arboricultura

La explosión de la primavera llega a Zaragoza

Un año más -aunque un poco más tarde de lo habitual- las flores de árboles como el ciruelo rojo, el almendro o el olmo adornan calles y campos, recreando nuestro particular ‘cherry blossom’ aragonés.

Zona de Aragonia
Árboles en flor en la zona de Aragonia
Camino Ivars

Año tras año Japón se convierte en destino de peregrinación de miles de turistas llegados de rincones de todo el mundo atraídos por la explosión de la primavera, los cuales buscan ver el país teñido de rosa con motivo de la celebración del ‘Cherry Blossom’ o festival de la floración del cerezo. Un momento en el que la flor de este frutal, denominada ‘sakura’, se convierte en la gran protagonista.

Salvando las distancias, puesto que en Aragón no contamos con tal cantidad de estos árboles, desde hace unos días varios puntos de la capital aragonesa y de buena parte del campo aragonés cuentan con algunos de estos coloridos árboles. Y aunque los expertos corroboran que este año ha llegado un poco más tarde de lo habitual, la primavera zaragozana ya está aquí y durante al menos 10 días, los vecinos de la capital aragonesa podrán disfrutar de esta explosión de color en varios rincones de Zaragoza.

Así, durante estos días de clima primaveral -e incluso veraniego- resulta habitual encontrar a viandantes que se detienen ante la florida estampa que nos regala esta antesala de la primavera. Un espectáculo de color que podemos encontrar en varios puntos como el puente de Piedra -en su margen izquierda-, la ribera del Ebro -desde Las Fuentes hasta el puente de Hierro-, la Gran Vía o Fernando El Católico, así como algunos rincones perdidos del Parque Grande José Antonio Labordeta. La ruta prosigue por ciertas calles ubicadas en barrios como Las Fuentes -destacando la estampa que ofrece la calle Figueras por estas fechas-, las Delicias -calle Unceta-, La Almozara -llegando hasta la pasarela del Voluntariado- o La Jota y el barrio Jesús, así como en la zona de la Expo.

Pero, ¿qué árboles son exactamente los protagonistas de estas vistosas estampas? La gran mayoría de ejemplares son ciruelos rojos -‘prunus pisardi’-, aunque también encontramos algún almendro, olmos e incluso fresnos en pleno apogeo, como explica Natxo Piedrafita, arborista y ambientólogo zaragozano, miembro de la Asociación Española de Arboricultura y fundador de Treecologic, empresa especializada en la asesoría de arboricultura. “Este año la primavera ha llegado algo más tarde de lo habitual debido, sobre todo, al cambio climático. Una realidad que, lamentablemente, ha venido para quedarse”, explica.

Por la zona Expo de Zaragoza
Por la zona Expo de Zaragoza
Camino Ivars

¿Y en qué se traduce este fenómeno a nivel de naturaleza urbana? Atendiendo a la fenología -ciencia que estudia los fenómenos biológicos que varían según los ritmos estacionales y el clima- sobre todo en que los tiempos de floración cada vez son más cortos pues el verano se alarga y la hibernación se vuelve prácticamente inexistente debido a unos otoños cada vez más primaverales y unos inviernos casi imperceptibles como el de este año. “Durante las temporadas de frío los árboles de hoja caduca reúnen reservas para prepararse para la primavera. Es como si entrasen en parada. Este año eso no ha ocurrido, y en febrero ha hecho algo más de frío lo que se ha traducido en un retraso de la llegada de esta primavera en unas dos semanas”, afirma.

Sobre los árboles rosas que estos días podemos encontrar por varios puntos de la ciudad, se trata del denominado ‘Prunus cerasífera variedad pisardii’ o ciruelo rojo, que suele ser el primero en florecer año tras año. Pero, ¿cómo distinguirlo de un almendro, por ejemplo? En el primer caso, sus flores blancas no duran mucho -unos 10 o 12 días- mientras que en verano su follaje se vuelve de color rojo. “Las flores del almendro -o ‘Prunus dulcis’- tienen cinco pétalos blanco-rosados y cinco sépalos rojizos. Además, casi no tienen peciolo -ese rabito que lo une a la rama del árbol-”, añade el experto. En este último caso, encontramos algún ejemplar tanto en el parque Grande como en los alrededores de Helios. Ambos forman parte de la familia de las rosáceas.

Algunas personas se detienen a fotografiar el paseo lleno de flores.
Algunas personas se detienen a fotografiar el paseo lleno de flores.
Camino Ivars

Del árbol del amor a los tilos

En algunos puntos de la ciudad también encontramos el ‘Cercis siliquastrum’, más conocido como Árbol del amor -por la forma de sus hojas-, árbol de Judas o árbol de Judea, el cual destaca por sus flores de color violeta. Éstas también podrían confundirse con la flor del ciruelo, muy parecida, pero que en este caso cuenta con cinco pétalos más blanquecinos, y cinco sépalos rojizos-granates. En cuanto al árbol del amor, éste pertenece a una familia completamente distinta. “Su flor, de color morado, sale directamente del tronco y se caracteriza por asemejarse a una mariposa”, resume Piedrafita.

Parque de la Almozara
Parque de la Almozara
Camino Ivars

El espectáculo no ha hecho más que empezar, y durante las próximas semanas muchos árboles de Zaragoza se unirán a la fiesta del color (no apta para alérgicos al polen),  como las acacias, las catalpas, los castaños de indias, los perales o los manzanos; o ya, por el mes de mayo, los tilos que dotan de ese olor tan característico al Paseo de la Independencia. Tenemos por delante unos cuántos días para disfrutar de esta explosión de la primavera por nuestras calles, plazas y vías. 

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