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De París a la Warner, el viaje con el que rompen barreras los niños del Jean Piaget

Premiado por el proyecto que les llevó a Disneyland el curso pasado, familias y docentes de este colegio de Educación Especial de Zaragoza han repetido experiencia este mes de mayo.

El CEE Jean Piaget, premiado por el proyecto educativo que les llevó a París.
El CEE Jean Piaget, premiado por el proyecto educativo que les llevó a París.
Toni Galan

"A mí me da miedo salir sola con Jairo, hacer viajes con él, y el ir acompañada de profes y otras familias me da seguridad. Hacer este tipo de viajes es romper esas barreras que hay en la sociedad", cuenta Ana Vanesa Lafuente, la madre de Jairo, uno de los 14 alumnos del colegio de Educación Especial Jean Piaget que este mes de mayo han disfrutado de una nueva experiencia de ocio inclusiva.

El curso pasado, un crowdfunding solidario orquestado por sus profesoras les ayudó a cumplir el sueño de viajar a Disleyland París para conocer a sus personajes de cuento favoritos, con los que habían trabajado en clase. Y este curso, gracias al premio de innovación que ganaron con ese proyecto educativo -basado en el aprendizaje a través del juego- han podido darle continuidad con un nuevo enfoque que les ha llevado al Parque Warner de Madrid acompañados de 18 familiares, tres de sus hermanos y otras tres docentes del centro (dos tutoras y una maestra de Audición y Lenguaje). 

"El premio eran 400 euros que destinamos al viaje de la Warner. Vendimos boletos de Navidad y con eso y una pequeña aportación de cada familia nos fuimos tres días a tope. Ha sido una experiencia muy guay. El viaje nos ayuda a conocer gente nueva. A compartir inquietudes con otras personas que pasan por las mismas cosas, y el juntarnos todas siempre es más ameno", cuenta la madre de Jairo.

Ana Vanesa Lafuente y su hijo Jairo, en la galería sensorial Ikono de Madrid.
+Ana Vanesa Lafuente y su hijo Jairo, en la galería sensorial Ikono de Madrid.
H. A.

Este viaje a Madrid ha sido la guinda del proyecto educativo con el que han trabajado los niños del Jean Piaget y sus maestras durante este curso escolar. Convertidos en la Agencia de Detectives '¿Qué hay de nuevo, viejo?', los alumnos de este colegio de Educación Especial, que enseña a alumnos con diferentes grados de discapacidad a causa del autismo, el sindrome de Rett, el síndrome de Down y otras enfermedades raras, han realizado diferentes misiones para conocer a través de los Looney Tunes diferentes campos semánticos

"Son siete misiones donde trabajan vocabulario, conceptos matemáticos, actividades sensoriales, etc.. Por cada misión cumplida, consiguen una zanahoria y la plantan en el huerto, y una vez que reúnen las siete zanahorias liberan a un personaje. El viaje es el último paso, que implica conocer a los protagonistas con los que han ido trabajando todo el curso", explica Raquel Muñóz, una de las impulsoras de esta iniciativa.

Del viaje a la Warner guarda varios momentos especiales para sus alumnos y las familias. "Los chicos se ponen super contentos. Ruth -una alumna- cuando vio al Pato Lucas le contaba todo lo que le había enseñado apoyando su lenguaje oral con gestos del sistema bimodal, y le dijo que con él habían trabajado las letras. Fue un momento muy chuli", destaca Raquel.

Otro momento especial para sus alumnos fue conocer a Coyote, al cual habían liberado meses antes en otro taller educativo dentro del aula tras aprender con él las partes del cuerpo. "Se emocionaron mucho también porque recordaron que lo habían salvado un trimestre", relatan las maestras.

Isabel Martín, madre de Hugo, con quien viajó el año pasado a París, es una de las mamás que han repetido experiencia este curso. Reconoce que hacer este tipo de actividades es importante por dos motivos. "Por una parte se generan relaciones que aquí en los coles es difícil. Y además se puede ver una visión general de la discapacidad que parte del conocimiento de la labor de los profesores pero también del día a día de las familias", indica esta madre. 

