urbanismo

La chicán de Félix Latassa ya se dibuja sobre el asfalto

Tras cinco meses de obras, los avances de la reforma de la calle son visibles en el tramo comprendido entre la avenida de Goya y Mariano Barbasán.

Las obras van más avanzandas en el tramo más cercano a la avenida de Goya.
Las obras van más avanzandas en el tramo más cercano a la avenida de Goya.
Heraldo

Más de cinco meses lleva cortada la circulación entre la avenida de Goya y Mariano Barbasán a través de la calle de Félix Latassa, que está afrontando una ambiciosa reforma. Después de mucho tiempo sin apenas avances visibles por tratarse de una primera fase en la que se renovaba la red de saneamiento, ahora por fin los cambios emergen a la luz y la prometida chicán para reducir la velocidad de los coches ya se dibuja. De momento, los peatones ya pueden recorrer la calle con más holgura que hasta ahora, y recuperan unas ampliadas aceras que llevaban semanas encorsetadas entre vallas.

El Ayuntamiento de Zaragoza está invirtiendo cerca de un millón de euros para adecentar una calle que apenas había recibido mantenimiento en las últimas décadas. Las obras comenzaron el pasado mes de marzo y comienzan a verse algunos resultados para satisfacción de los vecinos y comerciantes, que han pasado una primavera rodeados de barreras. Según puede adivinarse conforme se van retirando las verjas, la calle seguirá teniendo la calzada a diferente nivel que las aceras, y contará con un único carril de circulación ligeramente sinuoso y una banda de aparcamiento que se situará a un lado u otro en tramos alternos. Esta configuración permite ampliar las aceras y "mejora sustancialmente la movilidad peatonal", según explican fuentes municipales, que apuntan también que así se habilitan espacios de maniobra para Bomberos y se adapta la calle a la normativa actual. 

Otra recreación de la futura Félix Latassa.
Recreación de la futura Félix Latassa.
Ayuntamiento de Zaragoza

Lo más llamativo, no obstante, es la nueva chicán, que parece la fórmula que ha encontrado el Ayuntamiento para reducir la velocidad del tráfico rodado y la siniestralidad vial en algunos puntos conflictivos de la ciudad. Hace cuatro años comenzaron a instalarse este tipo de chicanes como una prueba piloto en Lagos de Millares (junto al campo del Atlético Escalerillas), Pedro Cerbuna, Domingo Miral o Antonio Leyva. Ahora la solución parece ir consolidándose y estos trazados sinuosos se van a aplicar también en las reformas de Osa Mayor, Predicadores y Santiago Lapuente.

Está probado que las chicanes consiguen reducir los atropellos y los choques derivados del exceso de velocidad en los entornos urbanos, si bien también son uno de los elementos más impopulares entre los conductores, que recelan de sus trazados como también lo hacen de los badenes o resaltes sobre el asfalto. Los estrechamientos de la calzada obligan a los conductores a levantar el pie del acelerador de forma instintiva y a aumentar la atención sobre la vía para acometer las curvas en zigzag. 

Por lo demás, la reforma de Félix Latassa prevé incorporar elementos vegetales que ahora no existen y mejorar la conexión peatonal con nuevos pasos de cebra. La idea es que se convierta en un atractivo paseo con carácter comercial, que conecte las zonas de la plaza de San Francisco y la avenida de Goya. Hasta lograr ese objetivo, aún queda mucho trabajo por hacer, pues en las próximas semanas se tendrán que intensificar las actuaciones en el tramo comprendido entre Mariano Barbasán y San Juan de la Cruz, donde la obra no está tan avanzada. 

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