Parecía una visita normal, como otra cualquiera. Una treintena de personas entraban a la Sala del Trono del Palacio de la Aljafería acompañadas de un guía. Mientras observaban la preciosa techumbre mudéjar, un personaje inesperado aparece por uno de los balconcillos. "¡Hermanos, vivimos días grandes para la fe cristiana!", exclama ante la cara de sorpresa de los asistentes. Se trata del inquisidor general que, junto con Al-Muqtádir y Leonor de Sicilia, han desentrañado la historia de la sede de las Cortes de Aragón con motivo de San Jorge.

El Día de Aragón todavía puede celebrarse este lunes en Zaragoza. El Pignatelli también mantiene sus puertas abiertas con decenas de actividades y lo mismo ocurre en la Aljafería, con sus fosos llenos de gente presenciando conciertos o bailando al ritmo de los Beatles. La fiesta sigue en el interior, donde se han celebrado visitas teatralizadas a lo largo del domingo y este lunes de la mano de la compañía Los Navegantes, que se mezclaban entre las no guiadas.

Precisamente, nada más entrar por los arcos se encontraba Al-Muqtádir, rey de la taifa de Saraqusta entre 1046 y 1081, en el Salón Dorado, donde ha explicado que es la principal estancia de este palacio construido en la segunda mitad del siglo XI. "Hemos venido varias veces pero nunca nos cansamos. Cada vez impresiona más y encuentras detalles que antes no habías visto", aseguraba Cecilia Martín, vecina de Zaragoza. Su marido, Óscar Castillo, decía que su sala favorita, "aunque es muy difícil elegir", es la del Trono. "Ayer estuvimos en el Pignatelli y hoy, con la mañana que hace, hemos elegido bien viniendo aquí. Luego saldremos al foso para ver algún concierto", añadía.

Visitas teatralizadas en el Palacio de la Aljafería de Zaragoza

El recorrido continuaba escaleras arriba, donde esperaba Leonor de Sicilia, hija del rey Pedro II de Sicilia y de Isabel de Carintia y Reina de Aragón. Después de intercambiar unas carcajadas con los visitantes, les decía: "Les voy a dejar que sigan con la visita por el palacio. Si ven por ahí a mi marido, no le hagan ni caso, que está loco". Su cónyuge no estaba por ahí, pero el Inquisidor General de Aragón sí que hizo su aparición en el Salón del Trono.

"Los seguidores de la ley de Moisés han partido ya. La doctrina del santo oficio ha prevalecido finalmente. El único pero es que estos techos y muros han sido levantados por mudéjares infieles. Gentes que leen el Corán y rezan a Alá", exclamaba el inquisidor asomado en un balcón, para posteriormente retirarse cantando el Aleluya. "Nos parece una iniciativa muy chula. No solemos venir con guía, pero estas visitas teatralizadas lo hacen todo mucho más ameno", opinaba Salvador Castejón.