Juzgan a un policía de Zaragoza que detuvo a un joven en una playa de Salou del que sospechó que acosaba a dos niñas

Vio cómo se tumbaba junto a su hija y una amiga en la playa de Salou y, al salir corriendo, lo redujo y le causó lesiones leves.

Los hechos ocurrieron en la playa de Levante de Salou el pasado mes de agosto.
Los hechos ocurrieron en la playa de Levante de Salou el pasado mes de agosto.
José Carlos León

Un funcionario del Cuerpo Nacional de Policía de Zaragoza que en agosto de 2021 detuvo en la playa de Salou a un joven que se acercó en actitud sospechosa a su hija de 7 años y una amiga de la misma edad será finalmente juzgado el próximo mes por un delito leve de lesiones. El mencionado delito lo cometió presuntamente cuando redujo al supuesto acosador, que echó a correr cuando los padres le pidieron explicaciones por su comportamiento. Un juzgado de Tarragona abrió diligencias por ambos hechos y ha terminado archivando la causa contra el joven, de 20 años, y continuándola contra el funcionario de policía, que ahora se enfrenta a un juicio y una pena de multa.

El agente, destinado en la capital aragonesa, se encontraba de vacaciones en la localidad costera cuando presenció una escena en el agua que le hizo intervenir e interesarse por lo que estaba pasando. Desde la arena, tanto él como otra familia que veraneaban juntos observaron que un chico de unos 20 años se acercaba a las dos niñas mientras se bañaban cerca de la orilla y se tumbaba en el agua junto a ellas mientras entablaba conversación.

El policía relató después en su denuncia que les extrañó su actitud "nerviosa" y que cada vez estuviera más cerca de las pequeñas. "Estaba tumbado en una posición extraña y no se le veían las manos", dijo el agente. Añadió que cuando se acercó para comprobar si pasaba algo raro, el chico se levantó y, al preguntar a las niñas qué ocurría, estas respondieron que les había dicho si querían irse al lavabo con él. La respuesta motivó que el agente fuera tras el joven, se identificara como policía y lo detuviera, no sin que ofreciera resistencia. Al reducirlo, le causó una erosión en la zona izquierda del cuello y tenía dos marcas rojas en la espalda (por la presión de su rodilla) y los brazos también rojos.

Denuncias cruzadas

El arrestado denunció al funcionario por esas lesiones, mientras que el agente hizo lo propio por si sus actos pudieran ser constitutivos de un hecho delictivo relacionado con la indemnidad sexual. El juzgado de Tarragona archivó el caso contra el primero al entender que existen indicios suficientes para entender que cometió un delito. El auto de archivo fue recurrido por el abogado del policía, Marco Antonio Navarro, y alegaba, entre otras cosas, que el juzgado no había practicado ni una sola diligencia.

"Inusual y sospechosa"

El caso se reabrió pero ahora la Audiencia de Tarragona concluye que no puede continuar la causa contra el joven porque no se ha acreditado la comisión de un delito. El auto recoge que si bien fue "inusual" y "sospechosa" su conducta al aproximarse de "forma persistente" a las dos niñas y proponiéndoles incluso ir a un lavabo, "no es menos cierto" que con los datos de los que dispone el tribunal tenga la "certeza" de "cuál fue su verdadera intención". "Ni apreciamos tan siquiera una posibilidad cierta de que sus actos estuvieran guiados por un ánimo libidinoso, sino tan solo una mera sospecha", señalan los magistrados.

Afirman también que tampoco es "suficientemente reveladora" posterior del denunciado cuando salió corriendo del lugar. "Dado que lo hizo tras ser agarrado por el cuello por el padre de una de las niñas", subraya.

La única causa, por tanto, que queda abierta es la dirigida contra el funcionario de Policía, que en breve tendrá que sentarse en el banquillo de los acusados.

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