La negociación del bus se atasca en el SAMA y el comité amenaza con levantarse de la mesa

Los sindicatos avisan a Avanza de que si no lleva nuevas propuestas "no habrá más reuniones". Las partes siguen sin cerrar el apartado social del convenio y no hay acuerdo en el plano económico.

Usuarios del bus hacen cola en uno de los tramos afectados por la huelga.
Usuarios del bus hacen cola en uno de los tramos afectados por la huelga.
Guillermo Mestre

La negociación del bus urbano ha llegado a un punto muerto en el Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje (SAMA). Tanto es así que el comité amenaza con levantarse de la mesa si Avanza no lleva una nueva propuesta a la próxima reunión. La de este viernes, de apenas cuatro horas de duración, estaba llamada a cerrar la parte social del convenio, pero ni siquiera se avanzó hasta ese punto, condenando a la ciudad a nuevas jornadas de paros, que este sábado irán de 8.30 a 9.30, de 13.45 a 14.45 y de 19.30 a 20.30.

Empresa y sindicatos siguen sin aceptar la propuesta del órgano mediador, que incluye una subida fija del 8,5% y una cláusula de revisión del 12%. La concesionaria se remite al 8% y el 11,25% que ofreció en julio insistiendo en que no puede llegar a esos porcentajes y los trabajadores ven el planteamiento del SAMA únicamente como un punto de partida, actitud que la concesionaria califica de "desconcertante".

El comité presentó este viernes una nueva plataforma a la baja. La contestación no se conocerá hasta el próximo martes, pero su presidente, José Manuel Montañés, ya avisó de que "no hay nada más que quitar". Existen, pese a todo, importantes diferencias entre las partes, ya que Avanza no entiende que además del incremento salarial "se sigan pidiendo reducciones de jornada equivalentes a siete días de trabajo" que se unirían "a los 45 días de fiesta que ya tienen al año" y a unos salarios brutos que "se pondrían por encima de los 40.500 euros".

En las últimas horas, la tensión -marcada por la división en la plantilla ante la negativa del comité a someter la propuesta del SAMA a referéndum, el hartazgo ciudadano y la presión de los grupos municipales- ha ido a más. La concesionaria volvió a reclamar la suspensión de los paros parciales, a lo que el comité se negó tajantemente. "Han venido con las manos en los bolsillos, y encima tienen la desfachatez de pedirlo sin plantear ninguna propuesta. O traen una el martes o no habrá más reuniones", sentenció Montañés.

El director de Avanza, Guillermo Ríos, reconoce que las reuniones "son cada vez más difíciles de entender"; un "diálogo de besugos" que se centra "en puntos del convenio que están ya más que tratados". "Hoy han venido con tres temas y la semana que viene traerán otros tanto más. Da la sensación de que están tratando de alargar artificialmente la negociación", dijo tras salir del SAMA. Avisó, asimismo, de que cada día es "más complicado" mantener la oferta económica, sin poner aún fecha. El problema, según sindicatos como CC.OO., es que la negociación "lleva atascada muchísimo tiempo". Su representante, Raúl Cabeza, no cierra la puerta al diálogo, pero admite que "cuesta mucho sentarse a la mesa". "La oferta que la empresa pone sobre la mesa ya se rechazó en julio, y encima, pone en duda que vaya a ser eterna", agregó.

"El convenio está lejos"

Cabeza asegura que la reunión de este viernes fue "intrascendente", una sensación que viene repitiéndose en los últimos encuentros y que amenaza con enquistar un conflicto que dura ya más de 560 días. No en vano, el propio Montañés asegura que mientras la concesionaria no acepte la propuesta del SAMA "el convenio está lejos".

Avanza, por su parte, admite no saber "dónde quieren ir" los trabajadores, y lo mismo sucede a la inversa, sin que ninguno se atreva a aventurar qué sucederá de cara a la próxima semana. "Están perjudicando gravemente a la ciudadanía, es un chantaje burdo que no responde a términos operativos o funcionales. No entendemos esta situación. No estamos hablando de despidos o de reducciones salariales, sino de unas condiciones muy favorables, con mejoras tanto económicas como sociales", incidió Ríos.

Según dijo, la empresa sí podría aceptar "con algún matiz" la parte social de la propuesta del SAMA. "Pero la parte económica no. En cualquier caso, la respuesta del comité es que no le parece mal como punto de partida, lo que hace que te quedes un poco a cuadros", comentó.

Los trabajadores se dirigieron hace semanas a la dirección general del Trabajo del Gobierno de Aragón pidiendo su intervención, y aunque desde el Ejecutivo autonómico, quien tiene las competencias en la materia, aseguran que se les contestará, por el momento no han recibido respuesta.

Hasta ahora, la DGA se remite a la mediación del SAMA, un órgano que sustenta económicamente "de forma íntegra".

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