sucesos 

Un adolescente de 15 años planeó la venta de criptomonedas que acabó en una reyerta en El Gancho

Cuatro de los seis implicados, entre ellos el menor, sufrieron heridas de arma blanca. 

Los criptoactivos se enfrentan a un nuevo horizonte,
Las compraventa de criptomonedas originó el altercado. 
Pixabay

Un adolescente de 15 años vecino de Barcelona parece ser el artífice de la operación de compraventa de criptomonedas que acabó en un robo con violencia y cuatro heridos por arma blanca, entre ellos el propio menor.. 

No obstante, en su caso las heridas fueron de escasa entidad (un corte en un dedo y una pequeña brecha en una ceja). Peor parado salió el joven que había contactado con él para hacer la transacción, I. M. G. G., de 26 años, que recibió dos cuchilladas en el abdomen.

Según contó este último a la Policía, entabló conversación con el menor a través de la red social Telegram, y quedaron en verse en la capital aragonesa para que le vendiera 1.000 euros en criptomonedas, con intención de ampliar la cantidad si todo iba bien. La operación se iba a llevar a cabo en un piso de la calle de Miguel de Ara, en el barrio del Gancho, según quedó reflejado en las diligencias policiales.

El menor, que reside en Hospitalet de Llobregat, se desplazó hasta Zaragoza en un turismo con otros tres amigos, de entre 20 y 27 años. Sobre las 21.00 del pasado domingo, llegaron al punto acordado y mientras dos se quedaban en el coche, el adolescente y otro joven subían al piso y se encontraban con I. M. G. G. 

Este, a su vez, le había pedido a un amigo de Zaragoza que le acompañara y, como no se fiaba, le dijo que lo esperara en una habitación por si tenía que ayudarle en el caso de que algo no fuera bien. En un cajón del cuarto la Policía hallaría luego 18.750 euros en billetes de 50.

Al parecer, cuando empezaron a negociar I. M. G. C. solicito a los dos jóvenes catalanes que le mostraran cómo iban a hacer la venta y estos le pidieron que les enseñara el dinero. Pero, al sacar la cartera con 1.000 euros, uno se los quitó tras pegarle una patada en la cabeza y salieron corriendo escaleras abajo. Ante los gritos de I. M. G. G. tanto él como su amigo J. M. F. P. fueron tras ellos y les dieron alcance en las escaleras.

Allí fue donde, según declararon luego, uno sacó un cuchillo y se lo clavó dos veces en el abdomen a I. M. G. G. y no consiguió hacerlo una tercera porque J. M. F. P. sujetó el filo con la mano, lo que le produjo profundos cortes en la base de los cinco dedos de esa mano.

Los dos heridos pidieron ayuda en la calle y fueron trasladados al hospital. Después, el menor y J. T. D., de 20 años, acudieron a urgencias con heridas de arma blanca, también en las manos, sobre las que dieron unas explicaciones que no convencieron a la Policía Nacional. Al final, los seis fueron detenidos, pero luego quedaron en libertad, tal y como pidieron sus letrados Carlos Castillo y Sergio Baquero. El menor fue entregado a sus padres.

 

 

 

 

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