exposición
Retrospectiva de 25 años del pintor David Castillo en el hotel Boston de Zaragoza
El artista, afincado en Azaila, regresa a la sede donde se dio a conocer hacer un cuarto de siglo.
El artista David Castillo inaugura el próximo día 23 en el hotel Exe Boston de Zaragoza su exposición titulada “Vuelta atrás”, con la que celebra los 25 años transcurridos desde su exposición del año 1997 en el mismo hotel y en la que mostrará una selección de obras de gran formato pintadas en el último cuarto de siglo.
La muestra es un repaso a su obra, una mirada al pasado, "una parada en el camino para mirar lo recorrido", según señalan los organizadores. Si algo ha caracterizado la obra de David Castillo desde sus comienzos es el uso de la simbología y del color "como forma de llamar la atención sobre el espectador, atraerlo a su mundo como una ventana mágica. Un color dotado de fuerza e impacto."
Tal como dijo la crítico de arte Desirée Orús en el catálogo de la exposición de hace 25 años, “al arte se le pide que se mezclen en él lo habitual y lo mágico, porque donde sólo se encuentra lo habitual no hay arte y donde sólo hay magia su efecto es simplemente la emoción”.
Otra de las constantes en la obra de David Castillo ha sido el uso de signos como elementos atávicos de culturas del pasado que están presentes en toda su trayectoria. Desde sus comienzos y cambiando de temáticas o de técnicas siempre están presentes, en su última etapa influenciado por la arqueología y el mundo rural se repiten pautas como la utilización de su propio signario o la aparición de objetos como las puntas de flecha, las hachas o las lanzas.
Tras aquella exposición de 1997, con signos inventados y de carácter mágico, se centra ahora en las texturas urbanas de un mundo industrial y tecnológico, aun cuando se traslada a vivir a un pequeño pueblo en vías de despoblación.
Ya en el mundo rural, se centra en conceptos más naturales como las capitanas o el mundo de la arqueología, del que es conocedor realizando trabajos de arqueología experimental con su proyecto 'Vida primitiva'.
En cuanto a la técnica pictórica, mantiene en estos últimos años el uso del pigmento sobre lienzo, "ese duelo entre el artista y la materia que siempre lo ha caracterizado".
Pintor, escultor, fotógrafo y herrero, lleva desde los 16 años dedicándose profesionalmente a las artes. En 1992, empieza a realizar exposiciones en bares de Zaragoza, como El Bonanza, El Espejo o El tango, con sus amigos del Colectivo Subterráneo (Julio Sari y Alfredo Losada).
Ha expuesto en galerías privadas, instituciones públicas y museos de pueblos y ciudades. En 2000, junto con Eva Gil y la fotógrafa oscense tristemente fallecida, Alegría Lacoma, crea Birrus, un estudio de diseño, arte y fotografía.
Miembro fundador de la asociación Arte Monegros. En el año 2003, junto con su pareja se traslada a vivir a Azaila, un pueblo aragonés "en vías de despoblación". Actualmente, realiza trabajos creativos con Birrus Design and Art desde la localidad turolense.
Continúa su labor artística y empieza su periodo de experimentación arqueológica y con la forja. Reproduce objetos del pasado con las técnicas de la Antigüedad. Crea 'La Fragua Íbera', un proyecto en el que recrea las técnicas de forja del pasado.
