Polémica por la restitución de una acequia afectada por un derrumbe en Ricla

La comunidad de regantes prevé invertir 545.000 € y un usuario reclama analizar el terreno.

Tramo desprendido desde la acequia de Carretillo
Tramo desprendido desde la acequia de Carretillo
J. MACIPE

La acequia del Carretillo lleva más de tres años inutilizada en uno de sus tramos, a la altura de Ricla, tras un derrumbe del terreno sobre el que se asienta y cuyo desprendimiento también dañó otra canalización e incluso llegó hasta la ribera del Jalón. Ahora, la Comunidad de Regantes de la acequia de Grío, propietaria de la primera infraestructura, tiene previsto acometer su reparación con un importe de 545.486 euros. Coincidiendo con estos días, un usuario ha colocado una pancarta para advertir del "riesgo de derrumbes en la zona de influencia de la acequia" por "mal estado de conservación" y por la presumible inestabilidad del terreno.

Se trata de un cartel de 48 metros de largo y con una altura que varía desde el metro al medio metro de altura que ha sido instalada porque "lo primordial es la seguridad". Lo dice la persona que la ha colocado, Javier Castellano, que sostiene que "antes de acometerse la obra es necesario un estudio geotécnico por las sospechas de que el terreno está tocado no solo donde reventó y se derrumbó". Castellano esgrime para ello que "la acequia de Carretillo se hizo para abastecer 600 hectáreas con un caudal de 600 litros por segundo y ha llegado a los 1.450 litros".

A este respecto, Jesús García, presidente desde hace un año de la Comunidad de Regantes de Grío, sostiene que la capacidad es de 1.000 a 1.200 y que "hay derechos de tranquera de 900". "El propietario de los terrenos y afectado está al corriente del anteproyecto y la nueva junta está cumpliendo escrupulosamente con los trámites y hasta que no tengamos todo encima de la mesa no se moverá nada", puntualizó García. Reconoce que los anteriores responsables hicieron actuaciones sin permisos, como en su día llegó a acreditar la Guardia Civil.

Además, explicó este usuario, ha colocado otra más porque "por la zona pasa gente y la vida humana vale más que nada". En este sentido, recordó que el trazado de la canalización "pasa por encima del túnel del tren -la llamada autopista ferroviaria Zaragoza-Algeciras- y por tramos con pendientes del 80%". Así, mencionó que los materiales del derrumbe de 2019 recorrieron una distancia similar a la que existe hasta los raíles. De igual forma, apuntó que cuenta con varios informes de geólogos e ingenieros que ven necesario contar con ese estudio.

Por su parte, García explicó que no saben "con exactitud por qué falló" y argumentó que ya tienen "un estudio geotécnico y se ha hecho un vuelo con dron para identificar más tramos con peligro". A este respecto, comentó que entre los permisos requeridos -en los que se incluyen la Confederación del Ebro, el Ayuntamiento de Ricla y el Inaga- se hace necesario saber en qué estado se encuentra toda la canalización y no solo la zona afectada. 

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