SANIDAD

Contacto directo con el bebé desde el minuto cero

Desde hace varias semanas, la UCI de Neonatos del Infantil no restringe las visitas y los padres pueden estar con los recién nacidos a cualquier hora del día.

El calor y el cuidado de los padres son fundamentales desde los primeros minutos de vida de cualquier pequeño. Y más cuando son bebés con una talla y peso inferiores al normal. La unidad de Neonatos del Hospital Infantil es consciente de ello y lleva trabajando desde principios de año con esa idea. Hace unas semanas, la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN) de este servicio decidió dar un paso más allá, olvidarse de los horarios de visita y ofrecer a los padres la posibilidad de poder estar con sus hijos prematuros a cualquier hora del día.

 

De esta manera, los progenitores han pasado de tener que ver a sus hijos en el pasillo y a través de un cristal a poder implicarse, con la ayuda del personal sanitario, en alguna de las atenciones que precisan: aseo, alimentación... "Son niños que pueden pasar mucho tiempo en esta unidad, y se ha comprobado que la individualización de los cuidados, el contacto piel con piel, hace mejorar el estado del recién nacido, sus constantes vitales, su metabolismo... Es importante fomentar la interacción y relación de los padres y el hijo favoreciendo su participación en sus cuidados directos", explica Agustín Romo, responsable de Neonatología del Materno Infantil, que destaca la labor fundamental del personal de Enfermería en esta tarea.

 

En el momento de entrar a la UCIN, solo se exige a los tutores el lavado previo de las manos y que no lleven ningún tipo de reloj u objeto, así se previene la propagación de alguna infección al prematuro.

 

Pero no es la única novedad que se ha incorporado en esta UCIN. Con el objetivo de crear un ambiente lo más confortable posible, se han individualizado las luces de cada incubadora, a la vez que se reducirá su intensidad, y se colocarán sonómetros, para controlar cualquier tipo de ruido que moleste al pequeño.

 

Por debajo de los 2,5 kilos

Hay que tener en cuenta que son niños muy frágiles por su bajo peso. De los 5.000 partos que se atienden en el Hospital Miguel Servet, 500 no llegan a los 2.500 gramos. Los que no superan los 1.300 gramos se ingresan en la Unidad de Cuidados Intensivos de Neonatos para su evolución. Pese a su extrema gravedad, se ha demostrado que la mortalidad en este tipo de casos es bajísima. Apenas se llega a 1,19 fallecidos por cada mil recién nacidos vivos que han pesado menos de 1.500 gramos.

 

"Nuestro reto son los que pesan menos de mil", señala Agustín Romo. En ese sentido, los expertos en la materia no dejan pasar la ocasión para insistir en la necesidad de que las futuras madres se cuiden, se alimenten bien, no beban alcohol, ni fumen antes y, sobre todo, durante la gestación, para evitar que nazcan niños prematuros.

 

Estas nuevas mejoras se enmarcan en otras estrategias que, dentro del proyecto Hera, ya se llevan practicando desde hace varios meses en el Hospital Miguel Servet y en varios hospitales aragoneses, para que el cuidado de los pequeños sea lo más humano posible. Se facilita la promoción de la lactancia materna en el medio hospitalario (para ello incluso se han adquirido neveras para la conservación del alimento) y se aplica el protocolo de la madre canguro.