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Usuarios del bus, ante una huelga enquistada: "Si los trabajadores están mal, que dejen el puesto a otros"

Los viajeros se consideran paganos de una situación que dura ya más de 550 días. Avanza y el comité de empresa se sientan de nuevo este martes en el SAMA para tratar de acercar posturas.

MARQUESINAS DEL AUTOBUS URBANO DE ZARAGOZA / 28-08-2022 / FOTOS: FRANCISCO JIMENEZ[[[FOTOGRAFOS]]]
Usuarios del bus urbano de Zaragoza esperan en una marquesina, el pasado día 28
Francisco Jiménez

La compañía de autobuses urbanos Avanza y el comité de empresa vuelven a sentarse este martes en el SAMA (Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje) para tratar de desencallar una huelga que dura ya más de 550 días. Comenzó en febrero de 2021 y se arrastra a día de hoy para desesperación de los usuarios, que coinciden en una cosa: que lleguen a un acuerdo ya.

Eva Asensio, una vecina de la avenida de San Juan de la Peña de Zaragoza, coge este medio de transporte diariamente para desplazarse por la ciudad, en concreto la línea 35. Este lunes esperaba al bus en la plaza de España esperando el bus y aseguraba estar "hasta el gorro" de esta situación. "¡Que termine por Dios! Es eterna. Los trabajadores tendrán sus derechos que reivindicar, no lo dudo. Pero a los usuarios nos fastidian; nos supone un trastorno en nuestra rutina diaria", criticaba. Asimismo, aludía a la tardanza en las frecuencias y al comportamiento de algunos conductores. "Tardan mucho en venir y a veces no se ajusta el tiempo de espera: pone 10 minutos y en realidad son 15. Y la mayoría de los conductores de mi línea son maleducados; dan cada contestación cuando se les advierte del frenazo que han pegado o que por un despiste no han abierto la puerta cuando les han solicitado una parada", comentaba.

"¡Que termine la huelga, por Dios! Es eterna. Los trabajadores tendrán sus derechos que reivindicar, pero a los usuarios nos fastidian"

Juani Simón y su marido, Juan Valdemoro, esperaban en la misma marquesina al 22 después de un mes de no cogerlo por una lesión de ella en un pie y también se mostraban críticos por que ambas partes no hayan sido capaces de alcanzar una salida en todo este tiempo. "Que dure tanto lo veo fatal. Somos mucha la gente que somos usuarias del autobús y creo que los trabajadores se están envalentonando", decía Juani. A su lado, Alberto Aldea añadía en la misma línea: "La huelga se está alargando demasiado y quien lo paga son los usuarios".

No obstante, también hay otros viajeros que simpatizan con la huelga. Es el caso de la joven Ayla Torres, quien coge el 35 diariamente para ir al trabajo. "Si los trabajadores consideran que tienen que hacerla para lograr sus objetivos, no tengo nada en contra de ella", subrayaba. O Roberto, usuario habitual de distintas líneas de bus, quien señalaba sobrellevarla mientras esperaba este lunes en el paseo de la Independencia. "Con repartir el dinero que hay, tendremos un poco más de servicios. Y los trabajadores se portan de forma excelente; no he visto enfados y a veces les recriminan que llegan tarde o no se han abierto las puertas en el momento justo", apuntaba, al tiempo que reconocía que llega más tarde a los sitios por los paros semanales. "En verano es una espera que me perdonan y en invierno tenía que hacer las cosas más deprisa en casa para llegar a la parada y entrar a mi hora en el trabajo", detallaba.

"Los conductores se portan de forma excelente; no he visto enfados y a veces les recriminan que llegan tarde o que no se han abierto las puertas en el momento justo"

La joven Clara Hernández suele mirar los horarios de los autobuses y dependiendo de las movilizaciones organiza sus salidas a coger el bus, aunque no le supone ningún trastorno. "Ni agobios ni nada parecido. Entiendo que si los trabajadores hacen una huelga es porque están intentando lograr algún derecho; me parece bien. He visto más retraso de lo habitual, pero si están con paros es normal. A veces ocurre que en los paneles (de información de las frecuencias) pone menos tiempo de espera del que en realidad es, pero muchas veces es por los gps que llevan los autobuses, que están trastocados", justificaba

"Los autobuses tardan mucho en venir y a veces no se ajusta el tiempo de espera. Y la mayoría de los conductores de mi línea son maleducados"
"Somos muchos los usuarios y creo que los trabajadores se están envalentonando"

Por su parte, la joven Laura Mozota destacaba que excepto un día, que tuvo que esperar 23 minutos, por lo general los buses de la línea 35  vienen a su hora. "En cambio en la 29 a veces pone 8 minutos y tarda 16. Al servicio le pongo de nota un 6. Eso sí, me parece fatal que esta situación dure tantos meses", resaltaba.

En cambio, Eva A. no tenía esa percepción a juzgar por su palabras mientras esperaba en una marquesina del paseo de Pamplona. "Muchos autobuses van fatal y nos tratan peor que a animales: nos han llevado muy apretados cuando había más contagios (de la covid). Y hay conductores que te tratan bien, pero en general son maleducados. Si están mal, que dejen el puesto a otros", subrayaba.

"Si hacen una huelga es porque están intentando lograr algún derecho; me parece bien"

Y en medio de opiniones contrarias entre usuarios siempre hay casos como el de Juan, un jubilado con todo el tiempo del mundo y sin prisas al que esta situación no le preocupa. "No sigo la huelga, siempre tengo un autobús para coger", indicaba. Si este martes no avanzan las posturas y no se llega a un acuerdo antes del 5 de septiembre, los paros se extenderán de lunes a domingo (ahora son tres días en horario de mañanas, mediodía y tarde). Se está ante una semana decisiva con el inicio del curso escolar a la vuelta de la esquina.

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