sucesos

Condenan a los tíos de una joven de Zaragoza por encadenarla para que no se fuera con el novio

La familia no aceptaba la relación que mantenía con un chico de otra nacionalidad, al que llegaron a amenazar de muerte. Sin embargo, la historia no ha acabado del todo mal.

Una de las tías de la víctima, cuando fue detenida por la Policía Nacional en Zaragoza.
Una de las tías de la víctima, cuando fue detenida por la Policía Nacional en Zaragoza.
Policía Nacional

El 17 de agosto de 2021 la Policía Nacional se vio obligada a echar abajo la puerta de una vivienda de la calle de Oviedo, en pleno barrio de Torrero de Zaragoza. Poco antes, un joven había llamado al 091 para alertar del secuestro de su novia, de 18 años.

El denunciante contó que a la chica la había raptado la propia familia de esta porque no aceptaba que mantuviera una relación sentimental con un varón de nacionalidad marroquí. Cuando los agentes lograron entrar en el domicilio, hallaron a la víctima encadenada por el pie a la reja de una ventana. De hecho,  tuvieron que tirar de cizalla para liberarla.

El rescate se produjo sobre las    cinco de la tarde, pero había sido cuatro horas antes cuando la familia se había presentado en el bar del Gancho donde estaba tomando algo la pareja para llevarse a la fuerza a la víctima. Cuando el novio trató de impedirlo, lo empujaron y le amenazaron con «rajarle». También le dijeron que le «matarían» a él y a sus padres si no cortaba la relación. Pero ello no evitó que el chico acabara llamando a la Policía Nacional para denunciar lo ocurrido.

El suceso se saldó con la detención de cinco personas: el padre de la joven, dos hermanos de este y las respectivas mujeres de los últimos. La jueza de guardia estuvo a punto de decretar prisión provisional para las tías al descubrir que habían sido ellas las encargadas de encadenarla y colocarle hasta cinco candados. Sin embargo, la magistrada hizo algo poco habitual, llamar a la víctima para escuchar su versión de los hechos antes de pronunciarse sobre la medida de prisión. La joven contó entonces que sus tías le habían ordenado que se atara con la cadena y que ella, por el respeto que impone a sus mayores la ley gitana, les hizo caso.

Las explicaciones de la víctima, reconociendo que ella misma se había encadenado, llevaron a la    jueza a decretar libertad provisional para los cinco detenidos. Durante la fase de instrucción, se archivó la causa contra el padre de la joven, ya que los dos matrimonios aseguraron que los únicos responsables de lo ocurrido eran ellos. Por ello, fueron estas dos parejas, formadas por Lisardo R. G., Jonatan R. G., Joana G. M. y Miriam B. B., las que ayer acabaron en el banquillo.

La Policía los arrestó en su momento por delitos de detención ilegal y amenazas. Sin embargo, el devenir de las pesquisas obligó a la Fiscalía a revisar después los cargos, acusando finalmente a los encausados por delitos de trato denigrante y coacciones. Y al confesar los cuatro la autoría, su abogado, Javier Elía, llegó a un acuerdo con el Ministerio Público para rebajarles el castigo. De tal manera que a Joana G. M., por ser quien buscó la cadena y ordenó a su sobrina atarse, le impone seis meses de cárcel. Los otros tres han saldado cuentas con la Justicia con multas. Lo que ha quedado demostrado es que ni el amedrentamiento ni el rapto sirvieron para nada, porque la pareja no solo siguió junta sino que ya tiene un hijo.

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