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Obras en la calle de San Miguel: "Cuando taladran la calle tengo que tener todo cerrado. Hay ruido, polvo y menos gente"

Muchos negocios de la zona han visto caer considerablemente su facturación desde que empezó el primer tramo de la reforma. Desde el Ayuntamiento, que aprobó una bonificación fiscal en el IBI por obras al pequeño comercio, señalan que las obras van en plazo.

María José Ortiz, una de las socias de la tienda de ropa de mujer Duetto.
María José Ortiz, una de las socias de la tienda de ropa de mujer Duetto.
Heraldo.es

Desde hace unos días el propietario del Supermercado del Hogar, Jesús P. C., ni se molesta en encender la televisión que tiene en el escaparate de su tienda, en la calle de San Miguel de Zaragoza, para anunciar los artículos que vende. "Para qué, si desde que iniciaron las obras la gente tiene que pasar corriendo por la acera", se lamenta.

La pérdida de clientes (que evitan la zona), con la consiguiente caída de los ingresos, es una de las consecuencias negativas que sufren muchos comerciantes del tramo comprendido entre la plaza de San Miguel y la calle de Urrea, primera fase de una reforma para convertirla en una vía accesible de prioridad peatonal que potencie, precisamente, su carácter comercial. "Si ya este sector no iba tan boyante por la crisis de la covid, los costes de la energía, Amazon... ahora con las obras se ha notado mucho. En mi caso, un 40% menos de facturación", cuenta Jesús P., escéptico con el resultado final de la reforma (en tres fases, con una duración aproximada de un año de ejecución). "No creemos que la calle vaya a quedar mejor; llevamos 50 años aquí y sabemos cómo funciona el mundo", comenta.

Enfrente, la cafetería San Miguel está vacía este miércoles por la mañana cuando antes estaba "a tope" de parroquianos; además han perdido una parte de la terraza ahora que viene el buen tiempo. "Teníamos once mesas y ahora, cuatro. A ello se suma que la gente no quiere sentarse con la obra al lado, el polvo y el ruido que no les deja estar tranquilos. Y dentro, de cara al verano, tampoco les gusta estar. Al no haber tanto trabajo y bajar las ventas se ha reducido personal", explica una camarera, que no obstante ve el lado positivo de la situación. "Va a ser para bien", afirma.

También en la tienda de moda de mujer Duetto han tenido que reducir personal tras una bajada de los ingresos del 25% ante la ausencia de mucha clientela de paso, tal y como explica María José Ortiz, una de las socias del negocio. "No veo nada positivo. Cuando taladran la calle tengo que tener todo cerrado. Hay ruido, polvo y menos gente. De momento, el acceso es bueno; me imagino que se complicará porque hay que poner baldosas hasta la puerta", apunta mientras atiende a una conocida. "¡Está todo bueno! Tienes que venir en línea para poder pasar", indica esta última.

Paula A., socia de CBWeed, una tienda de cosmética y otros derivados del cáñamo.
Paula A., socia de CBWeed, una tienda especializada en aceites y flores de CBD.
Heraldo.es

Las obras comenzaron el pasado 8 de marzo. Lo sabe bien Paula A., socia de la tienda CBWeed (especializada en aceites y flores de CBD), que va contando los días con la esperanza de que pronto terminen. "Se supone que son cuatro meses por fase. Entiendo que es algo que se tiene que hacer; se supone que luego estará todo más bonito", reconoce. Lo que desconocía cuando abrieron el negocio, el pasado noviembre, era que se iban a acometer las obras. "Somos nuevos y es época de asentarse. Ahora entra la mitad de gente y eso supone una bajada importante de lo que teníamos previsto en los primeros meses. La gente prefiere ir por las calles paralelas. Es un riesgo abrir con las obras al caer; no lo sabíamos, si no nos vamos a otro sitio. No se nos habría ocurrido poner una tienda en una calle en obras", dice convencida.

"Es un riesgo abrir con las obras al caer. No lo sabíamos, si no nos vamos a otro sitio"

Por su parte, Verónica Solano, encargada de Ohana 64 (establecimiento de bowls y zumos), estima en un 30%-40% la caída de la facturación en estos últimos dos meses, unido a una subida de los productos con los que trabajan. "Todo se ha encarecido: las bolsas de cartón, los alimentos, la luz... Se nota mucho la bajada de clientes, nos hacían los pedidos por teléfono, venían con el coche y los recogían. Y los de oficinas; ya no hay tantos porque evitan pasar por las obras. Estamos valorando si cerrar para trasladarnos a otra zona porque lo que nos compensa es la gente a pie de calle. Los pedidos de Glovo y Deliveroo se quedan un alto porcentaje de ganancias", avanza.

Desde el Ayuntamiento de Zaragoza informan de que las obras van en plazo y que se plantearon en fases para minimizar las afecciones al comercio. Además, recuerdan que antes de que comenzaran hubo diferentes reuniones con responsables de la Junta de Distrito, asociaciones de comerciantes, hosteleros y hoteleros para explicarles la planificación de los trabajos (incluido el plan especial de tráfico). Asimismo, se ha habilitado (como en todas las grandes obras de la Operación Calles) la figura del "enlace ciudadano" para que vecinos y comerciantes estén informados en todo momento de la marcha de la reforma y recoger sus necesidades "para ver en qué medida se les puede dar solución".

Obras de la primera fase de la reforma de la calle de San Miguel.
Obras de la primera fase de la reforma de la calle de San Miguel.
Heraldo.es

"Es una obra compleja, como ya se les explicó desde el primer momento. Es una calle muy estrecha, en la que no puedes meter maquinaria grande porque no hay espacio físico y además las conducciones van a mucha profundidad. Por eso se abre un tramo pequeño, se sustituyen tuberías, se tapa y se pasa al siguiente. No se puede abrir la calle de lado a lado (como en otras), lo que te  permite avanzar más rápido", apuntan desde el Área de Infraestructuras.

Bonificación fiscal en el IBI

Por otro lado, el Consistorio aprobó en las ordenanzas municipales de este año una bonificación fiscal en el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) por obras en vía pública al pequeño comercio, distribuida en tramos (obras hasta tres meses, el 25%; de más de tres y hasta seis meses, el 50%; de más de seis y hasta nueve, el 75%; y de más de nueve y hasta 12 meses o más, el 95%).

Sin embargo, no todos los comerciantes conocen de la existencia de esta bonificación, como es el caso de una propietaria de un establecimiento de alimentación. "Lo hablaré con mi gestor. La facturación ha bajado un 50% y ahora estoy yo sola trabajando, cuando antes éramos dos, porque un pago no sale", asegura. Mientras, una dependienta de una zapatería próxima considera inevitable que se note en las ventas y las molestias cuando se acomete una reforma. "No están causando excesivos problemas; lo hacen de manera ordenada y muy bien. Y en cuanto pueden, los operarios abren los pasos con pasarelas", sostiene.

Por su parte, José Ignacio Angós Berdejo, vecino de la calle de Comandante Repollés, afirma que se trata de una afectación temporal negativa para una afectación positiva a largo plazo. "Cualquier obra que hacemos en nuestra casa y ciudad conlleva un trastorno, pero hay que hacerlo. El ruido, el polvo.. es temporal y todo tiene solución", dice. Él tenía previsto cocer unas borrajas esta mañana, pero al estar sin agua "por las obras" ha optado por unas de bote ya cocinadas.

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