Así es dormir una noche en Ikea Zaragoza

Un total de 16 zaragozanos tuvieron la oportunidad de pernoctar en el establecimiento de la capital aragonesa para celebrar su 15 aniversario en la ciudad.

Jorge y María, ya en la cama de Ikea.
Jorge y María, ya en la cama de Ikea.
Camino Ivars

¿Cuántas veces ha soñado con quedarse encerrado una noche en un centro comercial? Sin duda, suena a trama de película o, cuanto menos, a misión imposible. Sin embargo, este viernes 16 zaragozanos tenían la oportunidad de vivir la experiencia en Ikea Zaragoza, que decidía celebrar así su 15 aniversario en la capital aragonesa.

En pijama y con pantuflas; y tras una deliciosa cena en el restaurante del establecimiento, así comenzaba la aventura. Tras la bienvenida de Fanny Giménez, directora de la tienda, y del resto del equipo que pasará la noche con los afortunados -Angélica, Fran, Mariajo, Gema y Javi- es el turno del jefe de seguridad, José Enrique, quien explica las normas: "Vais a dormir en la zona de ambientes -en la exposición por la que todo el mundo pasa con sus carros-. Los compañeros de logística estarán trabajando toda la noche en el almacén. Para ir al baño o cualquier emergencia, tendréis un teléfono en el centro de la sala", enumera.

Al otro lado de la sala, una treintena de personas de todas las edades mira con atención al jefe de seguridad. Entre ellos hay historias de todo tipo. Por ejemplo, la de Iker, que quiso sorprender así a su mejor amiga, Iulia, por su 23 cumpleaños –"cuando me llamó pensé que me estaba vacilando", admite la joven entre risas-; o la de Rosa, maestra jubilada a la que su hija Leticia decidió dar una sorpresa. "En un primer momento le dije, conmigo no cuentes. Con lo grande que es esto, pensé que no me atrevería", reconoce.

Rosa, maestra jubilada, y su hija Leticia, haciendo la cama en Ikea.
Rosa, maestra jubilada, y su hija Leticia, haciendo la cama en Ikea.
Camino Ivars

También la de Jorge, escritor, que aseguró que al leer la noticia le pareció una experiencia muy inspiradora que, sin duda, "da pie para una historia", o la de Alejandro y David: "Me ha engañado y aquí estoy, empezando mis vacaciones en Ikea". Y es que, la originalidad; era imprescindible para hacerse con una de las camas disponibles para esta aventura. No en vano, se presentaron más de 700 personas a la convocatoria que debían de responder a la pregunta: ¿Por qué eres el candidato perfecto para una noche en Ikea? "Ha sido una auténtica locura. En el décimo aniversario fueron apenas 150", explicaban desde la tienda.

Por eso, el descaro del mensaje de Jorge y María, que, mientras disfrutaban de un concierto en El Bosque Sonoro, y un poco "al tuntún", rellenaron la solicitud afirmando que les encantaba "dormir en camas ajenas y, sobre todo, gratis"; o el humor creativo mensaje de Alejandro, que se curró un fotomontaje con la Reina Isabel II de Inglaterra y otro nadando con tiburones, y aseguró que dormir en un centro comercial era el único sueño que le quedaba por cumplir en la vida; fueron decisivos.

Jorge y María, hacen su cama en Ikea.
Jorge y María, hacen su cama en Ikea.
Camino Ivars

Una experiencia única

Tras las presentaciones, se realizaba el reparto del kit de bienvenida -o supervivencia-, el cual incluía unas pantuflas de colores, tapones y antifaces -para quienes tuvieran el sueño más ligero- y comenzaba el tour por "lo que nadie ve de la tienda". Un paseo por los almacenes, las oficinas, la cantina de los trabajadores, y la oportunidad de conocer a estas personas que "trabajan en la sombra para que esto sea realidad cada día", destaca la directora, eran la antesala a una serie de juegos tipo 'Pictionary' -en este caso, 'Ikeanary'- antes de irse a la cama. "Ha sido una experiencia muy original y divertida", afirmaba Cristina.

Y antes de dormir, un concurso de hacerse más rápido la cama, que se repetiría por la mañana, a las 8.00 a.m., para dejarla tal y como estaba. "La experiencia fenomenal porque he dormido de maravilla. Me lo he pasado muy bien y rodeada de gente joven", afirmaba Rosa, la maestra jubilada, una vez superada la experiencia. "La verdad es que no podía haber un plan mejor, el grupo ha sido muy majo y la experiencia muy original y novedosa", añadía David.

La experiencia de dormir en Ikea.
La experiencia de dormir en Ikea.
JORGE BUIL

Cuidar de las personas y del planeta

Como explicaba Fanny Giménez, la directora, otro de los objetivos de la experiencia era sumergir de lleno a los afortunados en la filosofía Ikea, centrada en "el cuidado de las personas y del planeta". El concepto nace en 1943 de la mano Ingvar Kamprad en la ciudad de Älmhult (Suecia). "Los orígenes son humildes, por eso trabajamos con productos asequibles para la mayoría; y siempre han girado en torno de la sostenibilidad. No en vano, nuestro lema es crear un mejor día a día para la mayoría de las personas", resumía.

De la experiencia, Giménez destacaba la suerte que habían tenido con el grupo resultante. "Hemos reunido a personas que hace unas horas no se conocían de nada, y que lo único que tenían en común era Ikea, y han acabado convirtiéndose en una gran familia. Sin duda, hemos hecho magia", concluía.

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