zaragoza

Juzgan a un joven acusado de violar a una menor en el Parque Grande de Zaragoza

La menor fue auxiliada por una mujer que paseaba junto al    Canal Imperial. El presunto agresor asegura ante el tribunal que fueron relaciones consentidas.

Imagen de archivo del Parque Grande de Zaragoza.
Imagen de archivo del Parque Grande de Zaragoza.
José Miguel Marco

La violación denunciada por una chica de 16 años en Zaragoza sentó ayer al presunto agresor en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial. El acusado, O. J.R., de 20 años y origen nicaragüense, fue detenido horas después de los hechos, ocurridos en la tarde del 4 de septiembre de 2021. Y aunque aseguró desde el principio que había mantenido relaciones sexuales consentidas con la menor, el juez de guardia decretó su ingreso en el centro penitenciario de Zuera, donde continúa en situación de prisión preventiva desde entonces.

La Fiscalía da plena credibilidad a la víctima, a la que una mujer socorrió junto a la ribera del Canal Imperial de Aragón, en el tramo más próximo al Parque Grande. Basándose en el testimonio de la chica, en el de la amiga que la acompañaba aquella tarde y en los informes forenses, el Ministerio Público propuso ayer que el acusado sea condenado a una pena de 9 años de prisión. La acusación particular elevó la petición a 12 años, mientras que la defensa propuso la libre absolución de su cliente.

Lo único en lo que coincidieron ayer denunciante y acusado fue en que ambos se conocieron aquella tarde en el parque José Antonio Labordeta. Al parecer, el joven les contó a ella y a su amiga que estaba solo en casa, invitándolas a acudir allí a beber unas cervezas. Las chicas aceptaron, pero tras pasar un rato en el piso, los tres decidieron regresar al parque, donde siguieron tomando chupitos mientras jugaban al juego de la botella. Las versiones sobre lo ocurrido varían sustancialmente a partir de ese momento.

La amiga decidió marcharse

Según la denunciante, en un momento dado, su amiga decidió ir al baño. Y cuando volvió, se encontró a ella y al acusado dándose algún beso. Parece que aquella situación incomodó a la chica, un año mayor que la presunta agredida, y decidió marcharse para dejarlos solos.

Cuando declaró ayer ante el tribunal de la Sección Sexta, la víctima aseguró que quiso irse con su amiga, pero el encausado no se lo permitió. Según esta, aprovechando que dio un resbalón, el joven se le echó encima y la agredió sexualmente, llegando a penetrarla vaginalmente.

La menor explicó a los magistrados que fue todo muy rápido y que cuando quiso darse cuenta, O. J. R. ya había desaparecido. Pero tuvo la suerte de que, sobre las 22.15, cuando salía del parque llorando y muy nerviosa, se cruzó con una mujer que le preguntó qué le pasaba y al saber de lo ocurrido llamó enseguida a la Policía Nacional.

El acusado ofreció ayer un relato de los hechos muy distinto. Según este, cuando la amiga de la denunciante decidió marcharse, él y la menor acordaron regresar a su piso, en el barrio de Torrero, para mantener relaciones sexuales. El joven insistió una vez más en que estas fueron consentidas y explicó que al acabar acompañó a la chica, dejándola finalmente cerca del Parque Grande.

Los forenses confirmaron que la denunciante presentaba lesiones compatibles con una agresión sexual. Y la psiquiatra y la psicóloga que la vieron destacaron la especial vulnerabilidad de la víctima.

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