sucesos

Detienen a un joven futbolista de Zaragoza al que un estafador suplanta la identidad

Los agentes lo sacaron de madrugada de un hotel donde se había alojado con una amiga y pasó la noche en el calabozo.

El camino de las Torres, a la altura del Hotel Boston.
La detención se produjo en el hotel Boston de Zaragoza..
Aránzazu Navarro

Alejandro P. B., de 23 años, continúa siendo víctima de un estafador que suplantó su identidad para cometer pequeñas estafas pero también, indirectamente, de las Fuerzas de Seguridad, pues siguen deteniéndolo a pesar de conocer su caso y las veces que ha comunicado que él no es a quien buscan los juzgados.

Pero no sirve de nada y en la madrugada del día de San Valero la Policía se presentó a las 4 en el hotel Boston, donde Alejandro P. B. se había alojado con una amiga, y se lo llevó detenido. "En esta ocasión además fue peor, pues aunque les explicó lo que pasaba, terminaron fichándolo, fotografiando y tomándole las huellas. Luego lo metieron en el calabozo y hasta las 11.00 no lo llevaron al juzgado. Una vez allí, con su abogado, se aclaró todo y el juez lo dejó en libertad, pero ahora está fichado", lamenta su padre.

Los agentes fueron al hotel porque el joven alquiló la habitación con su DNI y, al ser comprobados los datos por la Policía, se dieron cuenta de que tenía una orden de busca y captura emitida por un juzgado de un pueblo de Sevilla en septiembre de 2022. La requisitoria hacía referencia a una denuncia interpuesta en 2020 por una estafa sufrida cometida en la provincia andaluza.

La misma dirección de siempre

"No es normal que lo estén buscando y que los juzgados no tengan nuestra dirección porque la hemos facilitado en todas las causas. Es la misma desde hace 20 años y no la hemos cambiado. A estas alturas tenemos 25 notificaciones de toda España", cuenta. "Tampoco es lógico –añade– que la Policía, o la Guardia Civil cuando se produce en su ámbito, no tenga la información ni los datos de mi hijo, con las veces que ha pasado". Agradece, no obstante, el trato recibido: "No lo esposaron ni nada, pero ahora ya tiene un antecedente policial", lamenta.

El problema que afronta Alejandro P. B. –futbolista de profesión que ha renunciado a contratos en el extranjero por esta situación–, comenzó en 2019 cuando un delincuente se hizo con su DNI, le suplantó la identidad y comete a cometer estafas a través de internet y facilita números de teléfono de líneas que contrata a su nombre. Muchos de los fraudes han consistido en ventas de cachorros de perros en páginas web, ventas de unos 400 euros que ha cobrado pero no ha efectuado.

El afectado calcula que contrató una veintena de líneas a su nombre y con cada una de ellas cometió varias estafas. Los afectados por los engaños son de toda España, pues contestan a anuncios de páginas webs desde cualquier punto y, por lo tanto, hay un montón de juzgados dispersos que instruyen causas contra él. En cada una se tiene que personar para aclarar que no es él a quien buscan y que se trata de una usurpación de identidad de la que es víctima. Su abogado, Alberto Delgado, también ha intentado que los asuntos se frenen en las comisarías, antes de enviarlos al juzgado y evitar todo el costoso proceso.

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