Condenado por llevarse la cocina del bar del club de fútbol de Santa Isabel

El juez le impone un año y medio de prisión y le obliga a pagar 14.829 euros por quedarse el mobiliario al dejar de explotar el local.

Los accesos a la Ciudad de la Justicia de Zaragoza estaban ayer prácticamente desiertos.
Exterior de la Ciudad de la Justicia, en el recinto Expo
José Miguel Marco

El titular del Juzgado de lo Penal número 1 de Zaragoza acaba de condenar al que fuera arrendatario del bar-restaurante del campo municipal de fútbol donde juega la Sociedad Deportiva Santa Isabel por abandonar el negocio dejando ‘limpia’ la cocina. Y no es que los responsables del club de fútbol se encontraran los azulejos y el resto del mobiliario impecables, sino todo lo contrario. Cuando se presentaron en las instalaciones, se dieron cuenta de que el hombre que había gestionado durante tres años el Ambigú Deportivo se había marchado llevándose todos y cada uno de los elementos de la cocina: fregadero, plancha, freidoras, lavavajillas, horno... Hasta el grifo extraíble.

Como le ocurre a muchos clubes de barrio, el bar-restaurante del campo de fútbol es una de las principales fuentes de ingresos de la Sociedad Deportiva Santa Isabel. Y con la cocina vacía e inutilizable, la directiva se veía incapaz de volver a arrendar la explotación del negocio. De ahí que decidieran denunciar a R. L. S. y a la mercantil Love Hosteleros por un delito de apropiación indebida.

Durante el juicio, celebrado el pasado mes de febrero, el acusado alegó que se había llevado el mobiliario de la cocina porque el club no le había devuelto los 10.000 euros que entregó como fianza cuando firmó el contrato de arrendamiento del bar-restaurante en 2017. Sin embargo, el abogado de la Asociación Deportiva Santa Isabel, José Luis Marcos Cambrils, recordó al juez que nunca se llegó a recibir ese dinero, dado que se pactó con el investigado que en lugar de abonar la fianza comprara el equipamiento de la cocina. Y algo muy importante, quedó por escrito que al fin del contrato de alquiler esos bienes pasarían a ser propiedad del club deportivo.

Por estos hechos, la Fiscalía solicitó para el encausado un año de prisión y una indemnización de 10.329 euros. La acusación particular fue un poco más allá y propuso un año y medio de cárcel, así como una compensación económica de casi 15.000 euros. Y el juez se ha decantado al final por la petición de esta última.

La sentencia reconoce que las partes llegaron a un acuerdo que establecía «de forma clara y contundente» que la legítima propietaria del material adquirido para equipar la cocina del bar-restaurante del campo de fútbol César Lainez sería la Sociedad Deportiva Santa Isabel. Al margen de ello, el magistrado recuerda al investigado que ninguna prueba ha aportado de que en algún momento abonara al club 10.000 euros en concepto de fianza. Le recuerda también que al argumentar que se llevó los electrodomésticos y otros enseres para recuperar el supuesto dinero adelantado podría haber incurrido incluso en otra figura delictiva: el de ejercer el derecho de forma arbitraria.

Al titular del Juzgado de lo Penal número 1 se le planteó la duda de si el encartado debía responder por el valor real del mobiliario o por el llamado valor de nuevo. Y como mantenía la acusación particular, cree que debe optar por este último, por las molestias y daños morales causados al denunciante.

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