La brutal paliza a un policía en un bus de Zaragoza se salda con 2 años y medio de cárcel, pero el condenado saldrá de prisión

El autor reconoce los hechos y acepta indemnizar al inspector con 12.345 euros por las fracturas y lesiones que le causó.

Juicio por la agresión a un policía en un bus de Zaragoza
El acusado, con mascarilla y esposado, durante la vista celebrada en el Penal número 2 de Zaragoza. 
Guillermo Mestre

La brutal paliza que Bilal Moujami propinó a un inspector de policía fuera de servicio que le recriminó el mal uso de la mascarilla se ha saldado con dos años y medio de prisión por delitos de lesiones y atentado y una indemnización de 12.345 euros. A este acuerdo han llegado este viernes las acusaciones públicas y particulares con la defensa del acusado.

El pacto le permitirá salir de forma inmediata de prisión, donde lleva desde octubre de 2021, ya que los abogados y la Fiscalía han solicitado la suspensión extraordinaria de la condena, puesto que cada una que se le ha impuesto (dos años de cárcel por las lesiones y seis meses por el atentado) no supera individualmente los dos años de prisión.

No obstante, el magistrado Eduardo Marquina, titular del Penal 2, ha advertido al acusado que la suspensión de la pena es por tres años y medio, periodo durante el cual si vuelve a cometer un delito, "por pequeño que sea", tendrá que reingresar en la cárcel para cumplir el resto de la condena

Los letrados de la acusación, Pilar Sangorrín, en representación el Sindicato Unificado de Policía (SUP), al que pertenece al funcionario lesionado, y Marco Antonio Navarro y Carlos Álvarez de Eulate, por Jupol, estuvieron de acuerdo en que se le aplique la atenuante cualificada de reparación del daño, como pidió su abogada, Claudia Melguizo. Sobre todo, después de que en la mañana de este viernes depositara los 8.345 euros que le faltaban por pagar a la víctima por el perjuicio causado. 

El agente sufrió un traumatismo facial, fractura malar, rotura de menisco, hemorragia subconjuntival y una úlcera corneal, amén de un rosario de hematomas. Ha pasado por el quirófano para tratar la rodilla y le ha quedado una cefalea postraumática. No obstante, hace pocas semanas ha vuelto a incorporarse a su puesto de trabajo.  

Los hechos ocurrieron el 17 de octubre, último día de las Fiestas del Pilar del año pasado. Bilal Moujami viajaba en un autobús urbano en dirección a las Delicias cuando se encaró con varios pasajeros por reprocharle que no llevara puesta la mascarilla. El inspector de la Policía Nacional fuera de servicio que iba en el mismo autocar trató de calmar los ánimos, pero lo único que obtuvo fueron insultos: "Vete a tomar por culo" o "Vete a la mierda".

Momento de la agresión grabado por un pasajero.

El funcionario decidió entonces sacar su placa e identificarse como agente de la autoridad y le pidió que se colocara el tapabocas. A partir de ese momento, el acusado se exaltó todavía más, la lluvia de insultos y el grosor aumentó y terminó encarándose con él y retándolo para que le pegara si tenía "cojones" y a que se bajara en la siguiente parada para pegarse con él en la calle.

Aprovechando que el autobús se detenía, Bilal Moujami se agarró a una de las barras, tomó impulso y lanzó dos patadas contra el pecho del agente que le hicieron caer al suelo y golpearse la cabeza contra un asiento de forma que quedó conmocionado. En esa posición, el agresor se puso a horcajadas sobre él y le dio una sarta de puñetazos en la cara y la cabeza, hasta que se cansó y luego escapó corriendo.

Tras la agresión, Bilal M. huyó y fue detenido el 29 de octubre en Alicante, con los billetes comprados para marchar a Milán (Italia) y moneda extranjera (de Suecia y Marruecos, además de euros). En el coche patrulla en el que fue conducido a comisaría escondió una tarjeta de residencia suiza falsificada.

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