EFEMÉRIDE

Cinco curiosidades del Mercado Central que quizá no conocías

Inaugurada tal día como hoy en 1903, esta lonja centenaria, que luce un renovado aspecto desde 2020, conserva muchos detalles en su decoración que desde entonces pueden apreciarse con el esplendor de sus inicios.

Mercado Central de Zaragoza
Mercado Central de Zaragoza
F.Jiménez

No solo es la lonja de referencia para los zaragozanos; también es uno de esos edificios que merece la pena pararse a contemplar, dada su antigüedad. Hablamos del Mercado Central de Zaragoza, inaugurado tal día como hoy en 1903.

Diseñado por el arquitecto Félix Navarro, autoridades y numerosos invitados asistieron aquel 24 de junio a una “brillante ceremonia” de inauguración del “mejor mercado de España”, tal y como lo definió el arzobispo tras bendecir la obra. Se trataba de un nuevo edificio que “venía a llenar cumplidamente una necesidad hace tiempo en una población tan importante como Zaragoza”, publicamos al día siguiente en las páginas de HERALDO.

En 2020, tras casi dos años de reformas -de las más ambiciosas de su centenaria historia-, el Mercado Central abrió luciendo un nuevo aspecto. Durante los meses que permaneció cerrado con motivo de la rehabilitación integral a la que fue sometido, los asiduos al mercado de Lanuza tuvieron, como alternativa, el mercado provisional que se levantó a pocos metros, entre las Murallas Romanas y la plaza de San Juan de los Panetes.

Así, aquel 5 de febrero de hace dos años, la lonja zaragozana abrió una nueva etapa volviendo a brillar como el primer día, sin perder su esencia ni ninguno de los detalles decorativos que en su día ideó el turiasonense Félix Navarro -destaca la profusión de adornos de motivos vegetales. De hecho, gracias a la amplitud y la luz que ha ganado la lonja con la reforma, vuelven a disfrutarse con el esplendor de sus inicios. A continuación recopilamos algunos de los más destacados.

1. Homenaje a Juan de Lanuza

El entorno donde desde 1903 se ubica el Mercado Central de Zaragoza fue escenario de autos de fe y decapitaciones, como la de Juan de Lanuza, Justicia de Aragón. Este ilustre personaje histórico fue mandado ejecutar por el rey Felipe II el 20 de diciembre de 1591, ya que se atrevió a desafiar al monarca por defender el Derecho aragonés y refugió a Antonio Pérez, el que fuera secretario de Felipe II, y se negó a entregarlo. Desde 1991, una placa conmemorativa en uno de los laterales de la lonja recuerda su figura.

Placa en memoria de Juan de Lanuza en el Mercado Central de Zaragoza
Placa en memoria de Juan de Lanuza en el Mercado Central de Zaragoza
Toni Galán

2.El león rampante

La iconografía de leones es numerosa en la ciudad, empezando por el escudo y la bandera. Unos de los más conocidos son los del Puente de Piedra pero también se pueden encontrar en otros muchos puntos de la ciudad, como museos, fuentes y también en el edificio del Mercado Central, que luce varios escudos con leones rampantes que simbolizan Zaragoza.

3. Un zoco aragonés

En una de las fachadas laterales se puede apreciar la palabra ‘zoco’. Dicen que es un gesto de gratitud al legado de la civilización árabe, que tantos conocimientos brindó al campo y la agricultura. También símbolo de la riqueza son las colmenas que, como gesto simpático, van acompañadas de tres abejas con cabeza humana y se asemejan a labradores.

4.Una balanza original

Uno de los elementos que más llamó la atención del público tras la remodelación del edificio fue la balanza original de 1903 que el servicio municipal de Cultura restauró para su exposición de forma permanente. Un objeto con el que Félix Navarro quería representar los equilibrios del nuevo espacio y en cuya glosa puede leerse: “Fiel instrumento de defensa de los consumidores, símbolo de la equidad entre las partes que debe reinar en este Mercado Central y de Lanuza”.

Mercado Central de Zaragoza, tras su inauguración en febrero de 2020.
Caduceo (bastón con dos serpientes enroscadas) coronado por un casco con alas
Toni Galán

5. El dios Mercurio

El Mercado Central fue concebido por Félix Navarro como un templo en honor del dios Mercurio, protector del comercio. Por eso, en una de las entradas laterales se puede ver su caduceo (bastón con dos serpientes enroscadas) coronado por un casco con alas. Un significativo símbolo decorativo en el que, sin embargo, casi nadie repara.

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