Ayuntamiento de Zaragoza

PP-Cs descarta ampliar las ayudas al transporte al 50% y la oposición urge un debate sobre movilidad

Chueca asegura que el Ayuntamiento ha hecho ya "todos los esfuerzos posibles" con los precios. El PSOE pide un pleno extraordinario y habla de situación "insostenible" por la huelga del bus.

Varios usuarios, ayer mientras esperaban la llegada del bus en una de las paradas del centro de la ciudad
Varios usuarios, ayer mientras esperaban la llegada del bus en una de las paradas del centro de la ciudad
José Miguel Marco

El Ayuntamiento de Zaragoza no ampliará al 50% la rebaja en el transporte público anunciada por Pedro Sánchez para combatir los efectos de la inflación, sino que aplicará exclusivamente el 30% que bonificará el Ejecutivo central. El Gobierno había dado a las administraciones locales y autonómicas la opción de extender el descuento otro 20% con fondos propios para abaratar aún más los bonos mensuales y las tarjetas multiviaje. Sin embargo, desde el Consistorio se considera que "se ha hecho ya todo el esfuerzo que se podía hacer". "Es un anuncio del Gobierno de España y esperamos que lo asuma íntegramente; que no sean los ayuntamientos los que tengan que terminar de pagar coletazos. Estamos esperando todavía ayudas por haber mantenido el servicio en los momentos más duros de la pandemia", afirmó ayer la concejala de Movilidad, Natalia Chueca.

La edil recalcó que el Ayuntamiento sigue atravesando una situación "realmente complicada" a consecuencia del agujero provocado por la caída de usos durante la pandemia, y recordó que desde que llegaron al gobierno, PP-Cs ha hecho un esfuerzo "para mejorar el transporte y hacerlo más accesible". "No hemos reducido servicio ni ajustado frecuencias, y hemos mantenido el precio incluso este año, en el que ya teníamos un IPC alto", dijo.

Chueca calcula que a Zaragoza le corresponderían alrededor de cinco millones de euros del fondo estatal, aunque por el momento no hay cuantías confirmadas, lo que hace que todas las miradas estén puestas en el día 15, momento en que se conocerán todos los detalles de la propuesta. El principal temor es que la partida resulte "insuficiente". "Va a generar un cierto riesgo para las arcas municipales, y si no se cubre, serían los ayuntamientos los que tendrían que sufragar el diferencial", avanzó.

Es por ello que el Consistorio ha enviado ya sus alegaciones, en las que reclama que el fondo esté sujeto "a una partida ampliable" a fin de hacer una liquidación posterior durante el primer trimestre de 2023 y que la bonificación se mantenga "mientras duren las circunstancias actuales", llegando al menos hasta finales del próximo ejercicio.

Según dijo la edil, el descuento será "totalmente transparente" de cara al ciudadano. "Cuando pase su bono o su tarjeta multiviaje entre el 1 de septiembre y el 31 de diciembre, en vez de tener el precio habitual verá reflejado uno un 30% más económico, y cuando pase el periodo volverá al de antes. El trabajo va a ser más de programación interna por parte de la operadora y de los distintos sistemas. Afectará a todas las tarjetas y modos de pago que tenemos actualmente en el bus y el tranvía", señaló.

Sus argumentos, sin embargo, no contentaron al grueso de la oposición, que criticó la decisión de no ampliar del 30% al 50% las ayudas. La portavoz socialista, Lola Ranera, lamentó que la concejala "no sea sensible con las necesidades de los zaragozanos". "Está claro que no gobierna para todos los ciudadanos, sino para una parte", agregó. También Podemos había exigido subir el descuento al 50% para ayudar a las familias y las pequeñas y medianas empresas de la ciudad. Especialmente teniendo en cuenta que "este gobierno ha recibido más dinero que ningún otro para movilidad".

Quien no lo ve así es Vox. Para su portavoz, Julio Calvo, la medida de Pedro Sánchez es "absolutamente cosmética". "Ampliarla al 50% no solucionaría nada. Puede tener más impacto para la recuperación del transporte público que en combatir la inflación. Dudo de que con esa ayudita se vaya a luchar eficazmente", dijo.

Los grupos instan a actuar

La complicada situación que atraviesa el transporte público, marcada por un conflicto que dura ya más de 500 días, llevó ayer a la oposición a exigir un paso adelante al gobierno PP-Cs.

El PSOE solicitó un pleno extraordinario centrado en movilidad –con la resolución del conflicto del bus, la reordenación de líneas o el eje este-oeste como principales asuntos a debatir–, recalcando que una huelga de estas características "no ayuda a recuperar la confianza de los ciudadanos". Mientras, desde Podemos se exigió al alcalde, Jorge Azcón, que "deje de eludir su responsabilidad y actúe de una vez ante los problemas del transporte público".

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