"Las sendas naturales del santuario de la Misericordia han quedado calcinadas"
Los vecinos de la zona fueron los últimos en regresar a sus casas debido a que hasta ahora no se había podido restablecer el suministro eléctrico y los daños en el cableado resultaban peligrosos.
Los vecinos del Santuario de la Misericordia de Borja fueron los últimos en regresar a sus casas debido a que hasta ahora no se había podido restablecer el suministro eléctrico y los daños en el cableado resultaban peligrosos. Los residentes recibieron la luz verde para volver ayer al medio día, sobre las 13.30. Ellos fueron los últimos residentes de los 1.500 habitantes desalojados, pertenecientes a 8 municipios, en pisar sus hogares y comenzar a valorar los daños. «Fuimos desalojados alrededor de 350 vecinos que durante el verano llegan a sus segundas residencias», afirmaba Alfonso Rivera, presidente de la Asociación del Santuario de la Misericordia.
«El sábado por la noche lo dábamos todo por perdido porque el fuego nos abrazó por la espalda, desde la zona del Calvario y los laterales», explicaba Rivera. El enclave, detallaba, es uno de los puntos turísticos más importantes de la comarca y mueve a muchos visitantes. «Se ha quemado el pulmón de la localidad, algo que afecta directamente al paisaje y al turismo», lamentaba Rivera.
Unos daños han perjudicado directamente a los caminos naturales que rodean al paraje del Santuario: «Los paseos naturales que ofrecía el territorio están calcinados y hay que tener en cuenta que han ardido muchas hectáreas», explicaba el presidente de la Asociación, que calificó el trabajo de los bomberos y la UME como «excepcional». Además, Rivera valoraba la continúa información que trasladaron, tanto los efectivos como el alcalde de Borja, Eduardo Arilla, a los vecinos en todo momento. «Nos ha tocado esperar más pero era lo que había que hacer, por responsabilidad, aunque nos haya generado frustración», reconocía.
Rivera pedía que se tuviera en cuenta el tirón turístico de la zona a la hora de programar las ayudas que lleguen. «A nivel paisajístico, Borja, y en concreto el Santuario de la Misericordia, son los grandes afectados, en Borja han ardido unas 3500 hectáreas, es un desastre sin precedentes con pérdidas muy importantes para los residentes y visitantes, agricultores y ganaderos, y cazadores que han visto calcinarse los montes más representativos», añadía. Sobre todo, el presidente de la asociación subrayaba la necesidad de que haya una regeneración rápida del territorio para que no afecte de forma inminente a los visitantes que eligen el paraje para descansar y desconectar, rodeados de naturaleza.
Los datos confirman la reflexión de Rivera, pues anualmente entre diez mil y once mil visitantes anuales, salvo en 2020, acuden a la zona. Antes de la estabilización del turismo en la localidad, se llegaron a contabilizar 40.000 visitas y, desde los inicios del boom del Eccehomo hasta la fecha, han visitado el santuario más de 300.000 personas procedentes de 110 países.
No obstante, el atractivo turístico no solo reside en esta pieza. También lo son el Santuario de la Misericordia, el templo que alberga la obra de arte y, sobre todo, sus alrededores, ahora calcinados tras el paso de las llamas del incendio del Moncayo por el territorio natural que lo rodea.
