Una treintena de locales comerciales que arrastraban años sin uso tienen ahora una nueva vida en Zaragoza. En total, la ciudad cuenta ya con 48 viviendas construidas en antiguos establecimientos a pie de calle ubicados principalmente en barrios consolidados, y se prevé que sean al menos cinco más en los próximos meses. Son los datos que se registran un año y medio después de la modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que permitió incluir estos nuevos usos con el objetivo de frenar el deterioro que sufren determinadas calles y tratar de que recuperen su actividad.

En este tiempo, desde el 24 de febrero de 2021, el Ayuntamiento ha concedido 32 licencias para la construcción de 48 viviendas, 21 durante el ejercicio anterior y 11 en lo que va de año. Otras cinco están en tramitación, mientras que siete han sido denegadas por incumplir los requisitos marcados, como no encontrarse en una zona saturada o dentro de la malla básica de la ciudad. También se excluyen los locales cuyos planes especiales de ordenación de la actividad comercial prohíban el cambio o los que linden con discotecas, bares u otros establecimientos dedicados a una actividad molesta para las viviendas.

Como recuerda el concejal de Urbanismo, Víctor Serrano, la intención del Consistorio con la nueva normativa no era generar un "cambio radical" en Zaragoza, pero sí "abrir un camino" para acomodarse "a las cambiantes exigencias del mercado". En este sentido, el edil asegura estar satisfecho con la "buena respuesta" que ha logrado la medida. "Los servicios técnicos están recibiendo numerosas solicitudes de información y ya son más de 30 los locales de nuestras calles que han pasado de degradar la escena urbana a tener un nuevo uso", enfatiza, y recuerda que, a su juicio, la abundancia de locales vacíos supone "un despilfarro del patrimonio edificado que la ciudad no se puede permitir".

En doce distritos

Sobre esto, indica que la modificación está pensada para los barrios y, de hecho, ya hay viviendas de estas características repartidas por doce distritos. El que más aglutina es Delicias, con ocho, seguido de San José, con seis, y Universidad, con cuatro. También se han construido en Torrero, Oliver, Las Fuentes, El Rabal, Casco Histórico, La Almozara, Actur y Valdefierro. Según explican desde la empresa Glove Soluciones Residenciales, en las zonas en expansión donde la densidad de vivienda ya está agotada es difícil encontrar un local que cumpla con los requisitos necesarios, pero en las consolidadas es relativamente más sencillo.

Con todo, recuerdan que hay que cumplir unas condiciones "drásticas", por lo que al final pocos espacios son susceptibles de una reconversión. 

"Era un mercado inexplorado y cuando el Ayuntamiento flexibilizó las condiciones mucha gente se echó adelante, pero el componente de gestión tan importante que conlleva los terminó echando atrás", explica Fernán Archilla, uno de los socios de la constructora. "Aunque en nuestro caso tenemos mucha experiencia y un buen equipo de arquitectos y lo hacemos sin problema", añade. Aún así, cuenta que por ejemplo se deberían actualizar las zonas saturadas de bares, porque hay algunas que ya no lo están y se siguen contemplando como tal, lo que impide que se pueda construir allí una vivienda.

Algunos requisitos

Para que Urbanismo autorice el cambio, los locales deberán haber estado sin actividad un mínimo de 36 meses antes de la solicitud y tendrán que superar una altura de 2,5 metros y un acceso diferenciado. No podrán acogerse los que no dispongan de al menos 45 metros cuadrados útiles y habrá que garantizar que cumplen las condiciones de ventilación e iluminación natural exigidas por la normativa genérica para evitar perjuicios en el resto de pisos o en los espacios exteriores.

Además, el concejal responsable del área indica que la normativa se elaboró de forma que no se entremezclen las viviendas con los usos comerciales y hosteleros en las mismas calles, para evitar, entre otras cuestiones, que las expectativas de uso residencial eleven el precio de los locales. La modificación del PGOU también contempla otras posibilidades, como que se acondicionen como estacionamiento de bicicletas y otros vehículos y reducir así la presión sobre las aceras.