zaragoza
Los vecinos del meandro de La Almozara se unen contra las inundaciones por las riadas
Denuncian que la construcción de ciertas infraestructuras durante la Expo 2008 agravó los daños de las crecidas en una zona que cuenta con 212 viviendas y 543 hectáreas de explotación agrícola.
Piden conservar sus hogares y propiedades. Y volver a vivir en armonía con el río Ebro. Los vecinos del meandro de La Almozara, en Zaragoza, se han constituido en una asociación para luchar contra las inundaciones causadas por las riadas, que tantos daños les están generando en los últimos años. Alrededor de un centenar de personas forman parte de la entidad, Apema, y prevén que la cifra siga creciendo en los próximos meses. Sobre todo, porque en esta zona hay censadas 212 viviendas y hay hasta 543 hectáreas de explotaciones agrícolas que se ven afectadas por las crecidas.
En el acto oficial de presentación celebrado este miércoles en el Teatro de las Esquinas, su presidente, Joaquín Murillo, ha reivindicado el valor de esta zona como un "patrimonio histórico, cultural y natural" de la capital aragonesa y ha advertido de la necesidad de intervenir para que no se pierda. "Somos el jardín de la ciudad, la huerta de muchos zaragozanos, el paraje natural a orillas del Ebro más visitado de la ciudad y posiblemente más bello", ha destacado.
Sin embargo, ha denunciado que determinadas infraestructuras que se levantaron en esta zona con motivo de la Expo 2008 generaron un problema donde antes no existía. En concreto, desde la Asociación de Propietarios del Meandro de La Almozara aseguran que el carril bici que se construyó entonces, que une el Parque Deportivo Ebro con el puente de la AP-2, ha provocado, por su "mal diseño, las peores inundaciones jamás vistas".
Desde entonces, según ha explicado Murillo, "las riadas han dejado de ser una lámina de agua de 20 a 40 centímetros que cruzaba el meandro en un día, en apenas unas horas y sin crear graves daños, para llegar hoy a inundar hasta los 3 metros de altura en algunos puntos del valle, sumergiendo casas enteras bajo las aguas casi durante una semana". El problema, indican, es que el carril bici funciona como una suerte de dique que represa el agua de las crecidas. "Todos los habitantes del meandro lo saben y lo llevan sufriendo más de una década", ha denunciado el presidente de la entidad.
No obstante, no se posicionan en contra de esta vía para ciclistas, sino que demandan "sencillas intervenciones de ingeniería hidráulica que acabarían con el problema". Por ejemplo, creen que "unos simples desagües a lo largo del carril" permitirían que el río pueda retornar a su cauce. Lamentan que este "error humano" lleva años "aumentando la destrucción de propiedades, viviendas, campos y negocios", y que incluso "ha producido la muerte de muchos animales con todo el dolor que eso conlleva".
Además de las 212 familias que habitan la zona y de las explotaciones agrícolas, hay también en el meandro una granja escuela, una paridera de ovejas, una vaquería de engorde de terneros y una cuadra equina, así como el Centro Canino Aragonés. Igualmente, se encuentra allí el Parque Deportivo Ebro, el embarcadero de Ebronautas, un vivero y más de un millar de huertos urbanos.
