zaragoza

Homicidios no descarta que la causa del asesinato de la anciana fuera un anuncio de separación

El octogenario se negó a declarar en comisaría y comparece hoy ante la juez de guardia, quien firmará su previsible ingreso en prisión.

La Hermandad de la Sangre de Cristo, cuando se llevaba el cadáver de la víctima.
La Hermandad de la Sangre de Cristo, cuando se llevaba el cadáver de la víctima.
José Miguel Marco

El Grupo de Homicidios no consiguió que Antonio Giger Kaufmann, de 83 años, declarara ayer oficialmente y en sede oficial lo que un día antes había confesado a la patrulla con la que se cruzó en el paseo de la Independencia. A esta última le contó que sobre las cuatro de la tarde del pasado lunes había asesinado a golpes a su mujer, María del Carmen Rincón Huerta, de 80 años, a la que poco después encontraron muerta en el domicilio conyugal, en el número 42 de la céntrica calle de San Miguel de Zaragoza. Sin embargo, asesorado por su abogado, el detenido prefirió acogerse ayer a su derecho a no declarar. Hoy tendrá oportunidad de volver a dar su versión de lo ocurrido ante la titular del Juzgado de Instrucción número 4, que se encuentra de guardia y será quien firme su previsible ingreso en prisión.

La falta de colaboración del homicida no ha impedido a la Policía Nacional seguir con sus pesquisas. Y aunque no existían denuncias previas por parte de la víctima, los investigadores están plenamente convencidos de que la muerte de la anciana respondería a un nuevo caso de violencia machista. De hecho, no descartan que el móvil del crimen pudiera ser un posible anuncio de separación. Una ruptura que parece que el octogenario –nacido en Argentina, con nacionalidad suiza y que estuvo casado antes con otra mujer– no aceptaba y que podría haber desembocado en la discusión que acabó costando la vida a la mujer, a la que Antonio Giger Kaufmann golpeó repetidas veces en la cabeza con un objeto contundente o herramienta, como ayer confirmó la autopsia practicada al cadáver en el Instituto de Medicina Legal de Aragón (IMLA).

Durante la jornada de ayer, en las que las banderas de la capital aragonesa amanecieron a media asta en señal de duelo, se celebraron varias concentraciones en apoyo a la familia de la fallecida y condenando la violencia de género.

La primera de ellas tuvo lugar a las 9.30 frente a la Delegación del Gobierno en Aragón, donde su responsable, Rosa Serrano, recordó que son dos las mujeres asesinadas este año en la Comunidad y 44 en España. «No debemos dejar de trabajar en contra de la violencia de género, pero también contra los mensajes negacionistas, porque tienen un efecto muy negativo en la sociedad», señaló. La delegada recordó que tanto las víctimas como cualquier otra persona que sospeche de un posible caso de maltrato dispone de «herramientas» para denunciarlo. «El silencio, esa negación, hace más fuerte al agresor y nos hace cómplices de esas violencias machistas», apuntó.

El Ayuntamiento de Zaragoza convocó también una concentración en la plaza del Pilar. «La violencia de género es una lacra que tiene nuestra sociedad y con la que debemos acabar unidos lo antes posible», manifestó el alcalde Jorge Azcón, quien insistió en la necesidad de seguir trabajando para que «ninguna otra mujer pierda la vida a manos de su pareja o expareja».

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