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Los agricultores de La Muela recurren a su Virgen de la Sagrada para que llueva

La Cooperativa de San Clemente ha pedido una rogativa para sacarla en procesión e invocar las tan necesitadas lluvias. “Es el peor año con diferencia desde 1943”.

Los agricultores de La Muela recurren a su Virgen de la Sagrada para que llueva.
Los agricultores de La Muela recurren a su Virgen de la Sagrada para que llueva.
Francisco Jiménez

Aquello de “que llueva, que llueva, la Virgen de la Cueva” ha popularizado a esta imagen religiosa en lo que a rogativas para el campo se refiere. Pero en Aragón hay otros muchos santos y vírgenes a los que los agricultores hacen sus peticiones. San Isidro Labrador es el más común, cuya festividad es el 15 de mayo y cuya imagen sale en procesión por numerosos pueblos de toda la geografía aragonesa. Pero hay otras situaciones que, por su extrema urgencia, llevan a solicitar a la Iglesia rogativas ‘pro pluvia’.

Es lo que ha sucedido en la localidad zaragozana de La Muela, donde este sábado se va sacar en procesión a la Virgen de la Sagrada de La Muela, desde la iglesia hasta la ermita de San Antonio. Será a las ocho y media de la tarde y, previamente, a las ocho, se celebrará una misa. Los actos religiosos se celebran a petición de la Cooperativa de San Clemente, que existe desde 1955 y cuyos agricultores no recuerdan un año con tanta escasez de lluvias como éste desde hace mucho tiempo. “Uno de los socios tiene registros desde hace 80 años y atesora que éste está siendo el peor”, asegura Estefanía Laviña, responsable de la cooperativa.

Por eso, lo que va a suceder este sábado por la tarde es un intento a la desesperada de que por fin llueva y se pueda salvar algo de la cosecha. “El cereal ya lo damos por perdido pero de la almendra y el olivo se podría recuperar al menos el 50% si lloviera ya”, explica Laviña. Aunque detrás de esta rogativa hay mucho de fe, no es del todo un brindis al sol. “Hace unos 40 años se sacó a San Clemente, el santo de la cooperativa, y a los dos días empezó a llover como si no hubiera un mañana. Y en torno a 1995 se adelantó la romería de la Virgen de la Sagrada unas semana para que lloviera, y llovió”, asegura.

La romería de la que habla se celebra, de forma habitual, el primer domingo de mayo. Consiste en una caminata desde La Muela hasta Monzalbarba, localidad vecina con la que comparten a la Virgen. “En principio pedimos que se adelantara la romería de este año y se celebrara antes de Semana Santa, pero por diversos motivos no se pudo hacer. Por eso, vamos a sacar a nuestra virgen en rogativa este sábado”, explica Estefanía.

A la izquierda, imagen antigua de la Virgen de La Sagrada; y a la derecha, imagen actual de la Virgen de La Sagrada de La Muela (que es la que se saca mañana en la procesión).
A la izquierda, imagen antigua de la Virgen de La Sagrada; y a la derecha, imagen actual de la Virgen de La Sagrada de La Muela (que es la que se saca mañana en la procesión).
Heraldo

La cooperativa a la que representa la forman 150 socios que se dedican al cultivo de cereal, olivo y almendro, y también al secano. “Este año la situación es extrema y esperamos que se sumen muchos vecinos a la procesión. Primero porque se ha corrido la voz y hay preocupación, pero también por la devoción que tenemos en La Muela por nuestra Virgen de La Sagrada”, asegura Laviña.

Otros actos de fe en Aragón

En Daroca se prepara una acción similar el domingo 23 de abril. “Teníamos pensado celebrar la misa de la primavera en la ermita de Nazaret ese día y pasar un día de convivencia. Pero, recientemente, un agricultor se acercó mostrando su preocupación por la sequía. Por eso, en esa fecha llevaremos a San Isidro y haremos una rogativa para ver si llueve”, explica Federico Castillo, párroco de Daroca. En los seis años que lleva en la zona, nunca había recibido este tipo de solicitud pero, por lo que los vecinos le transmiten, la situación actual es preocupante. “En Mainar bendecimos los términos del campo para San Marcos y para San Isidro, y en Gallocanta se hace lo propio desde la laguna”, expone, como otras de las celebraciones religiosas relacionadas con la agricultura en el Campo de Daroca.