Concha Guiu, madre de Ana (4 años): "Es maravilloso que cada vez encontremos más momentos para ese ocio tan importante en nuestras familias, apoyarnos unos en otros eliminando todo tipo de barreras"
Concha Guiu, junto a su marido y sus dos hijas en el viaje a la Warner, este mes de mayo.
Concha Guiu, junto a su marido y sus dos hijas en el viaje a la Warner, este mes de mayo.
C. G.

"Es gratificante ver que un proyecto educativo que nació el año pasado por parte de las tutoras y que terminó con el viaje a Eurodisney ha tenido una continuidad. Al proyecto se han unido más familias y ha generado que a raíz del viaje se den más encuentros fuera del ámbito escolar", valora Concha Guiu, madre de Ana, de 4 años, quien califica esta experiencia de "maravillosa", porque les permite a los padres poder compartir con el resto de familias momentos de ocio que les hacen sentirse acompañados y eliminar juntos "todo tipo de barreras".

Así pues, poder disfrutar de esta experiencia acompañados de otras personas con vivencias similares supone un refuerzo muy grande para muchos padres y familias monoparentales. "Fuera del cole se viven momentos difíciles de gestionar. En el día a día de las familias no tienes ese apoyo tan estructurado que te da la escuela. En el viaje, por ejemplo, un momento crítico era el coger la comida en el buffet libre", cuenta Isabel. 

Raquel Muñoz, una de las profesoras que les acompañó en este viaje, confiesa que esta experiencia es un aprendizaje para ambas partes. "Entre familias se prestan esos apoyos en momentos cotidianos, y para nosotras (las profes) supone conocer al alumnado en otras situaciones que no se dan aquí. La relación que se genera y la visión tan general que te llevas son enriquecedoras", apunta esta maestra de Infantil. 

El apoyo de sus 'tablets' para comunicarse

"No por no poder hablar significa que no tengan nada que decir"

La experiencia de estos alumnos no sería posible sin el apoyo de sus comunicadores, los sistemas que usan en el aula para poder expresarse, y para los cuales el viaje también les sirve de aprendizaje a las familias.  Lo cuenta Elena Juste, maestra de Audición y Lenguaje. "La comunicación aumentativa es algo que tenemos muy presente desde que entran al cole. Son niños que no tienen lenguaje oral y esto les proporciona el medio para comunicarse. No por no poder hablar significa que no tengan nada que decir. Con las tablets no solo les damos comunicación, sino oportunidades de participación", apunta esta maestra, que también acompañó a las familias en este viaje.

Así, durante tres días, las familias recorrieron Madrid, fueron al Parque Warner y hasta visitaron dos galerías sensoriales de la capital: Ikono y Sweet Space. 

Para Isabel, una de las cosas positivas de este viaje fue dormir en una residencia de estudiantes, donde se dieron situaciones que también hacen reflexionar a estas familias. "Había veces que casi no podíamos hablar del ruido que había cenando, y en cambio hay veces que a lo mejor un grito puntual de alguno de nuestros chicos provoca que se giren todos. Ahí se veía muy claro esa barrera que hay… Ayer, sin embargo, celebramos el día de las familias y nos fuimos todos a tomar algo en Zaragoza. Tardaron tres minutos en relajarse todos. Los padres nos tomamos la cerveza tranquilamente y fue genial porque nadie se giró ni dijo nada… Fue todo muy normalizado. A veces estos chicos solo necesitan tiempo y que se normalice un poco eso. Lo que no podemos pretender es que nuestros chicos estén callados todo el tiempo porque entonces no habrá ganado la inclusión", subraya esta mamá, agradecida de haber podido repetir esta experiencia un año más.

"Muchas veces lo importante es estar en los sitios para que te vean. Dormimos en una residencia de estudiantes (Erasmo) y fue también bonito estar ahí", concluyen las familias. 

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