gimeno, y las cargó sobre partidas de su Área. Además de los gastos que se asumieron desde Acción Social y Juventud, también Urbanismo y Economía y Hacienda aprobaron diversas facturas de mobiliario, en algunos casos también antigüedades.


El área que dirige Fernando Gimeno sufragó la mayoría de los gastos en muebles de época y antigüedades con una partida genérica denominada 'obras y equipamientos de Acción Social' y dotada con 459.000 euros, según consta en el presupuesto de 2007. A pesar de que la Casa Solans es una sede administrativa cuyas funciones nada tienen que ver con la acción social, de estos fondos se detrajeron más de 42.050 euros. Entre las facturas que se pagaron con esta partida figuran un sofá biplaza art decó de 7.540 euros o una lámpara de similar estilo que costó 2.552 euros.


Además de los fondos restados directamente de Acción Social, con fondos de Juventud, área que también controla Gimeno, se pagaron también varias antigüedades. Estos gastos se atendieron también con una partida genérica de 771.250 euros denominada 'Equipamientos e infraestructuras juveniles'. Este dinero sirvió para cubrir, por ejemplo, la factura de una escultura art decó, en forma de pez, de bronce fundido, que costó 1.392 euros. También se pagó con esta partida una lámpara modernista valorada en 10.440 euros, un armario librería art decó de 4.060 euros, o una pareja de butacas de la misma época, de 5.336 euros. En total, de Juventud salieron 23.037,6 euros para decorar la Casa Solans.


Junto a los gastos que se autorizaron desde Acción Social y Juventud, también se pagaron antigüedades desde el Área de Economía y Hacienda. En concreto hay una factura de 9.546,80 euros, otra de 9.744 euros y una última de 6.960 euros con el concepto de "suministro de diverso mobiliario adquirido a anticuarios con destino a la Casa Solans". No obstante, estas facturas se cargaron a partidas presupuestarias de la Gerencia de Urbanismo, no de Acción Social.


Estos fondos para antigüedades y muebles de época están al margen del presupuesto general de amueblamiento del edificio, que dispuso de un concurso público que se resolvió en septiembre de 2007 y que se pagó con una partida de Urbanismo denominada "equipamiento de oficinas municipales".


La citada compra salió a concurso en agosto de ese año por 129.597,40 euros. Finalmente se seleccionó a dos firmas de reconocido prestigio y con sede en Zaragoza: a una se le compró mobiliario por valor de 78.896 euros y a la segunda, por 36.478,52. En estos casos se trataba de muebles de diseño. Según las facturas, a las que ha tenido acceso este diario, el ayuntamiento adquirió un sofá de 4.646,96 euros, un aparador de 3.732,88 euros o un sillón de 3.695 euros.


Dinero que sobraba


Gimeno dijo que la solución que se escogió "es normal" y admitió que se recurrió a esos fondos porque eran partidas que no se iban a ejecutar. "No es forzado. Si no había partida, había que sacarla de algún sitio. ¿De dónde se saca? De donde sobra", explicó ayer el responsable municipal. Recordó que ese año los equipamientos juveniles en marcha (Cubit y Harinera) no estaban concluidos. "Era un dinero que no se podía gastar", insistió el concejal socialista.


Fernando Gimeno indicó que la compra de las antigüedades está justificada porque "era necesario adecuar el mobiliario a las características del edificio" y subrayó que fue defendida por los servicios técnicos. También recordó que los gastos en muebles para la Casa Solans forman parte del convenio con Naciones Unidas para que se instalara en Zaragoza, que preveía 150.000 euros en metálico y otros tantos en especie (equipamiento y mantenimiento).