calatayud
Cientos de bilbilitanos y visitantes toman las calles de Calatayud para presenciar el Santo Entierro
La procesión ha contado con todas las hermandades y cofradías, 25 pasos y han salido los personajes esenciales gracias a la colaboración ciudadana.
Entre el silencio, la emoción, la devoción y la expectación, la procesión del Santo Entierro de Calatayud se adueñaron ayer, Viernes Santo, de las calles del casco histórico de la ciudad. Con puntualidad medida, a las ocho de la tarde, el tradicional toque de corneta anunciaba la salida desde la iglesia de San Juan el Real y sus alrededores, donde se congregaban cientos de personas para portar los 24 pasos, así como todas las cofradías y hermandades penitenciales.
A lo largo de su recorrido, desde la calle de Dicenta, la posterior bajada por la Rúa de Dato hasta bordear la plaza del Fuerte y tomar el paseo Cortes de Aragón, las aceras y esquinas servían desde tiempo antes del arranque como punto de espera y observación de centenares de vecinos y visitantes que esperaban con respetuoso silencio el paso de la comitiva, bien de pie o también en sillas y veladores de los establecimientos hosteleros.
En la cabecera se situaba la Venerable Orden Tercera de San Francisco, que daba paso a una primera parte que, según marca la tradición desde el siglo XV, está compuesta por los personajes célebres del Antiguo Testamento, entre ellos los patriarcas, profetas, las tribus de Israel, reinas, sibilas y virtudes, tribus hebreas… Un año más, el reparto de trajes no se pudo completar en sus casi 300 integrantes, pero sí salieron las figuras esenciales.
Su salida desde el templo de San Juan se coordina de forma estricta por la Junta Mayor. En el segundo tramo, el Nuevo Testamento, se incluyen los 25 pasos con los momentos más destacados de la Pasión y Muerte de Jesús, con la 'Borrica' a la cabeza. Entre ellos se intercalaban las cofradías y hermandades, con sus tambores, bombos y cornetas, dejando muestra visual y sonora como las peculiares matracas de los Terceroles escoltando a la Verónica, y algunos personajes célebres.
Tras el giro por la calle de López Landa, el paso por la plaza de San Francisco y remontar la de Joaquín Costa, el itinerario continuaba por la plaza de Bardagí hasta estrecharse por La Bodeguilla y desembocar en la plaza del Mercado. Allí se realizó el auto sacramental, con las cofradías bordeando el centro del corazón de la ciudad, donde se representa con solemnidad el funeral entorno a un catafalco.
Tras los marcados cuatro martillazos que dan por cerrado el ataúd, la procesión volvía a San Juan el Real descendiendo por la Rúa y cruzando de nuevo por la calle Dicenta. Según recordabael secretario de la Junta Mayor de Semana Santa, Francisco Javier Lorenzo de la Mata, es un rasgo característico de la ciudad: "El Ministerio de Cultura la incluye como la primera de su lista de las más antiguas y peculiares de toda España". A eso se suma su reconocimiento como de interés turístico regional.
