ZARAGOZA

El agua del grifo lleva ya un 25% menos de cal y otras sales, pero sigue siendo muy dura

El suministro desde Yesa ha alejado los niveles de cloruros y sulfatos de los límites permitidosLos técnicos dicen que la calidad del suministro seguirá mejorando toda la semana que viene

zaragoza. Como era de esperar, el agua de boca de Zaragoza ha experimentado una notable mejoría con el abastecimiento provisional desde Yesa, pero la ciudad aún está lejos de tener un suministro realmente bueno.

 

Según los análisis realizados por el Ayuntamiento, desde que el pasado lunes los caudales del Aragón empezaron a mezclarse con los del Canal, el agua que sale por los grifos presenta un 25% menos de sales disueltas. Esta reducción no solo mejora su sabor, sino que también atenúa las desventajas que conlleva la presencia de cal y de otros compuestos minerales que pueden ser poco saludables para parte de la población.

 

Además, el suministro desde el Pirineo ha permitido que los niveles de dos de esas sales, los cloruros y los sulfatos, se alejen de los valores máximos permitidos -ambos parámetros se acercaban bastante a su límite legal-.

 

El avance es, por tanto, apreciable. Sin embargo, el agua de boca de la capital aragonesa sigue siendo demasiado dura, es decir, sigue teniendo altas concentraciones de calcio y de magnesio con los problemas que eso conlleva: averías en los electrodomésticos, dificultades para lavar y fregar, gastos extra en descalcificación para las actividades que requieren un suministro de calidad...

 

Los técnicos municipales destacan que la calidad será "todavía mejor" en los próximos días. De hecho, calculan que la mejoría no podrá apreciarse "en su totalidad" hasta finales de la semana que viene. En cualquier caso, los cambios sustanciales ya se han producido, y el 50% de caudales que se siguen captando del Canal hacen que el agua siga siendo dura.

Conductividad

El principal indicador para medir la cantidad de sales disueltas es la conductividad: cuanta más capacidad tiene el agua de boca de permitir el paso de la electricidad, más sales disueltas presenta. El pasado lunes, la conductividad del agua era de 1.018 microsiemens/ centímetro. Con la llegada del agua de Yesa, ese valor se ha reducido progresivamente hasta llegar a 716, un 25% menos que a comienzos de semana. El máximo permitido son 2.500 microsiemens.

Dureza

La dureza es la concentración de compuestos minerales que hay en el agua, en particular sales de calcio y magnesio. A comienzos de semana el suministro de Zaragoza presentaba una dureza de 360 miligramos por litro de carbonato cálcico (mg/l de CO3Ca), nivel que corresponde a la categoría de agua 'muy dura'. El jueves, esa cifra había bajado un 27% situándose en 260, pero aun así el agua de boca de Zaragoza sigue siendo 'dura' o 'muy dura' en función de la clasificación que se utilice.

Calcio

Los niveles de cal son directamente proporcionales a los de calcio -la cal es óxido de calcio-. El pasado lunes en los depósitos de Casablanca se medían 87 miligramos por litro (mg/l) de calcio, cantidad que cuatro días después había bajado a 65 mg/l -un25%-.

Sulfatos

Los sulfatos son unas de las sales que más se acercaba a los máximos legales. El límite está en 250 mg/l, y el lunes en Casablanca se medían 214. Con el agua de Yesa, este parámetro se ha reducido un 38% quedando en 132 mg/l.

Cloruros

Con los cloruros el problema era similar: el valor máximo autorizado son 250 mg/l, y a principios de semana se rondaban los 200. En cuatro días este indicador ha bajado casi a la mitad -un 43%- hasta situarse en 114 mg/l.

Otras sales

El resto de los principales compuestos analizados por el Ayuntamiento también muestran descensos importantes: sodio (38%), magnesio (30%), nitratos (26%) y potasio (17%).