Sucesos

Acusan a una mujer de romper un vaso de cristal a otra en la cara cuando bailaba en una discoteca

La víctima, que sufrió un traumatismo facial, pide dos años y medio de cárcel para la agresora, con alteraciones psíquicas.

Vista de los bares en el Tubo de Zaragoza
Calles de El Tubo, donde se ubica la discoteca
Oliver Duch

Una violenta agresión en una popular discoteca de Zaragoza podría costarle hasta dos años y medio de prisión a Nerea A. G., porque esa es la condena que pide para ella la víctima por romperle un vaso de cristal en la cara y causarle un grave traumatismo facial. Como consecuencia del ataque, la joven tuvo que ser asistida de urgencia en el hospital Miguel Servet, donde le pusieron nueve puntos de sutura para cerrar la herida. Precisó también de varias sesiones de asistencia psicológica, tardando en recuperarse 30 días, doce de los cuales estuvo impedida para sus ocupaciones habituales.

Los hechos que llevarán a la acusada al banquillo se produjeron sobre las 3.40 del 1 de julio de 2022 en la discoteca Kenbo, ubicada en la calle del Cuatro de Agosto, en pleno corazón de El Tubo. La víctima se encontraba bailando con un grupo de amigos cuando vio que la acusada se dirigía a ella con un vaso de cristal en la mano. No imaginaba que se lo iba a estampar en la cara, por lo que ni siquiera pudo apartarse para evitar el fuerte golpe.

Además de la pena de prisión por un delito de lesiones agravadas, la acusación particular, a cargo de la letrada Elisa Cardona, pedirá en el juicio que a la agresora se le imponga una medida de alejamiento para que no pueda comunicarse ni acercarse a menos de 250 metros de la víctima durante cinco años. La abogada solicitará también una indemnización de 11.393 euros, ya que al perjuicio personal y las secuelas añade el lucro cesante. Y lo hace porque la agredida tenía un contrato para trabajar durante dos meses en una tienda, del que no pudo disfrutar debido a su prolongada convalecencia.

La Fiscalía acusa a Nerea A. G. de un delito de lesiones, pero en lugar de una pena de cárcel propone como castigo una multa de 1.200 euros. Basándose en los informes forenses, que dicen que la acusada padece un trastorno de la personalidad con alteraciones psíquicas, el Ministerio Público entiende que la agresora tenía su imputabilidad "muy disminuida”. Razón por la que pide que se le aplique una eximente incompleta.

En cualquier caso, la Fiscalía considera que además de pagar la multa y una indemnización de 2.420 euros, la acusada deberá someterse a tratamiento psiquiátrico ambulatorio durante un periodo de dos años.

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