ZARAGOZA

Condenado por la violación de una joven en la explanada del castillo de Calatayud

El acusado habló en el juicio de un "rollito" consentido, pero el tribunal da mayor credibilidad al relato de la víctima.

El Castillo Mayor de Calatayud recibió este sábado las primeras visitas tras más de un año de obras
Imagen de archivo del castillo de Ayyub de Calatayud, donde se produjo la violación.
Macipe

La Audiencia de Zaragoza acaba de condenar a Mihaita G. G. a siete años y medio de cárcel por la violación de una joven de Calatayud, a la que    se llevó en coche hasta las ruinas del castillo de Ayyub para satisfacer allí sus instintos sexuales. Durante el juicio, celebrado el pasado 28 de febrero, el acusado trató de convencer al tribunal de que nunca obligó a la chica a hacer algo que no quisiera. De hecho, llegó a calificar la relación de un mero «rollito». Sin embargo, los magistrados de la Sección Sexta han dado mayor credibilidad a la versión de la víctima, quien    desde el primer momento dejó claro al joven que no quería nada con él. Pese a ello, este acabó recurriendo a la violencia para    penetrarla por vía oral y vaginal.

Los hechos se produjeron en la madrugada del 31 de marzo de 2018, después de que agresor y víctima coincidieran a las puertas del pub Australian, ubicado en el céntrico paseo de las Cortes de Aragón. Según declaró la joven durante la vista, ella nunca había hablado hasta entonces con el acusado, pero tenían algún amigo en común y no tuvo reparos en subirse esa noche a su coche. «Me dijo que iba a llevar a David a su casa y que si iba con ellos luego me volvería a traer al bar. No me dio mala espina y los acompañé», relató. Circunstancia de la que terminó aprovechándose el acusado para ejecutar su plan.

El acusado, Mihaita G.G., durante el juicio celebrado en la Audiencia de Zaragoza.
El acusado, Mihaita G.G., durante el juicio celebrado en la Audiencia de Zaragoza.
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Se la llevó a un lugar apartado

Para sorpresa de la chica, cuando el investigado dejó en su domicilio al tal David, en lugar de regresar a la discoteca continuó conduciendo su vehículo hacia un parque. Extrañada, ella le preguntó qué hacía, a lo que él respondió que estuviera tranquila. «Me dijo que solo íbamos a echar un cigarro», declaró la víctima en el juicio. Pero los planes del acusado eran otros, ya que acabaron en las ruinas del castillo de Ayyub, un lugar apartado del casco urbano y sin iluminación en el que la joven no tuvo ninguna oportunidad de pedir ayuda.

Como declara probado la sentencia, nada más aparcar su coche en la explanada que hay junto a la fortificación, el encausado se pasó a los asientos traseros. Allí empezó a manosear a la joven, que enseguida le apartó la mano. El varón no se dio por aludido    y no tardó en quitarse los pantalones para agarrar después del cuello a la víctima y bajarle la cabeza hacia sus genitales, obligándola a practicarle una felación. De nada sirvieron los intentos posteriores de la chica por quitarse a su agresor de encima, ya que se vio superada por la situación. Con tan mala suerte que la puerta del coche por la que ella podía haber intentado huir estaba bloqueada, lo que Mihaita G. G. aprovechó para quitarle la ropa y violarla.

A la hora de dictar una sentencia condenatoria, la Audiencia Provincial ha tenido muy en cuenta el relato firme y sin fisuras de la denunciante, quien no dudó en informar a su cuadrilla de la sucedido en cuanto su atacante volvió a dejarla en el pub Australian. La víctima llegó sofocada y con el rostro desencajado, razón por la que uno de sus amigos se ofreció a acompañarla a su domicilio.

Ella aprovechó el camino de vuelta para revelarle que había sido violada, por lo que el chico le aconsejó que acudiera a presentar a una denuncia a la comisaría de la Policía Nacional en Calatayud. Ello permitió activar el protocolo de agresiones sexuales y trasladarla de inmediato a un centro sanitario, donde la exploraron y recogieron muestras de ADN para acreditar la agresión e  identificar a su agresor.

Contra la sentencia todavía cabe recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Aragón.

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