ZARAGOZA

Condenado a 13 años de cárcel por la brutal violación a una joven discapacitada

El acusado la engañó para ir a una pensión y la forzó con tal bestialidad que la chica, de 22 años y edad mental de 12, casi se desangra y tuvo que ser operada.

La Audiencia Provincial ha absuelto a la farmacéutica acusada.
 Audiencia Provincial de Zaragoza
Raquel Labodía

La Audiencia Provincial de Zaragoza ha condenado a William Oswaldo Valverde López a 13 años de prisión como autor de la brutal violación de una joven discapacitada de 22 años, a la que causó graves lesiones físicas y psíquicas. El tribunal declara probado que el hombre, de 47 años, consciente de la vulnerabilidad de la chica –con un retraso mental leve-moderado, una discapacidad intelectual del 48% y declarada incapaz judicialmente– la convenció para quedar con él e ir a una pensión para darle «besos y abrazos». Pero la imagen que la joven ideó en su cabeza del que creyó ‘amigo’ o incluso ‘novio’ (lo había visto solo una vez antes) se tornó en un tipo que la atacó con extrema violencia. La agresión causó conmoción en la ciudadanía y se organizaron movilizaciones  en apoyo a la víctima y solicitando la máxima pena para el violador

La sentencia descarta por completo la versión ofrecida por el acusado, el cual dijo que había ido con la joven a la pensión de mutuo acuerdo para mantener relaciones íntimas, pero que no llegaron a consumarlas al comprobar que ella tenía la regla con abundante sangrado. Rechaza también, como planteó la defensa, que la muchacha fuera violada por otro individuo cuando William Oswaldo Valverde la dejó en el autobús para que regresara a su casa sola. La Fiscalía solicitó 14 años de cárcel para el acusado, la misma que pidió  la acusación particular, a cargo del abogado Gabriel Gómez de Llarena, En lo único que discrepaban las acusaciones era en la responsabilidad civil, fijadas en 30.000 y 50.000 euros, respectivamente.

Para las magistradas de la Sección Primera, de acuerdo con las pruebas y testimonios, la realidad es que el 3 de julio de 2020 el acusado pasó por delante de la puerta del parque de las Delicias y encontró a la joven, la cual estaba con una amiga de 12 años. Tras apartarla de la niña, la convenció para verse al final de la tarde, sobre las 20.30, e ir a un «sitio tranquilo» para darse abrazos. La chica aceptó, desoyendo a su amiga que le decía que no fuese.

Graves lesiones

Tal y como acordaron, a esa hora se dirigieron al hostal Laborra, en Duquesa Villahermosa, donde el hombre ya había estado antes con mujeres. Nada más entrar en la habitación, se desnudó, le pidió que hiciera lo propio y ante su reticencia le quitó bruscamente la ropa. Luego le dijo: «Ahora vas a saber cómo es un hombre verdadero» y la violó, a pesar de que gritó y le dijo que parara. Lo hizo con tal brutalidad que le causó un desgarro vaginal de 10 centímetros y distintas lesiones. Al empezar a sangrar, le dijo que se duchara mientras él limpiaba la habitación de los restos de sangre. Como la hemorragia no cesaba, le dio un calcentín de su mochila para que se lo colocara a modo de compresa.

Luego dejaron la pensión, la acompañó al autobús de la línea 22, le pagó el billete y la dejó marchar. La chica se bajó en Vía Hispanidad y fue andando al bar del parque Palomar de las Delicias. Antes cruzó por delante de un conductor parado en un semáforo que la vio con la ropa y las zapatillas manchadas de sangre. Cuando llegó al bar, la camarera se dio cuenta de la hemorragia y llamó a la Policía. La joven fue trasladada al Hospital Miguel Servet donde sufrió una hemorragia masiva que requirió una inmediata y urgente intervención.

La muchacha, según la sentencia, tiene un retraso mental que le impide comprender las situaciones complejas, resolver conflictos y es muy vulnerable. Es una víctima de fácil engaño y carece de capacidad para prestar consentimiento válido para mantener relaciones sexuales, de las que tiene un conocimiento básico. La agresión le causó, además de lesiones físicas, daños psíquicos, como trastornos de adaptación y ansioso depresivos.

No hay otras causas

Las magistradas tienen en cuenta para condenar a William Oswaldo Valverde López que no existe ninguna causa para atribuir la lesión de la víctima a otra cosa que no sea la violación ni que fuera cometida por otro individuo. Además de no haber tiempo material para que esto sucediera, la Policía encontró en la ropa de la joven dos muestras de ADN.

La Sala argumenta que para condenar al acusado cuentan con la declaración de la víctima, la identificación plena del autor de la agresión, los testimonios de las personas que la vieron y la ayudaron. Si bien admiten que ante estas personas intentó justificar su dolor y sangrado diciendo que la había violado un hombre en el parque, luego, más tranquila y amparada por sus padres, relató lo ocurrido de manera coherente y detallada. La Policía dudó desde el primer momento de la versión de la agresión en el parque, ya que la chica no llevaba ni una brizna de hierba ni de arena en su ropa.

Afirma la sentencia que el acusado planeó la agresión y que estaba al tanto de la discapacidad de la joven, ya que 15 días antes había estado hablando con ella más de tres horas. Además de la pena de prisión, lo condena a indemnizarla con 3.000 euros por las lesiones, 2.000 por las secuelas y 20.000 por los daños morales causados. Su abogado, Óscar Espinosa, ha anunciado que recurrirá el fallo.

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