Zaragoza necesita más de 30 millones de inversión en depuración en los próximos 6 años

El Consistorio ve "imposible" asumir en solitario futuras obras como la de la planta de La Cartuja. La DGA recalca que el plan Pirineos es prioritario y justifica las partidas asignadas a la ciudad.  

La depuradora de La Cartuja está llegando al final de su vida útil.
La depuradora de La Cartuja está llegando al final de su vida útil.
Guillermo Mestre

Zaragoza necesita más de 30 millones de euros de inversión en depuración de cara a los próximos seis años. Entre las obras pendientes están el reivindicado tanque de tormentas de Valle de Broto, que costaría no menos de 5,2 millones de euros, la renovación del alcantarillado de la plaza de Los Sitios y su entorno, que supondría otros 2,1, o la construcción de depósitos de retención en los colectores de las márgenes derecha e izquierda del río Ebro, valorados en 5,5 y 7,8 millones, respectivamente.

El nuevo choque con la DGA a costa del Plan Aragonés de Saneamiento y Depuración (PASD) para el periodo 2022-2027 y el hecho de que haya comenzado a girarse el último recibo del Impuesto sobre la Contaminación de las Aguas (ICA) sin concretarse las inversiones en obras ha reabierto el conflicto entre el Gobierno de Aragón y el Ayuntamiento.

Desde el Consistorio recuerdan que, sin Zaragoza, el sistema "no se sostendría", no solo desde el punto de vista económico, sino desde el medioambiental. La ciudad viene aportando a las arcas autonómicas en torno a 16 millones de euros al año a través del ICA, pero de cara al próximo lustro, el plan de la DGA recoge apenas 5,8 millones para construir una depuradora en Peñaflor, una solución "ya superada", según PP-Cs, ya que finalmente se va a apostar por una gran tubería de siete kilómetros de longitud que conectará con la planta de La Cartuja. De hecho, según explican desde el Ayuntamiento, la redacción del proyecto, que costaría en torno a 4 millones, "acaba de ser adjudicada".

La cifra que se prevé invertir en Zaragoza contrasta con los alrededor de cien millones que se recaudarán en este periodo a través del Impuesto Medioambiental sobre las Aguas Residuales (IMAR), circunstancia que ha provocado un enorme malestar en PP-Cs, que insiste en que la ciudad "también cuenta" y requiere de inversiones.

Se trata de una tesis que también comparte la Cámara de Cuentas, cuyo presidente, Alfonso Peña, avisó ya en 2021 de que los zaragozanos no podían ser solamente contribuyentes netos.

Al margen de las reivindicaciones históricas, preocupan especialmente las próximas décadas. La propia depuradora de La Cartuja encara el final de su vida útil, abriendo un debate que se tendrá que abordar en no más de cinco años. Una nueva planta requeriría de una inversión de al menos cien millones de euros, una cuantía que el Ayuntamiento ve "imposible" asumir en solitario.

Por el momento, se está analizando qué solución sería más conveniente para los próximos 30 o 40 años, quedando aún por definir cómo y quién financiará los trabajos. La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) ha incluido el estudio de alternativas de depuración para la ciudad de Zaragoza en el Plan de Hidrológico del Ebro 2022-2027. La intención, según apuntan desde el Ayuntamiento, es invertir 820.000 euros a través de la sociedad municipal Ecociudad, una tarea que permitirá aclarar si hay que construir una nueva depuradora, si bastaría con ampliar la ya existente o qué tecnologías tendrían que utilizarse.

El objetivo es adelantar todos los trabajos para que, de cara al próximo sexenio, la ejecución del proyecto pueda ser declarada de interés general y se abra la vía a la cofinanciación, ya sea con inversión de la Comunidad o del Ministerio para la Transición Ecológica como ha ocurrido en Madrid o en Santiago de Compostela.

Un debate incómodo

La concejala de Infraestructuras, Patricia Cavero, ya avisó de que los vecinos de Zaragoza "no pueden volver a pagar una depuradora a pulmón". Sin embargo, la polémica del ICA y las obras de depuración han venido quedando orilladas en las últimas bilaterales entre la DGA y el Ayuntamiento por la falta de acuerdo. Desde el Consistorio son conscientes de que se necesita recuperar el diálogo entre administraciones, pero afirman que el Ejecutivo de Javier Lambán ni siquiera ha consultado a PP-Cs acerca de las obras recogidas en el plan de 2022 a 2027, y tampoco parece que el debate vaya a abrirse antes de las próximas elecciones.

Preguntado por la posibilidad de que la DGA asuma parte de la inversión que acarrearía una nueva depuradora en La Cartuja, el Gobierno de Aragón se remite directamente a las declaraciones que hizo el consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente, Joaquín Olona, en la pasada Comisión del Agua, donde recalcó que "la máxima prioridad" es el plan Pirineos. "Es el compromiso que asumió el Gobierno", agregó.

También recordó que Zaragoza "ha venido teniendo un tratamiento específico" con la bonificación del 60% que se aplicaba al ICA y que, en materia de recaudación, "el grueso de la contribución procede del resto de Aragón".

La DGA recaudará 388 millones del IMAR en Aragón hasta 2027

La DGA prevé recaudar 388,7 millones de euros hasta 2027 a través del nuevo Impuesto Medioambiental sobre las Aguas Residuales (IMAR), el sustituto del polémico Impuesto sobre la Contaminación de las Aguas (ICA). El tributo -que según la DGA reducirá el recibo de la mayor parte de los usuarios domésticos- aportará el 80,8% de los ingresos del Plan Aragonés de Saneamiento y Depuración (PASD) para el periodo 2022-2027. El resto vendrá, principalmente, de transferencias del departamento asociadas al plan (43 millones de euros, un 8,9%), del Fondo de Inversiones de Teruel, de donde saldrán 21 millones (4,4%) y de otros ingresos del Instituto Aragonés del Agua, como las tasas, los intereses de demora o los recargos (7,6 millones).

La mayor parte, hasta un 70%, se destinará al mantenimiento de las depuradoras, mientras que el 30% restante irá a inversión.

Todos estos datos hacen que desde el Ayuntamiento de Zaragoza califiquen de "exiguos" los 5,8 millones que recibirá la capital en el próximo lustro. Especialmente, afirman, teniendo en cuenta que la capital aportará en torno a cien millones de euros a las arcas autonómicas en este periodo a través del IMAR, que comenzará a girarse a partir de 2023.

El Consistorio, explican fuentes municipales, ha ejecutado en estos años varias obras a través de la sociedad municipal Ecociudad, entre las que se incluyen el desdoblamiento del colector del polígono de Malpica, presupuestado en 7,2 millones de euros, o la red de alcantarillado entre Vía Ibérica y el río Huerva, que costó otros 1,8 millones.

Crece la inversión municipal

La inversión en Ecociudad ha venido incrementándose en los últimos ejercicios, pasando de los 3,3 millones de euros ejecutados en 2017 con el gobierno de ZEC a los 7,1 de 2021. Además, recalcan desde el Ayuntamiento, para este 2022 hay asignados 8,9, con 3,8 para obras de saneamiento, 2,5 para depuradoras y 2,6 para el saneamiento de las vías incluidas en la llamada operación calles. Las mismas fuentes inciden en el "esfuerzo" que se está haciendo "para mejorar las infraestructuras vinculadas a la depuración y el saneamiento", destacando que en apenas cuatro años y medio se han invertido 29 millones frente a los 5,3 de la anterior etapa, lo que supone multiplicar las cifras prácticamente por seis.

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