Un concurso internacional recogerá ideas para rehabilitar el Belchite viejo
El Gobierno de España tiene previsto destinar un total de siete millones de euros a la recuperación de este enclave.
Un concurso internacional recopilará ideas de expertos en arquitectura y paisajismo para la rehabilitación y resignificación del pueblo viejo de Belchite (Zaragoza), destruido durante la Guerra Civil, en lo que supondrá una intervención en el histórico municipio para la que el Gobierno destinará 7 millones de euros hasta 2026.
La directora general de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón, Marisancho Menjón, y su homólogo de Memoria Democrática del Ministerio de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Diego Blázquez, han inaugurado este lunes en Zaragoza unas jornadas que suponen el primer paso hacia esa transformación del Belchite viejo.
Esta primera cita, que durará hasta el martes, tiene como fin abrir un proceso participativo sobre el futuro del pueblo y que servirá también como foro de debate alrededor de su preservación y gestión, todo ello desde la perspectiva histórica, arquitectónica y de conservación.
Blázquez ha explicado a los medios de comunicación antes de comenzar el acto que el siguiente paso “será hacer un concurso internacional de ideas” de expertos en arquitectura y paisajismo sobre las bases que se irán trazando en las jornadas que se celebran esta semana.
Para este año ya hay incluida una partida económica de 80.000 euros que permitirá lanzar el concurso, en el que primarán los criterios arquitectónicos para desarrollar posteriormente la intervención.
El director general ha destacado que se trata de un “periodo importante” el programado para abordar las intervenciones, ya que el cronograma contempla realizar este año el concurso y tres años más para desarrollar los trabajos.
“Si estamos hablando de un proyecto básico, esencial, de memoria democrática, el primer elemento tiene que ser construir el proyecto escuchando las opiniones tanto de especialistas como de la sociedad civil y de todas las personas que van a estar implicadas en la gestión de este patrimonio”, ha puntualizado Blázquez con respecto a las jornadas.
Su objetivo, según el director general, es reivindicar el patrimonio singular con el que cuenta Aragón, España y Europa, que es “un testimonio” de “la guerra, la violencia” y “la intolerancia política”, y convertirlo “en una herramienta de futuro para fortalecer valores” y la identidad ciudadana.
De manera más concreta, ha especificado que la meta es lograr un proyecto “integral”, que incluya un centro de interpretación, un recorrido, una intervención en las ruinas y que equilibre “dimensiones”, como por ejemplo el preso de la rehabilitación respecto de la conservación.
Sobre este asunto, Menjón ha especificado que, hasta ahora, las intervenciones se han ido realizando en los edificios “más emblemáticos”, como las iglesias de San Agustín y San Martín, y ha considerado que, actualmente, “lo más importante” es no perder “la trama urbana”, es decir, las viviendas particulares, que es “lo que más se ha perdido y lo que corre más riesgo”.
“Hay algunas paredes y estructuras que parece mentira que todavía se tengan en pie, están desafiando las leyes de la física y creo que es lo más urgente; necesitamos consolidar lo que queda de las viviendas”, ha subrayado.
