Zaragoza sigue siendo la ciudad con más deuda por habitante pese a bajarla un 37% desde 2015

Pese a los esfuerzos que ha hecho el Ayuntamiento en los últimos años para reducir sus compromisos con los bancos, Zaragoza sigue siendo la ciudad con más deuda por habitante del país. Así lo constata el último informe del Banco de España, con datos al cierre del ejercicio 2021, que cifra los créditos a largo plazo contraídos por el Consistorio de la capital aragonesa en 666 millones de euros, de los que 127 corresponden al pasivo del tranvía.

En números absolutos, esos 666 son la tercera cifra más alta de España. Madrid arrastra una losa de 1.680 millones de euros, mientras que Barcelona se queda en 818 millones. No obstante, si se calcula la deuda por habitante, a cada zaragozano le corresponden 986 euros, la cifra más alta de las ciudades de más de 300.000 habitantes. A gran distancia está Madrid, con 508 euros, y Barcelona, con 499. En el otro extremo de la lista está Alicante, que no tiene ni un solo euro de deuda.

Pese a la cifra, el Ayuntamiento de Zaragoza ha hecho un importante esfuerzo desde que en 2015 la ciudad alcanzó el récord histórico, con 1.070 millones de deuda. Ese fue el ejercicio en el que el Ministerio de Hacienda computó al Consistorio los 256 millones de euros del pasivo que arrastraba la concesión del tranvía. Desde entonces, primero con ZEC y después con el PP, el Consistorio no ha hecho más que reducir su deuda, en línea de lo que han hecho la mayoría de los municipios. Hay que tener en cuenta que las corporaciones locales han tenido grandes limitaciones para captar deuda desde que se aprobó la ley de estabilidad presupuestaria en 2012.

En concreto, respecto al año 2015, se ha reducido en 404 millones, un 37,7%. De esta cifra, 35 millones corresponden a la disminución de la deuda en 2021 (un 4,9%). Desde que el alcalde, Jorge Azcón, ostenta el gobierno la disminución de la deuda ha alcanzado los 164 millones de euros, de los que 65 se eliminaron de una tacada con la negociación que hizo el Ayuntamiento de Zaragoza con el Ministerio de Hacienda para reducir el volumen de deuda del tranvía que se computaba. En total, supone un 20% de bajada. Por otro lado, el gobierno PP-Cs acometió en 2019 una amortización extraordinaria que permitió a Zaragoza situarse por debajo del porcentaje de endeudamiento máximo establecido por la ley (el 110% de los ingresos corrientes).

Salvo Barcelona, que desde 2015 ha reducido su deuda solo un 2,1% y que en los últimos tres ejercicios no ha dudado en incrementar la losa, el resto han reducido la deuda más que Zaragoza: Madrid un 64%, Valencia, un 62%, Málaga un 62%, y Sevilla un 40%. Una de las causas de que Zaragoza no haya reducido más la deuda está en el año 2020, cuando por la necesidad de pedir préstamos para el pago de sentencias solo se redujo el volumen de créditos a largo plazo en en cinco millones.

En cualquier caso, hay que remontarse a 2007 para encontrar un volumen de deuda más bajo. Y, más o menos está bajo control, dado que al cierre del ejercicio 2021 el porcentaje de endeudamiento era del 88,45%. Este año continuará el ritmo de reducción de la deuda con 38 millones menos, dado que se captarán 10 y se devolverán a los bancos 48.

¿Por qué Zaragoza tiene una deuda tan alta pese a los esfuerzos por reducirla entre 2015 y 2021? Las causas son diversas. En primer lugar, en los años previos a la Expo 2008 y con gobiernos del PSOE se acudió a los bancos para financiar obras. Pero la llegada de la crisis en 2011 se convirtió en la tormenta perfecta para las arcas municipales: Zaragoza empezó a tener problemas de pago, se acumuló una descomunal deuda de proveedores y hubo que acudir a través de préstamos del Fondo Impulso Económico, dependiente del Estado que no hicieron más que agravar el problema.

Los impagos y los retrasos supusieron además una cascada de procesos judiciales que acabaron en condenas en los tribunales que solo se pudieron pagar mediante préstamos bancarios. Y la gota que colmó el vaso fue la decisión del Ministerio de Hacienda de computar la deuda del tranvía como si fuera municipal.