Visitar Zaragoza con ojos de turista
Muchos aragoneses desconocen decenas de historias y secretos ocultos que esconde la capital aragonesa. ¿Un plan alternativo para lo que queda de verano?
A menudo, cuando viajamos fuera de casa -sobre todo bien lejos-, solemos desvivirnos a la hora de recorrer cada calle, plaza, iglesia o mercado; tomando cientos de fotografías. Sin embargo, pocas veces caemos en la cuenta de que la ciudad que nos vio nacer o nos ha acogido también recoge cientos de historias y secretos ocultos que, incluso, continúan sorprendiendo a los propios locales. Esa otra mirada, en este caso a Zaragoza, deja estos testimonos:
“Cogimos la excursión por los críos, y hemos acabado aprendiendo más nosotros”, reconocía Jorge Tomey nada más bajar del Megabus, el formato teatralizado de bus turístico que sale cada día durante el verano a las 20.15 de la plaza del Pilar. Junto a Natalia Puerta y Alba Cid, y los pequeños -Héctor, Eloy, Vera, Mar y Elva- todos ellos llegados de La Puebla de Alfindén, decidían pasar un fin de semana como turistas en su ciudad.
“Buscábamos un plan diferente para hacer con los niños, para que aprendieran cosas de manera divertida, y decidimos probar. La verdad es que nos ha sorprendido mucho la cantidad de cosas que no conocíamos de nuestra propia ciudad”, explica Natalia. “A veces parece que tienes todo el tiempo del mundo para hacerlo, y lo vas dejando pasar”, indica Cid.
A bordo del autobús descapotable de dos plantas, y de la mano de la doctora ZZJones (Laura Jaén, de Binomio Teatro), los presentes nos sumergimos de lleno en una clase de Zaragozología sobre ruedas. ¿Sabían que en Zaragoza hay cuatro torres mudéjares o que el Coso se llama así porque discurre de forma paralela al curso -cursum- del río? ¿Sabía en algunas de las fachadas modernistas del paseo de la Independencia y Sagasta encontramos estatuas ‘espías? ¿Y que la torre del Agua, uno de los monumentos más emblemáticos de la Expo de 2008, tiene 76 metros de altura?
“Hay muchas cosas que ya no están, pero de las que quedan pistas, como de las 12 puertas que hubo cuando la ciudad estaba completamente amurallada”, explica la maestra, que no deja de sorprender a los presentes, llegados de Estados Unidos, Francia, Galicia o Málaga, además de varios zaragozanos. “Sabéis que el Pilar es el edificio Barroco con más torres del mundo? Tiene un total de 15”, prosigue.
Un viaje que enamora a locales y turistas, como confirman Mayte Martín y Pedro Albés, que han llegado Torre del Mar, en Málaga, para visitar la capital araognesa y han subido al bus con sus hijos Pedro e Irene. “Íbamos a pasar muy poco tiempo en la ciudad y nos parecía una buena manera de conocerla rápido y aprender un montón de cosas”, afirma ella. El precio del billete es de 8 euros -los menores de 5 años no pagan-, por un recorrido de algo más de una hora. Además, con el mismo billete se puede también subir durante 24 horas al bus turístico diurno.
Se trata de una de las actividades más consagradas de Zaragoza Turismo -lleva 17 años en marcha- que se une a otras nuevas como el Bus de atardecer, en marcha desde este 13 de agosto hasta mediados de septiembre, todos los sábados a las 21.00 horas -por 11 euros- para recorrer la ciudad en una de las horas más mágicas del día: la hora dorada. Además, el 21 de agosto a las 10.30, tendrá lugar el Divertour, en el que ZZJones y su colega la profesora Stones (de la Universidad de Muchaschuches) harán la ruta de la plaza de las catedrales. Una manera de conocer el corazón de la ciudad por 5.50 euros.
Otra de las actividades destacadas del verano son las rutas con informadores turísticos en la calle -con estudiantes en prácticas de la Universidad de Zaragoza-, como el paseo de foto por la ribera -que recorre algunos de los enclaves más fotografiables de la ciudad-, la ruta del casco histórico y las rutas en inglés -todos los días- y en francés -de viernes a domingo- por tan solo dos euros, una forma de reconocer la ciudad y, de paso, practicar idiomas.
Los zaragozanos, un público fiel durante todo el año
Y, como esta, las alternativas durante el mes de agosto son muchas: la ruta de Goya, la ruta romana por los cuatro museos de Caesaraugusta o la visita a las tres imprescindibles -El Pilar, la Seo y la Aljafería- o la típica fotografía desde una de las arcadas del puente de Piedra son ineludibles. Además, como explica Paola de la Casa, coordinadora de oficinas en Zaragoza Turismo, los zaragozanos son un público fiel durante todo el año.
“Cada vez más la gente de Zaragoza visita Zaragoza, y nos llegan muchas consultas cada día y durante todo el año”, asegura. No en vano, según datos de Zaragoza Turismo, después de los propios residentes de Zaragoza -que encabezan la lista de consultas nacionales-, los franceses (11 %) son los que más visitan la capital aragonesa, seguido de la Comunidad de Madrid y Cataluña. “Nuestra ciudad guarda muchas sorpresas que los vecinos desconocen, pero merece la pena descubrir. Desde los vestigios romanos, los pasos de Goya en la ciudad, o el museo Pablo Gargallo o el de origami, así como la ruta del chocolate”, afirma.
De hecho, Nuria Segura y Dan Calderón, naturales de Reus y que han venido tres días de escapada a la capital aragonesa, no han dudado en adquirir su chocopass, por 9 euros, que incluye la visita a varias chocolaterías, confiterías y pastelerías de la ciudad que ofrecen una degustación de este producto tan famoso en el mundo entero. “Nos ha sorprendido mucho esta alternativa, la verdad, está siendo una gran experiencia”; admiten.
