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Huelga del bus en Zaragoza: "Que lleguen a un acuerdo ya, los usuarios no aguantamos más"

La plantilla del autobús parará seis horas diarias a partir del 14 de noviembre, tras el apoyo de cerca del 80% de los trabajadores al referéndum planteado por el comité de empresa.

De izq. a dcha y de arriba a abajo: Dorin Ioan, Marta Moreno, Erick Murillo, Paola Portocarrero, Nahuel Santos y Lorena Chucuyah
De izq. a dcha y de arriba a abajo: Dorin Ioan, Marta Moreno, Erick Murillo, Paola Portocarrero, Nahuel Santos y Lorena Chucuyah.
T. M.

"Ya no sé cuándo hay huelga y cuándo no. Me he acostumbrado a salir antes de mi casa para llegar al trabajo, y aún así hay días que se me hace tarde. Es imposible llegar puntual a cualquier sitio y, la verdad, esta situación ya cansa". Son las palabras de Paola Portocarreño, una vecina de Zaragoza afectada "a todas horas" por los paros de los autobuses

"Hago horario partido en el trabajo, así que me afecta por la mañana, a la salida al mediodía y también por la tarde, tanto para ir como para volver. Deben llegar a un acuerdo de una vez. Tendrán sus derechos, pero, ¿dónde quedan los nuestros como usuarios de un servicio que nos cuesta dinero?", se cuestiona Portocarreño.

La misma pregunta se hace Lorena Chucuyah, quien también "necesita" este transporte, en su caso, para llevar a sus hijos al colegio. "Es una locura, ya no sé qué vamos a hacer cuando amplíen el horario de huelga. Ya no recuerdo cuando era normal. Además, con la subida de precios generalizada, al menos yo no me puedo permitir coger taxis y llego tarde a los sitios", comenta la vecina de Zaragoza, usuaria habitual de las líneas 40 y 23. 

"Entiendo que los trabajadores luchen por lo que consideran sus derechos, pero los demás no tenemos ninguna culpa. Si todos fuéramos a la huelga por nuestras condiciones laborales, no sé qué pasaría en este país", insiste Chucuyah. 

"Que luchen por sus derechos, pero que no nos salpique a los demás"

Es una opinión compartida por los usuarios del bus: "Están en su derecho de pedir lo que consideren necesario, pero esto se está alargando demasiado y nos perjudica y nos salpica a todos. Si no llegan a acuerdos entre empresa y trabajadores, debería haber algún intermediario", sostiene Dorin Ioan, un vecino de Zaragoza que "por la huelga" apenas ya usa el autobús.

"No me puedo permitir llegar tarde a trabajar, así que excepto los días de lluvia -como este jueves- me he acostumbrado a trasladarme de un sitio a otro en patinete", afirma Ioan.

No en patinete, pero sí andando, es la opción elegida por Nuria Gómez, psicóloga zaragozana, para no llegar tarde a sus consultas domiciliarias. "Utilizo el bus por trabajo y lo cierto es que nos lo están poniendo bastante difícil. En mi caso, si el lugar al que tengo que desplazarme no está demasiado lejos, pero sí lo suficientemente alejado de las paradas del tranvía, voy caminando. No me queda otra", cuenta Gómez. "Este es ya un conflicto enquistado al que alguien debería poner fin. Los usuarios ya no aguantamos más", afirma la zaragozana.

"Demasiado condescendientes somos. No sé hasta dónde llegará la paciencia que estamos demostrando", comenta a su lado J. M. Pérez, un jubilado, que confirma estar "harto de una huelga que parece que no va a acabar nunca... y ahora dicen que van a parar seis horas al día". "Es una barbaridad", se sincera Pérez.

Más paros de bus a partir del 14 de noviembre

Fue precisamente este miércoles cuando la plantilla del bus decidió parar seis horas al día a partir del lunes 14 tras el ‘sí’ de los trabajadores al referéndum planteado por el comité de empresa. Paros que los lunes irán de 7.00 a 9.00, de 13.00 a 15.00 y de 18.00 a 20.00, mientras que los martes afectarán a los tramos comprendidos entre las 7.15 y las 9.15, de 13.15 a 15.15 y de 18.15 a 20.15. Los miércoles abarcarán las franjas de 7.30 a 9.30, de 13.30 a 15.30 y de 18.30 a 20.30 y los jueves y viernes volverán a repetirse los horarios de lunes y martes.

"Una locura" para Nahuel Santos, estudiante y usuario de la línea 22. "Lo necesito para ir a mis clases. Si amplían los horarios de los paros y encima cada día empiezan o acaban a una hora diferente, a ver cómo consigo llegar puntual", comenta el joven, quien asegura "apoyar a los trabajadores", pero estima "necesario y urgente que tomen medidas que no nos afecten a los demás". "Nosotros no tenemos la culpa de que no lleguen a ningún acuerdo", insiste Santos.

Historias, debates y opiniones que se repiten bajo cada marquesina de autobús. A cada ciudadano le afecta de una determinada manera, pero lo que al principio "se entendía como una situación puntual, está superando todos los límites", comenta Marta Moreno. "Por razones personales ahora tengo que usar el autobús más de lo que es habitual para mí, que suelo ir más en tranvía. Lo necesito para ir al fisio y llegar puntual a la consulta, pero es toda una aventura diaria", asegura la zaragozana.

Como también lo es para Erick Murillo y para su mujer, un matrimonio que "necesita" las líneas 22 y 38 para llevar a sus hijos al colegio. "Si ya es complicado coger un bus y llegar puntual a los sitios, añade subir con niños en hora punta a un autobús totalmente repleto. ¿Es que esto no va a acabar nunca?". Una pregunta que refleja el sentir generalizado de los usuarios de los autobuses de Zaragoza.

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