La nueva Romareda agita la batalla electoral en Zaragoza

El futuro campo de fútbol es uno de los elementos clave de las municipales. Todos los partidos defienden su necesidad, pero difieren en cómo impulsarlo

Recreación de la nueva Romareda
Recreación de la nueva Romareda
Idom

"El niño ha nacido. A ver quién es el Nerón que se atreve a matarlo". Con esta frase, que circuló como la pólvora en los grupos de Whatsapp de los cargos del PP, fue recibido por el gobierno municipal de la capital aragonesa el nuevo estadio encargado por el Real Zaragoza. La futura Romareda emergía en los ‘rénder’ y ponía patas arriba la campaña el pasado 12 de mayo, justo el día de la pegada de carteles. El PSOE lamentaba lo que consideraba un apoyo del club a Jorge Azcón, mientras los populares lo recibían con euforia.

El diseño de la nueva Romareda es uno de los hitos de la campaña en Zaragoza. Tras 20 años de discusión y tres proyectos fallidos, la politización que siempre ha orbitado en torno al proyecto de nuevo estadio no ha faltado esta vez y ha irrumpido en el camino a las urnas para convertirse en uno de los argumentos clave en la agenda. La capacidad que tiene este equipamiento de levantar emociones (es lo que tiene el fútbol) lo convierte en dinamita electoral.

¿Cómo se mueven los partidos en torno al nuevo campo? Todos defienden que es necesario un estadio que sustituya la vieja Romareda, que ya no da más de sí. Sometida a reparaciones constantes y con unas instalaciones obsoletas, ninguno de los candidatos considera que no sea necesario y urgente renovar la infraestructura. La diferencia está en el cómo.

El PP, con el alcalde Azcón y la candidata municipal Natalia Chueca a la cabeza, son los mayores defensores del nuevo campo tal y como lo ha planteado el club. Fue el proyecto estrella del hoy aspirante al Gobierno de Aragón en las pasadas elecciones y vuelve a serlo en estas, aunque en esta ocasión con un grado de definición mucho mayor que el de hace cuatro años: la construcción y explotación del nuevo estadio ya ha salido a concurso, sobre la base de una cesión del suelo durante 75 años que liberaría a la administración local de hacer aportaciones económicas.

Estadio de categoría 1

En el horizonte, un estadio de 42.500 personas, de categoría 1 de la FIFA, con todas las prestaciones que tienen los coliseos modernos, tanto desde el punto de vista tecnológico como arquitectónico y deportivo. La infraestructura, diseñada por César Azcárate, uno de los mejores arquitectos de estadios del mundo, requerirá de 140 millones de euros que se pagarán con la explotación de los usos comerciales. El Zaragoza ya ha anunciado su disposición a participar en la financiación y gestión de las instalaciones, lo que despeja en gran medida la viabilidad de la operación.

Además, el plan se convierte en una pieza indispensable para que Zaragoza pueda ser sede del Mundial 2030 si la FIFA elige a España, Portugal y Marruecos para organizarlo. Se trata por tanto del proyecto más relevante, tanto desde el punto de vista económico como urbanístico, desde la inauguración del tranvía en 2013.

Un proyecto sin consenso

Frente a la posición entusiasta del PP y el club está la izquierda (Cs y Vox están a favor de la operación), especialmente el PSOE, lo que arroja nuevas incertidumbres. Pese a que los socialistas se avinieron a negociar un proyecto consensuado en el que participaría la DGA, siempre vieron la operación con desconfianza por tratarse del proyecto estrella del candidato autonómico de los populares, Jorge Azcón.

Han expresado una permanente incomodidad respecto a la nueva Romareda y durante la campaña han evitado el asunto. En cualquier caso, cuando se les ha preguntado han asegurado que "por responsabilidad" no paralizarán los pliegos de condiciones del concurso público impulsado por el PP. Podemos sí que ha estado de acuerdo en propiciar un cambio de modelo de explotación, mientras que ZEC considera que con una reforma de no más de 40 millones de euros es más que suficiente.

Pero esto no despeja el futuro de la infraestructura: el Gobierno de Aragón ha remitido tres requerimientos de legalidad, que el Ayuntamiento de Zaragoza ha rechazado, por lo que la posibilidad de que este asunto acabe en los tribunales sigue viva. El presidente, Javier Lambán, además ha calificado la operación como "regalo" a los inversores del Real Zaragoza, con los que mantiene una tensa relación.

En cualquier caso, la hipotética judicialización se ha pospuesto hasta después de las elecciones, por lo que el 28-M puede ser clave. Así lo dijo el consejero de Vertebración del Ejecutivo autonómico, José Luis Soro (CHA), que sostuvo que después de las elecciones quizá no fuera necesario ir a los tribunales en función de quién ganara, dando a entender que si la izquierda conseguía la alcaldía se atenderían los requerimientos de la DGA y por tanto sería innecesaria la vía judicial.

A la espera del resultado de las elecciones, el proyecto de estadio sigue su camino. En junio se abrirá el proceso de selección de las ciudades que serán sedes, que se resolverá en septiembre. Ese mes es el que se ha fijado para resolver el concurso público del nuevo estadio, si no hay tropiezos por el camino. Las obras empezarían en junio de 2024. Será ese el momento de saber si el bebé echa a andar.

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