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El detenido por el crimen de Calatayud es el último arrendatario del local donde se halló a la víctima

La Policía valora como posible causa del asesinato un tema relacionado con el consumo de drogas y continúa inspeccionando el local.

Los investigadores revelan nuevos datos del crimen de Calatayud.
La Policía Judicial, el forense de guardia y la comisión judicial estuvieron este lunes durante tres horas en la sala donde los investigadores estiman que sucedieron los hechos.
J. Z.

La persona que fue detenida este lunes por la Policía Nacional en Calatayud tras el hallazgo de un cadáver en el interior de un bar cerrado desde hace varios meses en la calle Madre Puy, es el último arrendatario del local. Se trata de un varón de 37 años, residente en la ciudad y nacionalidad española, que permanece en los calabozos como presunto autor de un delito de asesinato que, indican los investigadores, puede estar relacionado con el consumo de drogas. Hasta el jueves se estima que no pasará a disposición judicial.

Por su parte, la identidad de la víctima corresponde con la de un hombre de 53 años que estaba desaparecido desde el pasado sábado por la noche, día del 'chupinazo' de las Fiestas de San Roque de Calatayud. La denuncia, explican fuentes de la investigación, fue interpuesta por sus familiares este lunes sobre el mediodía.

De igual forma, sus allegados llegaron a transmitir que este bilbilitano no solía salir fuera de la ciudad y, a su vez, proporcionaron el nombre de varios establecimientos en los que podría estar o haber estado. La investigación sigue abierta y durante la mañana efectivos de la Policía Científica han estado trabajando en el interior de local, recogiendo huellas y realizando comprobaciones.

Los invetigadores recogieron pruebas en el local de Calatayud donde apareció el cuerpo de la víctima este lunes.
Los invetigadores recogieron pruebas en el local de Calatayud donde apareció el cuerpo de la víctima este lunes.
Jorge Zorraquín

Este lunes, durante casi tres horas, la Policía Judicial, el forense de guardia y la comisión judicial estuvieron dentro de la sala, donde los investigadores estiman que sucedieron los hechos. Desde un primer momento se detectaron signos evidentes de violencia, dadas las numerosas lesiones que presentaba y que incluso dificultaron el reconocimiento del fallecido.

El pub Blue Lion dejó de funcionar a principios de año, poco tiempo después de haber sido reformado por última vez. De hecho, la verja estaba cerrada y los agentes tuvieron que recurrir a una cizalla para acceder al interior.

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