Realizar este tipo de rogativas, procesiones y otros actos era algo muy común en el pasado pero, de un tiempo a esta parte, ha ido perdiéndose. Hace varios años, un grupo de investigadores impulsado por la Agencia Aragonesa para la Investigación y el Desarrollo (ARAID) elaboró una base de datos para recopilar las rogativas ‘pro pluvia’ en diferentes países. Según este estudio, que recoge más de 3.500 manifestaciones de este tipo en once países durante los últimos 650 años, en Aragón, hasta 2021, se habían celebrado 239 (39 en la provincia de Teruel, 181 en la de Zaragoza y 19 en la de Huesca). La más antigua se localiza en Jaca, en el año 1542, cuando se realizó el rito de inmersión de las reliquias del cuerpo de Santa Orosia en la catedral jaquesa.

Aunque las rogativas son actos oficiales y puntuales, a los que solo se recurre en situaciones concretas, en Aragón se siguen manteniendo tradiciones en las que fe y meteorología van de la mano. Además del ya citado San Isidro, que cada 15 de mayo sale a las calles de multitud de pueblos aragoneses, hay otros santos y vírgenes a los que se implora, mirando al cielo.

"Pues de Plenas, Señor, sois el consuelo y las glorias. Cristo de Misericordias, por vuestros clavos, por vuestra cruz, concédenos el agua, divino Jesús"

En la localidad turolense de Cella, por ejemplo, a quien procesionan el 15 de mayo es a la Virgen de Santa Rosina, apodada como “la meona” porque desde siempre ha atraído a la lluvia, y también se han hecho, en años anteriores, rogativas con ella. En Uncastillo, en las Cinco Villas, se veneraba a Nuestra Señora de los Bañales y en Barbastro (Huesca) la elegida es Nuestra Señora del Pueyo. El Santo Cristo de la Misericordia es la figura que da aliento a los agricultores de Plenas, en el Campo de Belchite, y a quien se pide agua con la siguiente plegaria: “Pues de Plenas, Señor, sois el consuelo y las glorias. Cristo de Misericordias, por vuestros clavos, por vuestra cruz, concédenos el agua, divino Jesús”. En la misma comarca, en Azuara, las rogativas se hacen a la Virgen de Cogullada.

“Las rogativas son actos de mucha seriedad y los hacemos porque entendemos que hay una confianza en Dios pero solo en aquellos casos en los que vemos que es necesario pedir que llueva juntos y de esta manera pública”, expone Fernando Ruiz, padre superior del Monasterio del Olivar, en Estercuel (Teruel). En su zona todavía no se ha convocado ningún acto de este tipo pero sí se ha empezado ya a comentar en los pueblos.

En la antigüedad, las rogativas ‘pro pluvia’ conllevaban todo un proceso administrativo para solicitarlas. Cuando los agricultores se veían amenazados por la sequía, acudían a su Ayuntamiento donde entregaban una petición para celebrar dicho acto. El Consistorio evaluaba si realmente era necesaria o no y, en caso afirmativo, enviaba una solicitud a la Iglesia, que hacía lo mismo. Si esta institución otorgaba el visto bueno, le comunicaba al Ayuntamiento en cuestión la fecha y el tipo de acto litúrgico que se debía celebrar. Actualmente, los trámites se han simplificado en parte debido a que este tipo de situaciones ya no son tan habituales. Por desgracia, este año es especialmente seco y a la vista está que la desesperación de quienes viven del campo está llevando a recurrir a estas tradiciones y a sus santos y vírgenes para que, de una vez por todas, llueva.

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