sucesos en zaragoza 

Un testigo protegido y un anónimo ayudan a resolver el crimen de Pleitas

La Guardia Civil ya había detenido a los dos presuntos autores, pero ambas colaboraciones ratificaron sus sospechas.

Imágenes de la detención de los sospechosos de matar a un vigilante de una plantación de cáñamo en Pleitas.
Imágenes de la detención de los sospechosos de matar a un vigilante de una plantación de cáñamo en Pleitas.
Guardia Civil

Un escrito anónimo enviado a la Guardia Civil y la declaración de un testigo protegido permitieron a los investigadores cerrar el caso del crimen de Pleitas, ocurrido el 2 de octubre de 2021. En una primera fase de las pesquisas, que culminó el 1 de marzo, fueron arrestadas nueve personas por su implicación en el asesinato de Javier G. T., de 45 años, y el robo cometido en la plantación de cáñamo industrial que custodiaba. Sin embargo, entre ese grupo de detenidos no se encontraban los autores materiales del disparo que acabó con la vida del vigilante. Estos dos, Luis L. B. y su hijo Carlos, fueron detenidos después.

Durante ese tiempo las diligencias permanecieron bajo secreto sumarial puesto que los guardias civiles continuaban haciendo gestiones para encontrar pruebas contra los autores materiales del crimen. Sus sospechas estaban centradas en los dos hombres mencionados anteriormente y un escrito anónimo enviado a sus oficinas ratificó sus indicios. 

A principios de abril, se produjo una según confirmación en forma de testigo protegido que se presentó en el cuartel para contar que los autores del asesinato podían ser Luis L. B. y su hijo Carlos. Aseguró que tenía mucho miedo, pero que al enterarse de que habían sido detenidos se había atrevido a dar el paso y contar todo lo que sabía, siempre y cuando lo protegiesen y ocultasen su identidad.

Esta persona facilitó a los investigadores información que ya tenían y que coincidía plenamente con sus pesquisas, pero también otra nueva, como lo que los presuntos criminales habían utilizado una escopeta para matarlo y luego la habían quemado. Incluso indicó que podía haber dos implicados más. La Guardia Civil le dio credibilidad y la juez del caso, la titular del Juzgado de Instrucción número 2, le ha otorgado la categoría de testigo protegido, con todo lo que supone de preservación su nombre, domicilio o lugar de trabajo.

Javier G. T. fue asesinado unas horas después de que varios individuos hubieran intentado robar en la plantación de cáñamo industrial y los descubriera. Pasadas unas horas, volvieron y le dispararon cuando estaba dentro de su vehículo.

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