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Un acusado de violación en Zaragoza alega que su mujer le pide 10 años de cárcel por "no complacerla"

La Fiscalía ha mantenido la acusación pese a que la denunciante ha optado por guardar silencio y no declarar durante el juicio celebrado este lunes en la Audiencia de Zaragoza.

juiciojuicio por agresión sexual
El acusado, durante el juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Zaragoza.
Guillermo Mestre

La Fiscalía ha decidido mantener la petición de diez años y medio de cárcel para un hombre al que su propia mujer denunció por una supuesta violación en Zaragoza. Y lo tuvo que hacer apoyándose en el testimonio de una testigo, porque la víctima, de forma inesperada, decidió guardar silencio en el juicio y no responder a ninguna pregunta. La mujer había mantenido siempre que fue obligada por su esposo a practicar sexo contra su voluntad. Se lo contó a los policías que acudieron al piso de acogida de San José donde ocurrieron los hechos, a los médicos que la asistieron en urgencias, a los forenses que la reconocieron y al juez que dictó la orden de alejamiento. Sin embargo, la denunciante alegó esta vez ante el tribunal de Audiencia Provincial que no recordaba nada.

Los hechos que han sentando en el banquillo a Marcos Hernando A. M. se produjeron en la madrugada del 18 de septiembre de 2020. La pareja y una de sus dos hijas se beneficiaban entonces de un programa de acogida para extranjeros, por lo que residían en una vivienda compartida en la que contaban con una única habitación con tres camas individuales. 

Como han explicado denunciante y procesado, aunque habitualmente dormían separados, aquella noche el marido acabó metiéndose en el lecho de su mujer. Pero mientras el primero asegura que ambos decidieron mantener relaciones sexuales, ella había mantenido siempre hasta el juicio que fue víctima de una violación. Y por eso fue ella misma quien llamó a la Policía.

“¿Cómo explica que su mujer acabara lesionada si fue una relación normal?”, le ha preguntado la fiscal al acusado. “Yo estaba acostado en mi cama, pero me acerqué a la suya y le hice cariños para tener intimidades. Ella me dijo primero que era muy tarde, que tenía sueño. Después aceptó, no fui capaz de complacerla y ella se molestó”, ha contestado el presunto agresor. Porque según este, fue su problema de eyaculación precoz lo que dio lugar a la supuesta discusión en la que ella acabó herida. “Pero yo no le agarré de las muñecas ni le golpeé la cabeza contra la pared”, ha remarcado el hombre.

La decisión de la denunciante de acogerse a su derecho a no declarar ha sorprendido a la acusación pública, que ha llegado incluso a proponer al tribunal que diera lectura a las explicaciones que dio en su día sobre lo sucedido al juez instructor. Pero el presidente de la Sección Primera, Alfonso Ballestín, le ha recordado que esto es algo que prohíbe el Tribunal Supremo. Lo que sí ha hecho el magistrado es preguntar a la mujer si su silencio estaba condicionado por el miedo o alguna otra circunstancia, a lo que ella ha respondido que no.

“Me asomé al pasillo y vi cómo él le daba a ella una patada en el estómago que la mandó a volar: se estrelló contra la pared y cayó al suelo", dice una testigo

El silencio de la supuesta víctima ha forzado a la Fiscalía a apoyarse en la declaración de una testigo y de los policías para mantener la acusación. La primera es una mujer que compartía piso con la denunciante y su marido. Esta ocupaba la habitación contigua, junto a su madre y su hijo, y al escuchar gritos decidió levantarse a ver qué ocurría. “Me asomé al pasillo y vi como él le daba a ella una patada en el estómago que la mandó a volar: se estrelló contra la pared y cayó al suelo. Yo fui a levantarla y la llevé a la habitación para que se tranquilizara. Estaba llorando, pero intentó explicarme lo que había pasado. Me decía que su marido había intentado violarla”, ha contado la testigo.

Los policías que acudieron a la llamada de socorro de la denunciante han corroborado que la encontraron llorando y muy nerviosa. Les dijo también que su marido la había obligado a mantener relaciones sexuales contra su voluntad, llegando a golpearle la cabeza contra la pared, por lo que se llevaron al hombre detenido. 

La acusación particular, a cargo del letrado Alberto Peiró, solicita también una condena de diez años y medio de prisión. La defensa, de la que se encarga la abogada Marta Infante, ha pedido la absolución del encausado, ya que entiende que no hay prueba de cargo. Como se encontraron restos biológicos de su cliente, la abogada ha recordado que “nunca” se ha negado que la pareja practicara sexo. “Pero fue consentido, señorías”, ha insistido ante el tribunal.

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