El Jueves Lardero vuelve a lo grande a Zaragoza: “Vamos a 30 bocadillos de longaniza por minuto”

Decenas de personas han hecho fila desde las 16.00 para hacerse con el ya tradicional bocadillo de longaniza

Reparto de longaniza, este Jueves Lardero en Zaragoza
Reparto de longaniza, este Jueves Lardero en Zaragoza
Oliver Duch

El Jueves Lardero ha vuelto a lo grande a Zaragoza. Decenas de personas han hecho fila desde las 16.00 -dos horas y media antes de que empezara el reparto- frente a la sala Multiusos del Auditorio para hacerse con el ya tradicional bocadillo de longaniza. “Vamos a 30 por minuto”, contaba uno de los peñistas voluntarios entre grupo y grupo. Los primeros en catarlos han sido un grupo de la Fundación José Luis Zazurca. “Cada actividad que organizan, allá que vamos”, explicaba Cristina Gracia, una de las monitoras.

Animados por el conde de Salchichón, que apenas ha tenido tiempo entre foto y foto, cientos de zaragozanos, mayores y pequeños, han pasado a por su bocadillo, acompañado por un vaso de cerveza, de vino o agua. “Para nosotros ha sido la primera vez, pero si lo hacen el año que viene repetiremos. Voy a preguntar dónde han comprado la longaniza, porque está buenísima”, decía Mª Carmen Caravantes junto a su nieta, Laia, de 7 años.

Para Miguel Pérez, de la peña El Bullicio, el Jueves Lardero forma ya parte de la tradición. “Venimos todos los años. Para nosotros es una fiesta de familia. En el pueblo era igual. No falto desde pequeño”, comentaba junto a su mujer.

Para Ignacio García e Irene García, en cambio, era todo lo contrario. "Llevamos viviendo tres años en Zaragoza y es nuestra primera vez. Somos unos guiris en todas estas tradiciones, pero está bastante chulo. Los niños incluso han podido comer longaniza ya en el colegio", contaba él.

El olor a longaniza hacía que pocos pudieran resistirse a ponerse a la fila. "Nosotros hemos venido con los amigos. Procuramos avisarnos unos a otros siempre que hay cosas de estas", contaba Alfredo Aznar junto a un grupo de más de una decena de jubilados.

Mientras unos comían, otros trabajaban sin descanso para preparar los bocadillos. “Hemos empezado a freír a las 16.45. Primero han ido las longanizas para celiacos y después, el resto. Sacamos unas 150 cada 20 minutos”, explicaba Pedro Jesús Puerto, que lleva 20 años participando.

A pocos metros, Sandra Abós apenas tenía descanso. “Llevamos desde las 16.00 sin parar. Hemos cortado el plan, la longaniza y preparado las mesas con la bebida”, señalaba.

La ayuda de las peñas, ya fueran de Interpeñas o de la Unión Peñista, ha sido fundamental, con entre cuatro y cinco voluntarios por cada una. También han colaborado los voluntarios de Zaragoza y de Protección Civil. Y ha habido incluso ‘repartidoras’ VIP, ya que tanto la vicealcaldesa, Sara Fernández, como la concejala de Servicios Públicos y Movilidad, Natalia Chueca, como la titular de Mayores, Paloma Espinosa y el de Acción Social, Ángel Lorén, se han pasado por la plaza de Miguel Merino para echar una mano.

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