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Así se celebra el 'Tet' (nuevo año vietmanita) en Aragón
Aunque la festividad china es la más conocida, son varios los países que siguen el calendario lunar y que, por estas fechas, celebran su propia entrada del año. La vietnamita es una de ellas.
Domingo 22 de enero de 2023. 16.30. En casa de Há Hoang (29), Theu Doan (27) y Tuan Anh (28), vietnamitas radicados en el barrio de Las Delicias de Zaragoza, se preparan para celebrar el 'Tết' o Año Nuevo Vietnamita, una de las fiestas más importantes para su cultura. Como suele ocurrir en este país, los momentos en torno a la mesa son considerados como actos centrales en todas sus celebraciones.
En este caso, la cena transcurre en el salón de la casa, donde han colocado unas mantas en el suelo. Sobre ellas, en la parte central, hay dispuestos platos de carne y pescado, ensaladas variadas con mango, lechuga y especias picantes; huevos duros, arroz glutinoso - tipo de arroz de grano corto que se vuelve pegajoso cuando se cocina- y sus famosos rollitos de carne y verdura, que protagonizan la cena. Todo se cocina en el acto, con palillos, y se reparte recién hecho entre los comensales. Como explican estos vecinos de Zaragoza, el día 23 del décimo segundo mes del calendario lunar se honra a ‘Ong Cong’ y ‘Ong Tao’, dioses de la tierra y la cocina. Se trata de un evento que puede durar varias horas y en el que, por supuesto, no falta el karaoke.
Y es que, mientras todo el mundo celebra la llegada del Año del Conejo, en especial en China y varios países asiáticos, en este país lo hacen con el Año del Gato, que comenzó el 22 de enero y cuya celebración se prolongará hasta el próximo jueves, 26. “Lo celebramos durante varios días, como la Navidad en España, pero allí no paramos. En Vietnam la gente sigue trabajando”; explica Hoa Tran Thi Khanh (29), nacida en Ninh Binh, al norte del país, y que luce uno de los trajes tradicionales, denominado ‘Ao dai’, típico de estas fechas.
Se trata de un vestido de dos piezas de color blanco con motivos ornamentales florales. “Es un homenaje a la flor del melocotón, que florece en nuestro país por esta época y se considera un símbolo muy importante”, afirma. La vietnamita, formada en Comercio Internacional, llegó a Zaragoza hace seis años para estudiar español. “Me encantó la cultura, la ciudad, que es muy cómoda; y sobre todo la forma de vida, por lo que decidí quedarme”, asegura. Hace dos años conoció a Juan Carlos Sánchez (31), biólogo turolense con el que hoy comparte su vida.
En el salón de su casa, ubicada en Vía Hispanidad, cuentan con un altar dedicado a sus ancestros. En Vietnam es habitual encontrar este tipo de altares en una de las habitaciones principales de cada hogar. “Ponemos bebida, comida, flores, incienso y arroz”, explica Hoa, emocionada. Además, las casas se adornan con luces de colores, abanicos rojos -considerado el color de la suerte- y frases paralelas.
Y es que este culto se basa en la creencia de que el alma de los antepasados sobrevive después de la muerte y protege a sus descendientes. “En Vietnam, cuando visitas un hogar, primero se honra a los ancestros, luego a las personas mayores, y luego al resto. Es como una jerarquía. Para ellos la familia es fundamental”, apunta Sánchez.
“En nuestro país, los vietnamitas suelen acudir a las pagodas o templos para rezar por la salud, la riqueza, el éxito… Nosotros no podemos porque estamos lejos, pero tratamos de juntarnos y celebrarlo como si estuviéramos en casa”, admite la joven vietnamita. Al igual que ocurre en la tradición china, es habitual que durante este día se reparta el denominado ‘dinero de la suerte’. “Los adultos regalan dinero a los niños y a los ancianos, es lo que se conoce como ‘lì xì’, y se ve como un símbolo de la buena fortuna”, añade Hoa.
Entre los presentes encontramos otra pareja mixta formada por Vu Thi Thanh Hoa, de Hung Yen, también al norte de Vietnam que regenta un negocio de manicura, ‘La Vietmañica Nails Studio’, y Carlos Cubero Ruesca, protésico dental zaragozano fundador además del club de tiro de barra aragonesa Barraires Zaragoza. “Nuestra relación es muy original”, bromean.
Fruto de esta relación, hace dos años nació María de Izarbe, una “vietmañica”, como ellos mismos dicen, que lleva el traje tradicional vietnamita, a conjunto con su madre. “Creo que es una cultura muy diferente, pero sorprendente. Son personas muy trabajadoras, y progresan gracias a que se ayudan los unos a otros, como vemos aquí; como si fueran una familia”, destaca el zaragozano.
El año del Gato, no del Conejo
Aunque Vietnam y su vecina China comparten la gran mayoría de los signos del calendario zodiacal -en concreto 10 de 12-; este sería uno de los que precisamente no lo hace junto al búfalo, que sustituye al buey. En este caso, los vietnamitas honran al gato en lugar del conejo.
¿El motivo? No existe un argumento concreto, la tradición apunta a varias hipótesis como que el gato ha contribuido tradicionalmente a salvaguardar los campos de trigo -uno de sus alimentos principales- de roedores y otro tipo de amenazas similares, o que, sencillamente, se trata de una cuestión de diferentes interpretaciones, ya que en chino conejo es ‘mao’ y gato se dice ‘meo’. Sin embargo, ninguna de estas razones es oficial.
