ZARAGOZA

125 años de La Caridad, "la educación como mejor manera de superar la pobreza"

La institución celebrará el viernes una gala de aniversario, en la que recordará momentos emotivos como las filas de 'la sopa boba' o el alquiler de sillas para las procesiones.

Una imagen de alumnos de La Caridad en la década de 1920.
Una imagen de alumnos de La Caridad en la década de 1920.
Heraldo

Nació con la vocación de erradicar el hambre y la mendicidad en las calles de Zaragoza, y se ha ido adaptando a las necesidades de la sociedad demostrando que no es lo mismo beneficencia que justicia social. Fue fundada en 1898 por el alcalde Francisco Cantín y Gamboa, apenas dos meses después de llegar a la Alcaldía, y con la idea de intentar erradicar de las calles de Zaragoza la pobreza y la mendicidad de gente que, atraída por el desarrollo industrial, llegaba desde el mundo rural y acababa junto a mendigos y personas desarraigadas en las puertas de las iglesias. 

Cantín y Gamboa implicó a todas las instituciones civiles de la época y al Arzobispado y hoy, afortunadamente, quedan en el olvido casi cinematográfico aquellas largas colas de personas ante sus puertas para recibir comida, la conocida como la 'sopa boba' que se hacía con los restos y que han ilustrado no pocos libros sobre la posguerra a orillas del Ebro.

Miles de personas han desfilado por los pasillos de su sede de la calle Moret, jugado en su recreo y aprendido desde sus pupitres. Entrar en las aulas, bajar por la escalera noble o levantar la vista para ver las columnas de hierro es volver a principios del siglo XX. También evocan este viaje en el túnel del tiempo aquellas celebraciones, sobre todo en Semana Santa, cuando la Caridad instalaba unas 5.000 sillas de madera en las calles para que los ciudadanos vieran las procesiones sentados. Se extendían por los porches del Mercado Central, el Coso o Alfonso I y se trataba de un servicio de alquiler, cuya recaudación se repartía después con la Hermandad de la Sangre de Cristo y servía para financiar buenas obras. "Se recuerda al vecindario la obligación de respetar la colocación de las sillas instaladas por La Caridad en el itinerario de la procesión. Esta obligación comprende el deber de no variarlas de emplazamiento y el de abstener se ocuparlas sin haber obtenido previamente el correspondiente boleto", dictaba la Alcaldía en los años 60.

En la actualidad, La Caridad, tras su conversión en fundación en 2005, tiene un patronato presidido por el alcalde de la ciudad en el que figuran representantes de la Diócesis, la Real Sociedad Económica de Amigos del País, la Cámara de Comercio, asociaciones patronales y sindicales y del Ayuntamiento de Zaragoza. Sus servicios se han ido adaptando a las necesidades de la sociedad, pero desde su fundación ha mantenido un especial cuidado en la educación con la idea ilustrada de que es la mejor manera de superar la pobreza.

El edificio de La Caridad está situado en la calle de Moret, junto a la plaza de Los Sitios.
El edificio de La Caridad está situado en la calle de Moret, junto a la plaza de Los Sitios.
Heraldo

Edificio superviviente de la Hispano-Francesa

La Caridad presta sus servicios en el mismo edificio en la calle Moret donde fue ubicada por sugerencia de Basilio Paraíso tras la finalización de la Exposición Hispano-Francesa de 1908. De hecho, fue uno de los tres inmuebles permanentes de aquella Expo: la Escuela de Artes y Oficios y el Museo de Zaragoza son los otros dos.

Hace una década este edificio de ladrillo, sobrio y de estilo regionalista, se sometió a una ambiciosa reforma. Fueron cinco largos años conviviendo entre piquetas y taladros, y simultaneando las obras con el servicio que a diario se presta a más de 400 personas (mil si se cuenta el servicio de comida a domicilio). La Fundación estrenó en 2018 unas remozadas instalaciones, en las que se ampliaron el colegio, la guardería y se construyó un aula de bebés. Se invirtieron 1,5 millones de euros para adecentar el inmueble de Ricardo Magdalena, que es uno de los símbolos del centro de Zaragoza. Se mantuvo, obviamente, el juego de líneas puras y cuidados volúmenes en torno a una majestuosa escalera central, que articula los espacios.

La Caridad, con motivo de su 125 aniversario, prepara para el próximo viernes 3 de febrero una cena-gala solidaria que tendrá lugar en el Espacio Aura. Allí se reunirán “ las principales instituciones, empresas y todas aquellas personas que trabajan para desarrollar una Zaragoza más justa, solidaria y próspera” y se entregarán los ‘premios Silla’, que reconocen a quienes favorecen el desarrollo social de los más desfavorecidos.

Ahora, La Caridad trabaja conectada a la red Aragonesa de Entidades Sociales para la Inclusión, entre otras, para llegar a detectar problemas y situaciones graves y adelantarse así a realidades de mayor complejidad. Se busca "facilitar el pleno desarrollo social de las personas y de los grupos con dificultades para su plena participación social, como son discapacitados, tercera edad, minorías étnicas, drogadictos, infancia, juventud, así como cualquier otro grupo social al que, previo acuerdo del Patronato, se considere oportuno atender, concertando programas para el desarrollo de actividades de asistencia, prevención, rehabilitación, reinserción, integración sociolaboral y formación o asumiendo directamente estas funciones", según se establece en sus estatutos.

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