Los niños y adolescentes de Zaragoza quieren una ciudad más inclusiva

El Ayuntamiento celebra la sesión plenaria del Consejo de la Infancia y la Adolescencia. 

El alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, junto a los niños que han participado este sábado en el consejo.
El alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, junto a los niños que han participado este sábado en el consejo.
Daniel Marcos / Ayto.

Una ciudad donde quepan todos. Sean como sean, independientemente de su etnia, orientación sexual, poder adquisitivo o de sus capacidades. Es lo que han pedido este sábado los niños y adolescentes de Zaragoza que han participado en el Consejo de la Infancia y la Adolescencia que se ha celebrado en el Ayuntamiento, a donde han acudido 34 chavales de los diferentes distritos y barrios rurales para pedirle directamente al alcalde, Jorge Azcón, "que haga todo lo que esté en su mano para que se siga aprendiendo sobre diversidad y respetando a todas las personas".

Y han acudido con los deberes hechos, conscientes, mucho más que algunos políticos a los que han emulado en el salón de recepciones de la Casa Consistorial, que para pedir también hay que proponer. Entre las medidas que han enumerado delante del regidor se encuentran la eliminación de barreras arquitectónicas, la utilización de semáforos con sonido y, por ejemplo, el aumento de las becas deportivas y de los recursos para atender la diversidad en los centros escolares. También han pedido esfuerzos para combatir el bullying, para garantizar la igualdad de oportunidades a los niños en situación de precariedad y para crear espacios de convivencia. 

"Proponemos disminuir la brecha salarial sin tener en cuenta la raza, el sexo, el género o la religión. Queremos dar más oportunidades de trabajo a las madres que no tienen empleo y a la gente que más lo necesita. Crear más centros para acoger a personas sin recursos o que las personas sin hogar puedan acceder a una vivienda", han reivindicado los participantes, durante la lectura de un manifiesto conjunto. 

El objetivo de este órgano participativo, como han explicado desde el Consistorio, es promover la participación de los menores en las políticas municipales y seguir avanzando en los compromisos que Zaragoza adquirió como Ciudad Amiga de la Infancia y la Adolescencia, sello concedido por Unicef. Al acto, que ha estado presidido por el alcalde, ha acudido también el presidente de la entidad en Aragón, José Manuel Pomar, el concejal de Participación, Javier Rodrigo, la edil delegada de Juventud, María Antoñanzas, y representantes de los grupos municipales. 

Se trata de la segunda edición de este Consejo, que el año pasado se centró en el medioambiente y en la lucha contra el cambio climático. Aunque han asistido 34 niños y adolescentes, representan a los 239 que han participado a lo largo de las últimas semanas en 40 asambleas celebradas por toda la ciudad. 

Uno de los que han acudido este sábado fue Omar Pozo, de 16 años y representante del Distrito Sur, que explicó que el objetivo de sus medidas es "integrar a las personas con discapacidades tanto físicas como intelectuales" y a cualquiera que se encuentre en una situación de "exclusión social". "Queremos, con aquella gente que se siente más apartada de nosotros, que podamos juntar Zaragoza para que todo el mundo tenga los mismos beneficios", ha indicado.

Pero no solo tenían un mensaje para lanzar a los políticos, sino también a ellos mismos. Asier Garate, de 14 años, hablaba de la importancia de hacer que los demás "se sientan bien", tanto en el colegio y el instituto como en cualquier otro ámbito: "Si uno se siente solo tenemos que ayudarle". 

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