De Zaragoza a Jordania para hacer visible al cáncer

La zaragozana Olga Martín, superviviente de un tumor de mama, fue una de las cinco mujeres elegidas para participar en el Reto Pelayo Vida.

Olga Martín, superviviente del cáncer, este miércoles en Zaragoza.
Olga Martín, superviviente del cáncer, este miércoles en Zaragoza.
Guillermo Mestre

Más de 5.000 kilómetros separan Zaragoza de Jordania. Una muy intensa jornada aguardaba a la zaragozana Olga Martín, con hasta 12 etapas de pruebas, en lo que terminaría siendo "una experiencia inolvidable". En la cima del Jabal Ramm, una montaña de 1.734 m sobre el nivel del mar, ahora se exhibe una bandera aragonesa gracias a ella, en honor a su madre, a la Comunidad y, sobre todo, para visibilizar el cáncer de mama y la lucha contra esta enfermedad.

En 2022 se detectaron hasta 996 tumores de este tipo, según los datos del observatorio de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC). Esta zaragozana fue una de las cinco mujeres elegidas para participar en el Reto Pelayo Vida, un proyecto que, cada año, busca que cinco mujeres supervivientes de cáncer "hagan realidad sueños y objetivos que parecían inalcanzables", llevando a cabo un gran reto deportivo en alguno de los lugares más recónditos del planeta, liderado por grandes personajes del panorama científico y deportivo del país. En este caso fue Jordania.

"La experiencia es impresionante. Solo te pasa una vez en la vida. Nunca piensas que alguien corriente como yo pueda vivir un sueño así. Es tan intenso todo lo que vives allí, que necesitas bastante tiempo para asimilarlo", aseguraba Olga Martin, dos meses después de haber vuelto a Zaragoza. 

Con este reto, el mensaje que las cinco participantes querían lanzar es "de esperanza". "Hay muchísima vida después del cáncer. Queremos decirle a cualquier persona que esté pasando ahora por esta enfermedad que se puede salir y que no es el fin", relataba esta zaragozana de 50 años. Este tumor hace que "muchos días sientas abatimiento y la mente vaya muy rápido". Y por eso, dice que cosas como esta "son un estímulo" para las personas que están pasando por ese infierno.

Una experiencia vital y de cuento

La aventura parecía un cuento. Haciendo rápel por un cañón para llegar al mar negro, cuatro etapas en bici atravesando Petra de noche para llegar al Siq viendo el amanecer. Después asomó el solitario desierto, y las participantes del reto tuvieron que emplearse a fondo para pisar fuerte sobre la arena. 

Una de las mayores dificultades que se encontraron, además de la dureza física de las pruebas, fue la caída de una de las integrantes del grupo. "Le empezó a dar calambres en la pierna, volvieron a intentarlo, Pilar era una de las más fuerte en las bicis. El primer día de la bici... fue un golpe durísimo para todo el equipo", expresaba Martin.

Prometieron terminarlo juntas y por su compañera lo consiguieron. Ahora, la organización estrenará en febrero un documental con estas cinco supervivientes del cáncer, que quieren servir de ejemplo para otras que estén en la misma situación. 

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