movilidad urbana

Zaragoza, entre las diez ciudades donde peor se aparca

No es solo una sensación del ciudadano, hay estudios que indican que la capital aragonesa es de las más complicadas de España para encontrar parking en la calle.

Un solar empleado como espacio de aparcamiento en Echegaray y Caballero.
Un solar empleado como espacio de aparcamiento en Echegaray y Caballero.
Francisco Jiménez

Quienes son usuarios de coche en Zaragoza lo notan en su día a día, aparcar en la ciudad es complicado. Cada vez se tienen más coches por unidad familiar y, en ciertos barrios, sobre todo los más antiguos, no hay garajes privados suficientes. Incluso en las zonas más modernas, como puede ser Valdespartera o Parque Venecia, donde los pisos suelen tener dos plazas de parking, aparcar ya no es tan fácil como antes.

Esto no es solo una sensación del ciudadano. Hay estudios que indican que la capital aragonesa está entre las ciudades españolas donde peor se aparca. Así lo dicen los últimos datos recogidos por la aplicación Wazypark (que sirve para buscar aparcamiento en la calle), que sitúa a Zaragoza en la quinta posición, después de Madrid, Barcelona, Valencia y Cádiz. El análisis destaca la zona centro como la más complicada, principalmente por el volumen de personas que se desplazan hasta allí en coche. Además, la transformación de las calles con preferencia peatonal también supone, en algunos casos, la reducción de plazas de aparcamiento en superficie.

Además del centro, cuya problemática a la hora de aparcar radica en el elevado tránsito de vehículos, hay barrios donde dejar el coche en la calle es misión imposible. Las asociaciones de vecinos lo notan y señalan que a menudo se enfrentan a un conflicto de intereses entre disponer de aceras más anchas y accesibles y sacrificar plazas de aparcamiento o mantenerlas como están a costa de la movilidad del peatón. Sucede, por ejemplo, en La Paz, donde hay calles estrechas con una línea para aparcamiento y un solo carril de circulación. “O sacrificas plazas para darle anchura a la acera o no se puede y esto en barrios donde no hay plazas suficientes es un conflicto”, indica Manuel Arnal, representante de la asociación vecinal. También es presidente de la FABZ (Federación de Asociaciones de Barrios de Zaragoza), posición desde la que observa cómo la falta de parking es una queja generalizada entre los vecinos.

En Las Delicias, la falta de aparcamiento es una de las quejas más repetidas por los vecinos, según señalan los resultados de una encuesta de 2019 realizada por A+M para HERALDO sobre las principales reivindicaciones de los residentes en dicho distrito. La problemática también se siente en el Rabal, donde hablan de este conflicto entre accesibilidad y aparcamiento. “Si pedimos que arreglen las aceras, perdemos plazas de aparcamiento porque la anchura de la calle da de sí lo que da de sí. Y este dilema tiene difícil solución”, indica Rafael Tejedor, presidente de la AV.

De la situación también se han quejado en varias ocasiones los vecinos de La Almozara, a quienes, dicen, les cuesta hasta una hora encontrar un sitio para dejar el coche. En este caso, el problema viene motivado porque, al contrario que en las casas de la avenida de Pablo Gargallo, en las calles más viejas del barrio no hay garajes particulares. El Ayuntamiento se ha hecho eco de las demandas y hace unos meses se dotó a la avenida de La Almozara con 130 nuevas plazas de aparcamiento en batería.

Un problema también en las zonas más nuevas

Además de las señaladas, hay otras zonas de Zaragoza con menos años que también son peleonas a la hora de aparcar. Romareda y todo el entorno de la Universidad, por la cercanía de los hospitales y del campus de San Francisco, se ha vuelto, de un tiempo a esta parte, un barrio complicado para encontrar aparcamiento en la calle, al menos en los días laborales. En la misma línea está el Actur, donde a pesar de contar con numerosos ceros y muchas plazas en superficie, no siempre es fácil hallar un hueco.

La problemática llama especialmente la atención en los barrios más nuevos, como Parque Venecia o Valdespartera. En ambos, todos los edificios disponen de parking subterráneo y a cada vecino le corresponde una o dos plazas. A pesar de ello, aparcar en la calle es cada día más complicado, sobre todo porque cada vez quedan menos explanadas de tierra sin edificar.

A la escasez generalizada de plazas de aparcamiento en Zaragoza en relación al número de vehículos se ha sumado, a raíz de la pandemia, las plazas suprimidas para colocar las terrazas de los bares, que son cerca de un millar. Para tratar de poner solución al problema, el Ayuntamiento ha sacado a concurso la ejecución de siete aparcamientos públicos en otros tantos solares municipales que no tienen ningún uso. Se espera que estén habilitados para este nuevo fin antes de que termine el año y supondrá la creación de unas 200 plazas de estacionamiento.

Los nuevos equipamientos llegarán a seis barrios. En concreto, se van a adecentar los solares del Camino de Épila con Fernando Orozco, en Miralbueno; en la calle de Biel con Lucero de Alba, en Valdefierro; en la calle Cuarta Avenida, en Torrero; en Mariano Malandía, 5 en La Jota; en el Camino de Bárboles de Miralbueno y en Violeta Parra, junto al centro San Valero del Picarral.

 

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